Narra Vanessa. La respuesta correcta era rechazarlo. Mi madre no me crió para ser una amante, especialmente para mi jefe. Puede que no sepa qué consejo me daría para olvidar a un hombre, pero estaba segura de que diría que no debería firmar para ser una amante. Pero no dije que no. No fue porque aún me estuviera recuperando de los dos orgasmos espectaculares que me hicieron considerar su propuesta. Fue justo lo que dijo:—Parece que no puedo dejar de desearte. Esa es la verdad. Fui una idiota al pensar que esas palabras significaban algo. Después de todo, también dijo que no podía darme más que una aventura sin ataduras. Y, sin embargo, el hecho de que el Señor-control-emocional-total admitiera quererme hasta el punto de sentir celos por Dylan significaba algo. ¿No es así? No, no era amo