¿Cómo ha podido originarse un chisme así? La única explicación posible que encuentro es que aquel hombre que intentó atacarme haya iniciado ese rumor, pues no me imagino al señorito Cuartas en eso, menos habiendo quedado en tan buenos términos como quedamos. Cubro mi rostro con las manos y apoyo los codos en la gran mesa de madera para tener un mejor soporte. —Por el momento no considero prudente que salgas de la hacienda, menos sola. No sabemos qué es lo que pueda pasar afuera, puede que incluso encuentres personas mucho más agresivas, no creo prudente exponerte. Eso es verdad, si antes algunas personas dudaban de mí, ahora después de desaparecer por más de una semana, es difícil calcular el nivel en que este rumor ha corrido y su nivel de peligrosidad. No estaba tampoco la señora Ameli