Tae Young observaba con preocupación al Emperador. Luego de confirmar que este tenía pulso y seguía respirando, llamó de inmediato a la Dama Kim para pedirle que se encargara de convocar al médico y, que así mismo se asegurara de que nadie más se enterara de ese hecho, porque no sabía cuántos problemas eso le causaría. Intentó levantarlo del suelo y llevarlo a la cama, sin embargo, ese cuerpo que ahora habitaba no era lo suficientemente fuerte como para poder alzarlo, y el Emperador no era nada pequeño por lo que fue una tarea en la que terminó jadeando mientras lo arrastró unos pocos metros antes de rendirse, y decidió que el médico lo tendría que examinar en ese lugar, porque no iba a arriesgarse a llamar a un guardia para que lo ayudara. Cuando el doctor llegó, sus ojos se ampliaron p