7 *Descubrimiento*

775 Words
Por las antiguas acciones de Caleb sabía que no lo iba a tomar muy bien, igual debía contarle fui a su casa, y su madre me dijo no ha llegado, pero sube espéralo en su habitación, subí estaba viendo sus afiches era un amante del rock, había algunas fotos que nos habíamos tomado juntos también en la pared; me senté en la silla de la habitación, dejando que el silencio me envolviera. Mientras mis ojos vagaban por el espacio, algo en la esquina del armario captó mi atención una caja vieja, parcialmente cubierta de polvo. No recordaba haberla visto antes. Curiosa, me levanté lentamente y la abrí. Ahí, entre alguna ropa y papeles arrugados, encontré la máscara y los objetos que habían sido utilizados para herirme esa noche en la estación del tren. Mi corazón se detuvo por un segundo; esos recuerdos que creía enterrados resurgieron con una fuerza abrumadora, trayendo consigo un torrente de emociones que me hicieron retroceder, Justo en ese momento, escuché la puerta de la habitación abrirse bruscamente. Mi corazón dio un vuelco cuando lo vi entrar. Sus ojos se encontraron con los míos, y luego bajaron hacia la caja abierta y la máscara que sostenía entre mis manos. Por un instante, su expresión fue indescifrable, pero en un abrir y cerrar de ojos, su rostro se transformó en una mezcla de sorpresa y furia contenida. -¿Qué estás haciendo con eso? Su voz era tensa, cargada de una ira que apenas lograba contener. Me quedé paralizada, incapaz de pronunciar una palabra. La habitación, que minutos antes había sido un refugio de silencio, se había convertido en una trampa de tensión insoportable. Sabía que él había sido el responsable de aquellas heridas, pero ahora, con esa máscara en mis manos, no tenía idea de cómo iba a reaccionar. Cada fibra de mi ser estaba en alerta, esperando el estallido que sentía inevitable. Dio un paso hacia mí, sus puños apretados, los músculos de su rostro tensos, como si estuviera conteniendo una tormenta interior. Mi mente corría en mil direcciones, intentando encontrar una salida, un escape de la situación que se volvía más peligrosa con cada segundo que pasaba. Desde un principio debiste hacerme caso no debías meterte con mis cosas, Me dijo con enojo, avanzando un poco más. Sabía que no iba a salir bien librada de esto estaba en terreno frágil, y que cualquier movimiento en falso podría desencadenar algo que no podría controlar. Mientras él se acercaba, sentía como si el aire mismo se hubiera vuelto denso y pesado. Sentí la caja a mis pies y la máscara en mis manos como si fueran pruebas de un crimen olvidado, pero demasiado reales para ignorar. Mi mente intentaba desesperadamente buscar una salida, pensaba en ese momento ¿por qué lo hizo? ¿Por qué a mí? Estaba sumida en un sueño irreal, el hombre que creía el amor de mi vida, quien me daba seguridad y tranquilidad era realmente el que me había causado daño unas semanas atrás. El miedo en mi pecho se mezclaba con una rabia que había estado sofocada durante demasiado tiempo. Lo miré fijamente, sosteniendo su mirada, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que no iba a retroceder. ¡Deja eso! Su voz resonó en la habitación, un eco de su ira que golpeó las paredes, pero no me hizo flaquear. Con la máscara en la mano, sentí una oleada de determinación. No, esta vez no. Esta vez, todo va a salir a la luz. Mis palabras lo detuvieron por un segundo, su expresión cambió de ira a algo más oscuro, más calculador. Sabía que estaba jugando con fuego, su familia destruiría a la mía si yo decía algo sobre el tema. De repente, Se lanzó hacia mí con una velocidad que me sorprendió, pero yo ya estaba preparada. Solté la máscara y la caja y me giré, corriendo hacia la puerta. ¡No puedes escapar de esto! gritó, pero yo no me detuve. El miedo me impulsó a seguir, a correr más rápido de lo que jamás había corrido. Bajé las escaleras, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho, y salí de la casa, sin mirar atrás. El aire fresco de la noche me golpeó la cara, llenándome de una mezcla de alivio y terror. No sabía qué haría a continuación, pero sí sabía que este era el principio del fin. Sabía que no podía volver, que no había marcha atrás. Corrí hacia la calle, buscando ayuda, un refugio, un lugar donde pudiera estar segura. Pero lo más importante, sabía que tenía que acabar con esto de una vez por todas.
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