¿Que?— pregunta levantándose rápidamente de la silla pero como me van a sacar del puesto si no he hecho nada malo.
—No me interesa lo que diga deje las cosas que se le otorgaron y abandoné las instalaciones.
—Esto no es justo no he hecho nada malo y usted no puede despedirme— menciona exaltada.
—Si puedo hacerlo, pero se ve que necesita el trabajo entonces podemos hacer un trato — menciona con una sonrisa profunda.
—¿Que trato?— pregunta con seriedad.
—Bueno no la puedo dejar trabajando aquí de todas formas, pero si se vuelve mi amante le pagaré bien — sonríe mientras se levanta y se acerca.
—¿Su amante?— pregunta con sorpresa.
—Si, mi amante — responde ya mucho más cerca de ella.
—Yo no vine a hacer su amante señor director — menciona con voz dura — yo vine a buscar trabajo un trabajo que me dieron y usted me quita solo para m venda a usted.
— Mira no te hagas la santa las mujeres pobres como tú siempre buscan sacar provecho de las personas con dinero así que acepta ya no tienes trabajo pero si aceptas ser mi amante te trataré bien — menciona con una sonrisa lujuriosa.
— Entonces por eso me saco de mi trabajo que recién estaba comenzando a hacer solo para obligarme a esto—pregunta.
— Solo te he hecho un favor mírate por más que digas que vas a trabajar no alcanzaría ninguna meta pero conmigo te irá bien — sonríe — si no aceptas diré que intentaste venderte a mi por dinero yo soy un hombre importante y aquí no hay nadie para comprobar si lo aceptas o no.
" Eso es cierto, por eso cuando le informaron que el director quería verla a ella que sería la única en compañía con el en la instalaciones por qué sus compañeros fueron sospechó a un más.
— Pero no es cierto usted es el que me está amenazando — grito.
—¿ Quien lo creerá en ti?— pregunta con diversión — eres una joven que solo esta está en los veinte, eres pobre nadie te va a creer así que lo haces por las buenas o por las malas tu eliges.
— Yo no voy a hacer algo como eso— repite.
— Bueno que sea por las malas — se acerca atrapado pero recibe un golpe en las entrepierna pero si grito es opacado por la mano que se pone en su boca.
—No, no por favor no se me acerque no, ahh— grita con miedo — Ayúdeme por favor ayuda— grita con miedo pero en realidad golpea al hombre una y otra vez cada vez que grita. Y cualquiera que lo oyera pensaría.
— Con esto estoy segura de que las personas me creerán más que usted — menciona mostrando su teléfono con la grabación.
Suspiro con pesadez llegar a esta casa es lo peor que me puede pasar si por mi fuera la dejaría, pero no puedo darme ese lujo si cruzo esa puerta y los abandonó nunca me lo perdonaría.
Haber perdido esa oportunidad de trabajo, ha sido la verdad mucho problema, creo que había sido peor con lo que pasó la última vez pero qué bueno que he sido tan inteligente y me pude defender.
Creo que ese hombre, no esperaba si hubiera grabado toda la conversación que vimos, se sorprendió de que yo no soy estúpida; sé perfectamente qué clase de hombre o personas son esas sabía que me iba a proponer indecente solo recuerdo su cara y me da mucha risa es que no se lo esperaba. Pero bueno pude sacar un buen provecho de la conversación porque no soy estúpida sé que en algún futuro no muy lejano tenemos que volver a vernos las caras. Ya que siempre va a tener un encuentro con hombres cerdos.
Bueno aunque puede sacar algo de dinero de mi último trabajo aún así no es suficiente ah me falta más, pero seguir buscando más y más tal vez llegué al límite y voy a seguir adelante con mis sueños y no dejaré de luchar por un mejor futuro para nosotros.
Entre y fui directo a mi habitación. Estuve tranquila solo por cinco minutos y sabía que eso no era bueno para mí.
Y no me equivoqué cuando de pronto se escuchó una fuerte patada en la puerta y está se abrió tan estúpida estaba tan concentrada en otras cosas que no le puse seguro a la puerta.
Me sobre salto y me levanto de cama lista para la batalla.
— Dame lo que te has ganado estos días — menciona entrando a la habitación y con aura oscura y un aspecto sucio y repugnante.
— No, no tengo dinero para un vago como tú — respondo con odio.
— ¿Cómo me has llamado mocosa? — se acerca dispuesto a golpearme, pero no sé lo permito nunca más volverá a ponerme una encima, nunca más tendrá tanta suerte lo único que tiene es suerte de que me lo maté simplemente porque iría en la cárcel y dejaría solo a mis hermanos, y por qué necesito su presencia repugnante por un tiempo. Porque si no hace mucho tiempo lo había matado envenenado que sería más lento y doloroso.
— Tu maldita puta— grita cubriéndose el ojo.
— Si no sales ahora, te sacaré tu asqueroso ojo— apunto con mucha rabia — no vuelvas a entrar a aquí y no me vuelvas a pedir dinero porque no te lo daré nunca— le grito.
—Te vas a arrepentir de esto perra— se levanta — te lo juro — grita saliendo de la habitación.
— Bastardo — menciono con odio cierro la puerta con seguro asegurándome de que no esté rota y continúo arreglando las cosas de mis hermanos y revisaba que la comida que prepare este caliente.
Después de guardar todo salí de la habitación el perro de Rangel no estaba y las ollas que tenía ya no estaban seguro se las llevo para venderlas.
Lo único bueno es que solo son de decoración ya que uso mi cuarto como casa y cocina todo lo que pueda hacer lo hago allí porque no tengo ningún interés de salir y descuidarme y ese cerdo me atrapé.
|| En un bar en el centro de mala muerte ||
—Maldita perra— maldice de nuevo — Me voy a vengar lo juro ¿Quien quiere comprar a mi hija? Yo se la vendo — gruñe dandole otro
—¿ Enserio la venderías?— pregunta una voz profunda.
Alza la mirada y lo primero que ves es a un hombre que exuda poder y una sonrisa se le dibujo en el rostro.