EN LAS MANOS DE UN CEO IMPONENTE Y SUS DOS HEREDEROS.

Gala tecnológica.

—{Si..debió de ser mi prima que se coló en mi habitación, mientras me duchaba, y toma mis cosas, nunca se queda quieta}.

—{Ahh, ahora entiendo}.

—{¿Me extrañaste?} —pregunta Hugo

—{Si...mucho ¿y tú?}

—{Yo también te extraño. Tengo mucho trabajo no podré verte en varios días, mi compañía tiene una exposición y debo ayudar a preparar todo}

—{Si entiendo, no te preocupes, llámame cuando quieras, cuando tengas tiempo}

—{Si corazón, no lo dudes}

—{Te mando besos}

—{Gracias mi amor, Bien amor debo irme, tengo trabajo}

—{Ok.Hablamos luego}

Bella cuelga el teléfono, de alguna forma se siente triste porque no podrá ver a Hugo, ella esperaba que el pasara por el café.

El domingo llegó como por arte de magia, las últimas dos noches Hugo llamó a Samira para desearle las buenas noches, cosas que le encantó a ella.

Samira tiene todo listo para la dichosa gala, que su mejor amiga la ha invitado, fue en la mañana al Beauty Salón, para arreglarse el pelo, por el flamante vestuario que llevará.

Paola la llamaba de vez en cuando en el transcurso del día para estar a la par, se siente feliz de que su amiga la acompañará y no su odioso hermano mayor.

Samira ayuda a su abuela a preparar el almuerzo y luego de comer sube a su habitación con la idea de dormir por lo menos una hora antes de alistarse para salir. Ella se recuesta en su cama boca arriba toma el celular para ver si Paola le ha mandado algun otro mensaje de w******p, al entrar a la aplicación, ve un mensaje de Hugo, que le ha mandado 5 minutos atrás. Ella decide llamarlo.

—{¿Estás en tu casa?}

—{Si, acabo de almorzar} —responde

—{¿Puedes salir? tengo algo para ti}

¡Samira abrió los ojos de par en par!

—{¿Estás aquí?...¡Si...ahora mismo bajo, solo dame un momento!}Se tira de la cama y se quita como puede los rulos que están dándole ondas al pelo, se cambia el trapo de ropa que tiene puesto, por un wide led jean, una blusa ceñida y unos tenis de color azules.

En menos de 10 minutos, Samira está en la entrada, divisa a Hugo dentro de un taxi y corre a su encuentro.

—Hola mi amor.

—Hola...que sorpresa, ¿Qué te trae por aquí?¿Quieres pasar?

—No mi amor sólo pase a verte un momento hoy es la actividad de mi trabajo—le dice mientras abre la puerta del coche y la besa sus labios—. Estás hermosa con el pelo ondulado.

—Si... una amiga me invitó a salir más tarde—dice ella, mientras ve lo elegante que está su novio—. Tu te ves lindo también.

—Te traje esto —le pasa una bolsa de papel.

—Wao, ¿que es?

—Ábrelo.

Samira toma la bolsa, dentro hay dos cajas, una con bombones de chocolate y vainilla. Y la otra con un hermoso collar de oro blanco. Ella se siente feliz y lo besa, un beso largo que empezaba a encenderla, pero se apartó jadeando, sabe que ese no es el lugar ni el momento de perder la cordura. Hugo saca la caja con el collar y lo pone en el delicado cuello de Samira.

—Muchas gracias. ¡Me encanta!.

—Me alegro, quisiera quedarme otro rato pero ya tengo el tiempo encima —dice el, mientras juega con su pelo—. ¿Mañana tienes trabajo?

—No, pero quedé de acompañar a mi abuelo en la noche al bingo. Termino como a las 10.

—Ok. Bueno pasaré por ti a las 10:30 quiero decirte algo muy importante.

—Te esperaré entonces, espero que te valla bien en tu evento.

Samira lo besa, se despide y baja del vehículo.

Ya en su cuarto, destapa los bombones y empieza a comerlos, luego se observa al espejo, el collar lo ve perfecto para ir a la gala. Puso una alarma para sonar en una hora y se durmió complacida.

Paola pasó a buscar a Samira a tiempo en una limosina. Ambas se dirigieron a lo que pensaban sería una noche maravillosa.

Ya eran las 8 de la noche, se dirigieron a Javits Center en North Javits, Hudson Yards, Times Square, el edificio enorme con fachada acristalada, se veía muy sofisticado para los ojos de Samira, el lugar era inmenso, Tiene una gran letrero publicitario que dice NFT & NYC Global Tecnology, desde la entrada se veían los diferentes pabellones de empresas y universidades, clasificados por área de robótica, celulares, y automotrices, el lugar estaba inundado de gente. Para entrar había que presentar un tipo de token, que validaban a la entrada, el lugar tenía bastantes agentes de seguridad, dando aire de que todo lo que hay está valorado en millones de dolares. En el fondo del edificio había una tarima, muy glamurosa de The Bank Of América parece que ya habían dado su presentación a la prensa y su exposición a todas las personas presentes, solo quedaban mesas con representantes del banco.

—Dime la verdad amiga, ¿quien te dió las entradas? porque no me imagino a tu papá que es abogado estar aquí.

—Es que no fue mi padre —le dice riendo—. Pero si te decía temía que me dijeras que no, y estaría obligada a venir con Bryan, sabes lo pesado que es y mi papa no me dejaría asistir a esta clase de eventos. El señor Scott Miller me las dió, es maestro en mi universidad y... me gusta.

—¡Wao!, que poca fé me tienes amiga, debe gustarte mucho, ¿pero que hay de el?

—Nos besamos ayer cuando me invitó a cenar y le confirmé que venía con una amiga.

—Jajaja descarada que eres, ¡y hasta ahora me lo dices!. —dice Samira mientras le sale una carcajada.

Se adentraron entre la multitud. Paola, ya se encontró con el Stand de su enamorado, este les ofreció asiento, y les mandó a traer bebidas. Ellas estaban muy a gusto. Scott les habla de todo lo de su Stand.

— ¿Hugo? —Susurra, Samira al levantar la vista y ver a su novio a lo lejos entre la multitud, rodeado de otros caballeros y varias damas muy elegantes.

—¿Qué has dicho amiga?—le pregunta a Samira mientras la ve que balbucea.

—¡Mira es mi novio, el de la barba prolija!, el que está al lado de la mujer rubia y el señor de edad avanzada.

—¡Si!, ya lo veo, wao que elegante se ve, ¿vas a saludarlo?

Samira estuvo tentada por un segundo en ir y abrazarlo por la espalda, pero sabía que estaba trabajando y esos a su lado serían compañeros de trabajo o sus jefes y no lo quería avergonzar.

—No, no lo quiero avergonzar.

—¿Como crees? Si estás bellísima, solo vas a saludarlo, no le vas a quitar la ropa y hacerle el amor tonta.

—No insistas prefiero que el evento termine. ¿Dónde está el baño?

—Deja y le pregunto a Scott.

Samira se está lavando las manos en el lavamanos, cuando escucha sonar su celular, mira la pantalla y ve que es su abuela.

—Hola abuela, justo te iba a llamar ya llegamos al evento hace una hora, está todo prec...—Su abuela intervino antes de que Samira completara la oración—. ¿Que? ¿a mi abuelo le dió un pre infarto? ¿Dónde estás ahora?

Samira salió despavorida corriendo del evento con los ojos llenos de lagrimas, solo piensa en tomar un taxi, para que la lleve al hospital donde ingresaron a su abuelito.

Bajando unos escalones con rapidez en el frente del edificio, Samira pierde el equilibrio y se va de frente contra el suelo, rasgando su hermoso vestido y haciéndose una herida en la rodilla.

—¿Estas bien? ¿Te has hecho daño?—Se escucha una voz imponente.

Samira levanta la vista y ve un hombre muy elegante, vestido de n***o, extendiendo la mano, para ayudarla a levantar.