Samira se encontraba levantándose de la mesa, cuando la joven chica regresa con la cuenta, Alejandro terminó su bebida al galope, él pagó la cuenta y salieron del establecimiento, Samira permanecía en silencio mientras caminaban, cosa que le extrañó a Alejandro.
Es la primera vez que ella se siente así de inquieta sabe lo apuesto y elegante que es su alejandro, se imagina las miles de mujeres que están detrás de él. Aunque el corazón de Alejandro está sólo en ella, es inevitable que otras mujeres lo miren, codicien y hasta enamoren.
—¿Te encuentras bien?—le pregunta él mientras van tomados de las manos de regreso al hotel.
—Si.
—Las bebidas estaban muy ricas, y el lugar es muy bonito, podemos volver cuando quieras.
—Yo estoy bien, podemos ir a otro, hay muchos más—le responde ella al
