Matías se acerca a Samira, llevándola hasta el marco de la puerta.
—Bien me voy mi princesa, pero mandaré a mi chófer a recogerte como a eso de las 10 de la noche espero que no me dejes plantado sino tendré que volver personalmente y no querrás hacerme enojar, mi conejita—le vuelve a besar en los labios— Somos amigos...así que pórtate bien.
Samira se quedó muda, ¿cómo va a deshacerse de Matías? Sin darle más mente a eso, se termina de alistar para irse al hospital. Ya luego pensaría que hacer con Matías.
Alejandro se apareció en el hospital justo antes de que la abuela de Samira la entrarán a la sala de operaciones. Luego de cuatro horas ya habían terminado la operación, y enviado a recuperación. Alejandro decoró la habitación con varios arreglos de flores.
La enfermera que se encarga
