—¡No me mires! ¡Déjame solo!—le grita Hugo a Gio con lágrimas en los ojos luego que lanzó su celular a la pared cayendo en pedazos.
Ella no sabe qué hacer, él intentó bajarse de la cama sólo, pero él no tiene puesto la faja médica, ella se lo impide, si hace algún movimiento brusco en la espalda, todo el progreso que tienen puede irse a la basura. Hugo queda boca arriba cubriéndose el rostro con sus brazos.
—¡Por favor Hug, tranquilízate! ¡Te puedes lastimar!—le suplica ella.
—¿Que me tranquilice?¿Acaso no la escuchaste? ¡Me pidió el divorcio, me quiere alejar de mi hijo! ¡Y mi padre sabía todo!—le grita desesperado con lágrimas en los ojos—¿Dime para que vivo? Sólo soy una maldita carga, no soy nada, no tengo nada.
—No digas eso, tu vida es importante—Gio se sienta a su lado.
—¡Se qu
