Alejandro y Samira se encontraban disfrutando de una vista hermosa mientras caminaban un poco frente a la playa waikiki, pero antes Alejandro había respondido algunos correos importantes que le había enviado Gregory, cuando llegaron a su habitacion. Ambos se quitaron sus zapatos, para sentir la suave arena bajo sus pies, aquello parecía como un dulce e increíble sueño, Samira nunca imaginó estar en ese paraíso en la tierra junto a Alejandro. —Esto es maravilloso—le dice Samira a Alejandro. —Si... es muy hermosa esta isla—le dice mientras la lleva tomada de la mano—Si pudiera me quedaría a vivir aquí jejeje. —Este es nuestro primer día y aún nos quedan como doce catorce dias—le dice con una sonrisa. Ambos van caminando tomados de las manos, una anciana con una gran canasta con coronas