POV NORMAL:
Al llegar a la mansión Francisco corre a la habitación de su primo donde se encuentra a sus otros dos primos en el suelo abrazados soltando lágrimas desgarradoras.
Hanako toma la mano de sus esposos con las lágrimas recorriendo sus mejillas sin pararar.
Francisco se acerca rápidamente tomando la jeringa con el antídoto para inyectará en el pecho del décimo.
Comienza a masajear el pecho del castaño y darle RCP.
- No puedes morir Tsunayoshi, lo prometiste - dijo Francisco ente sollozos
En ese momento entraron los guardianes y al ver esa escena comenzaron a soltar lágrimas de dolor y coraje.
Su cielo no podía estar muerto.
El pequeño Paolo entró a la habitación, al ver a su madre llorar y su padre sin moverse comenzó a sollozar, corrió hasta la cama donde se encontraba su padre, subió en ella y se abrazo al torso del capo, llorando.
- Oto-San no te vayas - dijo entre sollozos el pequeño
Una tos se escucho entre todo el llanto, el cielo abrí sus ojos mientras acariciaba la cabeza de su pequeño.
- No me iré mi pequeño, me quedaré contigo - le dijo en un susurrl después de todo se encontraba cansado pero el antídoto estaba funcionando
Hanako se lanzo a los brazos del castaño con alegría para después besarlo.
- No me vuelvas a asustar así baka - le dijo Hanako a lo que Tsuna solo asintió sin soltar a su esposa
- Tsu - nii - exclamaron Kei y Ken al unisono paras abrazar al Cataño junto con Francisco
- Gracias Francisco, se que no fue fácil pero gracias - le agredecio a su primo
- No tienes por que agradecer Tsu por ti lo que sea incluso mi vida - le dijo Francisco limpiando sus lágrimas
Sus guardianes lo abrazaron igual que los das, se asustaron mucho al entrar y ver esa desgarradora escena aunque algunos no lo admitan.
- Todo ha terminado Tsuna - le dijo Enma al ver a su mejor igo con vida
- Aún falta que me deshaga de una escoria, si me lo permites Francisco - le dijo viendo a su primo
- Todo tuyl yo ya tuve mi venganza
- Yoshi tendras tu venganza perol primer tiends que recuperar tus fuerzas - le dijo Hanako besando la frente de sj esposo
- De acuerdo, en eso tienes razón, quiero estar en mi mejor estado cuando mate a ese bastardo - dijo mostrandol una mirada fría
- Tsu-nii sin esas palabras frente a Paolo - le reclamo Kei, el cual tapaba los oídos de su sobrino
- Lo siento - les dijo con una brillante sonrisa
A pesar de todo sigue siendo el cielo que abarca todo ajnqje sjs manos estén manchadas de color carmesí.