Katherine:
*Once años después en Nuovo Inizio*
—¡Anthony, no intentes matar al pececito! ¡Esperanza, no incendies la cocina!
Lucas les estaba dándoles "órdenes" y estaba un poco cansado de hacer eso. Cinco años atrás, cuando los gemelos iban a nacer, él había sido el más emocionado, incluso más que yo. Míralo ahora. Es un manojo de nervios y un desastre controlando a sus hijos.
*flashback*
—Estoy tan ansioso, nervioso, contento y tantas emociones al mismo tiempo — sus manos estaban temblando — Ni siquiera me dijeron si es niño o niña.
—A mí tampoco — le respondí desde la camilla — Pero mejor, así podrás quedar sorprendido.— le sonreí.
Justo ahí entró Anell, la esposa de Peter, con dos paquetitos envueltos en sábanas en cada brazo.
—Ahí están — dijo ella adentrándose en la habitación con mucho cuidado — Los gemelitos...
—¡¿Gemelos?! — Lucas terminó tropezando y cayó sobre en el sillón.
—Tráelos, por favor — le pedí.
Me los entregó. Un niño y una niña. Fue indescriptible la emoción que sentí cuando ellos estuvieron conmigo. Eran tan pequeños y frágiles. Sentía que si me movía podría hacerles daño.
—Y... ¿Cómo se van a llamar a mis sobrinitos? — Peter entró en la habitación seguido de Niko.
—Sí, ¿cómo les llamaremos? — Lucas se incorporó de un salto y se sentó a mi lado en la camilla.
Miré a la niña que estaba durmiendo plácidamente en mi brazo derecho.
—Esperanza Suarez. — dije sin titubear.
—¿Estás segura? Yo no me molestaría si le cambias a otro nombre, no--
—No. Se llamará Esperanza. Es un bonito nombre, y además ese era el nombre de tu madre ¿no?
Él me sonrió y acarició la cabeza de su hija y luego la de su hijo. Lucas se veía tan feliz. Probablemente igual de feliz que el día de nuestra boda.
—¿Y este pequeño? Ya que tienes tan buen gusto. ¿Cómo lo llamarás?
—Escoge el nombre tú. Es tu turno.
—Mm... ¿Qué tal Anthony? Como mi superhéroe favorito.
—Sigues siendo un niño, Lucas. Pero está bien, me gusta el nombre.
—Entonces así queda. — intervino Nico — Mis sobrinos, Anthony y Esperanza Suarez.
*fin de flashback*
—Ya cálmate. — le tome del cuello de la camisa. — Son solo un par de niños. Además son igual de traviesos que tú.
—Lo sé, pero...
—Ya ves. No hay lugar a quejas. — lo besé.
—Puaj — dijo Antony — Mamá y papá están intercambiando saliva otra vez.
—Yo creo que es "lendo".
—Se dice "lindo", no "lendo". — Anthony le corregía a su hermana.
Me separé de Lucas y caminé hacia la cocina.
—No olvides que mañana los niños van a visitar a su abuelo. — me detuve y le lancé una mirada de advertencia.
—¿Cuál de los dos?
—El de abajo.
—Pero Hades me odia.
—Eso no es cierto…
—¿Enserio? ¿Recuerdas la última vez que lo visitamos?
*flashback*
—¿Qué cosa dices? — gritó e hizo esfumarse a un fantasma del susto — ¿CÓMO QUE VOY A SER ABUELO?
—Esto... Sí... — murmuré con un poco de miedo debo admitir.
—¿¡Dónde está ese noviecito tuyo hijo de Hefesto!?
Lucas estaba detrás de mí y no quería dar la cara. No lo culpo, Hades es un dios y estaba muy furioso. Ambos no se llevaban bien, después de todo Hades siempre ha sido sobreprotector conmigo y Hazel.
Me aparté hacia un lado y dejé a Lucas a la vista de mi padre. Hades corrió hacia él y Lucas salió corriendo. Lucas fue perseguido por mi padre por todo el Palacio.
—¡¡¡VEN AQUÍ PARA QUE PUEDA EXTRAERTE EL ALMA!!!
—¡Eso no suena muy agradable!
—Papá... Deja en paz a mi esposo.
—¿QUÉ ACABAS DE DECIR? — un aura oscura lo envolvió y sus ojos se tornaron rojos como la sangre.
—¿Dije algo malo?
—¿TE CASASTE Y NO ME DIJISTE NADA?
—Sabía que no ibas a aceptarlo, así que Venus dijo que sería mejor no decirte nada.
—¿Venus? Ahora sí que se las va a ver conmigo.
—Déjala, ya sabes cómo es.
—Esto no se queda así — le mandó una mirada de odio a Lucas — Por otro lado... ¡¡¡Voy a ser abuelo!!! — dijo sonriente. Este dios sí que cambia de humor en un santiamén — Pero esto no se queda así, Lucas Rodriguez, y más te vale hacerla feliz, porque si no te aguardará un gran tormento en los Campos de Castigo.
*fin de flashback*
—Sí, tal vez si te odia. Pero hazlo por los niños. Es la primera vez que van a ver a su abuelo.
—Mmm…
—Vamos...
—... Está bien... Si no me queda de otra.
Sonó el timbre.
—¡¡Yo voy!! — gritó Esperanza al mismo tiempo que Anthony. Sí que estaban sincronizados.
Ambos fueron a la puerta y recibieron al visitante... o bueno, a la visitante.
—¡¡¡Ya llegó la tía Calipso!!! — dijo ella entrando por la puerta y abrazando a los niños.
Calipso lucía radiante como siempre. Con su cabello castaño trenzado hacia un lado y la tez blanca como la nieve y un atuendo rockero, nadie pensaría que esta joven tiene más de tres mil años.
—Tía, ¿me trajiste algo? — preguntó Tony muy emocionado brincando.
—¡Anthony Rodríguez! — le regañé — ¡Compórtate!
Calipso soltó una risita y sacó un par de regalos de la nada.
—Me descubrió. ¡Feliz cumpleaños número cinco, niños!
—¡Yei! — ambos tomaron los regalos, se fueron a abrir los regalos en el sofá.
—Gracias Calipso — agradecí mientras jalaba a Lucas del brazo.
—No hay problema, son unos niños muy lindos. — esbozó una sonrisa. — Ay, hola, Lucas, no te había visto.
—Hola — levantó la mano — Oye no hay resentimientos, ¿no?
—¡Claro que no! Katherine y yo somos buenas amigas ahora ¿no sabias?
Lucas me miró con cara de: "te olvidaste de decírmelo", pero sí, lo olvidé.
—¿Así? — preguntó él.
—Sí. Somos buenas amigas. — le respondí.
—Eso no me lo esperaba... — murmuró. — ¿Cuándo ocurrió esto?
—Verás — respondió ella — Cuando me sacaste a la fuerza de mi isla, vine a hablar con Kath para ver cuál era la razón por la que me habías dejado.
—Yo no te dejé, solo no encontraba la forma de volver a Ogygya.
—Como sea, descubrí que ella es una gran persona y siempre está dispuesta a todo tipo de desafíos. Fue una gran experiencia para mí haber conocido a alguien como ella.
—Aww, que linda...
—Pero bueno, no vine hasta aquí para hablar de mi amistad con Katherine, sino por otro asunto.
—Si es sobre peleas o batallas, estamos retirados. — agregó Lucas.
—No, nada que ver. Verán, Peter y Jason están preparando una fiesta de cumpleaños para los gemelos.
—¿En serio? Esos dos no tienen tiempo para respirar y ahora andan haciendo fiestas a sus sobrinos. — no podía creerlo.
—Sí. Según ellos es una oportunidad perfecta para que todos se conozcan.
—Pero si ya los conocemos.
—No a ellos, sino a sus hijos.
—Oh. — dijimos Lucas y yo.
Hace años que no veía a mis primos, y que decir de a sus hijos. Peter era biólogo marino o algo por el estilo y siempre andaba en alta mar. Si no me equivoco vive en un yate con su familia en altamar. Por otro lado Jason era político y siempre estaba en reuniones por todo el mundo, así que Charlotte y su familia viajaban con el y no los veía a menudo.
—Como sea, ya les avisé, tienen que ir al apartamento de Jason al anochecer. ¡No queremos que falten!
Calipso se despidió de los niños y se fue. Confirmé la hora y solo faltaban un par de horas para el anochecer.
—¡¡Anthony, Esperanza vengan en este mismo momento!!
Ambos se acercaron corriendo lo más rápido que sus pequeños pies les daban.
—¡Fue Anthony!
—¡Fue Esperanza!
—¿De qué están hablando? — les interrumpí.
Ellos cruzaron miradas.
—¡Nada! — dijeron al mismo tiempo.
—Después me van a contar, pero ahora vayan a cambiarse.
—¿Para qué?
—No me contradigas y obedece.
Lucas fue a ayudar a Tony a darse un baño ya que de algún modo ahora tenía tierra en su cara. Yo fui con Esperanza para ayudarla a vestirse.
—Mami. — me preguntó ella mientras le colocaba su vestido naranja floreado que tanto le gustaba.
—¿Sí, cariño?
—¿Es cierto que Anthony es mi gemelo?
—Si, bebé. Ambos nacieron al mismo tiempo. Pero ¿por qué la pregunta?
—Estaba hablando con Tony y él me dijo que yo era adoptada.
—¿Eso te dijo?
—Si
—Voy a hablar con Anthony — dije mientras cepillaba el cabello café y ondulado de mi niña. — Pero recuerda que tú eres la niña de mis ojos y no importa las tonterías que tu hermano te diga, ¿vale?
—Vale — ella me sonrió y me abrazó — Te quiero mamá.
—Y yo a ti, mi niña adorada.
Volvimos a la sala y nos reunimos todos.
—Amor, queda una hora. — me dijo Lucas
—Bien, vámonos.
Lucas conocía el apartamento, así que no tardamos en llegar. Él tocó la puerta y todo estaba a oscuras y en profundo silencio. Los niños fueron los primeros en entrar, las luces se encendieron y todos gritaron : ¡¡Sorpresa!!
Tony se escondió detrás de mí. Él era el asustadizo mientras que Esperanza era más avezada.
—Mamá, ¿quiénes son ellos?
Peter y Jason se acercaron.
—Vaya, vaya, pero si son los gemelitos Rodríguez. — él se arrodilló — No los había visto desde que eran unos adorables bebés.
—Lo mismo digo, — dijo Jason sonriendo amablemente — Ya están bien grandes. Yo soy Jason Thunder, hijo de Júpiter y ex jefe de Nuovo Inizio, pero pueden llamarme Tío Jason.
—Presumido — murmuró Peter — Yo soy Peter Jensen, hijo de Poseidón, exlíder en el Refugio, enemigo del mismísimo Tártaro y héroe de incontables batallas, pero pueden llamarme Tío Peter.
—Y yo soy el presumido — murmuró Jason — Niños, vengan vamos a conocer a la familia. — Jason los tomó de la mano a cada uno y salió volando hacia el jardín donde estaban todos.
Tomé a Peter cuello de su camisa antes que vaya tras Jason. Algo parecía muy sospechoso.
—Jason está actuando raro ¿por qué? — pregunté
—Está comportándose normal.
—Él no era así. — añadió Lucas
—Ahora lo es, por su hija.
—¿Hija?
—Vamos al jardín para que conozcan al resto.
Peter nos llevó al jardín. Todo estaba decorado para los niños. Globos, serpentina, una mesa con bocaditos y regalos. Fue bien planeado diría yo. Cerca de la mesa pude ver a Anell sentada en una silla de espaldas a nosotros. Junto a ella estaba una niña de cabello rubio y ojos verdes.
—Ella es mi hija, se llama Zöe. — susurró Jensen sonriendo, papá orgulloso. — ¡Hey, Anell, !
Anell se volteó y nos saludó. Cuando volteó dejó ver que estaba en cinta.
—¡¿Anell está embarazada?! — Lucas miró a Peter — ¿Y no llamaron para avisar?
—Ya, sí, está embarazada, ya tiene 8 meses y está esperando un niño esta vez.
—¿Cómo lo llamaran? — pregunté.
—Anell quiere ponerle Luke.— agregó él — Por mí está bien. No es como si ponerle el nombre tu ex fallecido estuviese prohibido. — claramente Peter estaba afectado.
Lucas y yo nos reímos por lo bajo. Ver a Peter celoso de un muerto valía la pena.
—¡Chicos, vengan para acá! — llamó Thunder.
Jason estaba rodeado de tres niños. Dos de ellos eran míos. La tercera era una niña muy bonita de cabellos rubios y ojos claros.
—Katherine, Lucas, ella es mi hija Silena Thunder.
—Veo que todos han estado muy ocupados. — murmuró Lucas.
—Hola, linda. — saludo a la pequeña ignorando el comentario de Lucas.
—Hola. — Silena se escondió tras Jason.
—¡¡KATH!! — escuché una voz muy familiar, cuando me dispuse a ver quién era, me vi envuelta en un fuerte abrazo.
Danielle:
No puede asistir cuando nacieron los gemelos de mi amiga, pero esta vez no iba a perderme la reunión. Jason nos invitó a Thalia y a mí, le pedimos permiso a Lady Artemisa y nos fuimos a reencontrar con nuestros amigos.
El camino hacia Roma era largo desde Creta. Mientras corríamos por un bosque ya cerca de Nuovo Inizio, Thalia preguntó:
—Danielle, ¿has visto a la hija de Peter últimamente?
—No realmente. Hemos estado tan ocupadas que tampoco he visto a los de Katherine ni Jason.
—Estamos iguales. ¿Por qué no vamos a acampar con ellos? Para conocerlos mejor.
—Suena genial. Si hacemos eso, podríamos tenerlos un par de días en el campo y podemos llevárnoslos hoy mismo, para que pasen una noche en al aire libre.
—Entonces hay que preguntarles a sus padres.
Llegamos. Hazel, la hermana de Kath que aún seguía siendo centurión de la legión, nos dejó pasar directamente y nos llevó a los interiores de la ciudad donde estaba el apartamento de Jason. Se habían modernizado bastante en los últimos diez años.
—Pasen, por favor, ya no deben tardar en llegar. — nos dijo Jason mientras abrazaba a Thalia.
Katherine y Lucas llegaron unos minutos después junto con un niño y una niña. El niño tenía el cabello y los ojos negros, se parecía mucho a Niko, solo con la diferencia de que el pequeño era risueño y Niko no. La niña tenía el cabello largo y ondulado de color café, al igual que sus ojos. Se notaba que ambos hermanos eran traviesos e hiperactivos, pero muy lindos.
Mi amiga no había cambiado mucho. Ella seguía mostrándose tan radiante como siempre. Llevaba su cabello ondulado n***o atado a una media cola. No usaba maquillaje y si lo usaba, no se notaba.
Respecto a Lucas, estaba solo un poco más alto. Traía su cabello revuelto, y sus ojos todavía tenía esa chispa de diversión desenfrenada. Su sonrisa pícara no se había borrado con el paso de los años. Seguía siendo el mismo Lucas de siempre.
Katherine fue a hablar con Peter y luego con Jason. Entonces fui a darle la bienvenida.
—¡¡Katherine!! — corrí hacia ella y la abracé.
Pensé que diría algo tierno después de tanto tiempo, pero no.
—Danielle, suéltame que me asfixias... — ella siempre tan alegre.
La solté.
—Oh, lo siento , a veces no mido mi fuerza. Es solo que estoy emocionada de verte después de tantos años.
—Yo también te extrañé.— añadió y me frotó la cabeza como si fuese uno de sus hijos.
—Hola, Danielle. — Lucas se acercó y tomó a Kath de la mano. —Te ves igual de joven.
—Gracias, me ayuda un poco la inmortalidad.
—Si, ya veo. — esbozó una sonrisa.
—Katherine. Thalia y yo queremos hacer algo para conocer más a nuestros sobrinitos.
—Claro, pero qué tienen en mente.
—Queremos llevarlos a acampar.
—Eso suena estupendo. — dijo Lucas.
—Si, queremos llevarnos a los niños un par de días. — proseguí.
—Pero no puedo separarme de mis ni--
—Kath, será una oportunidad para descansar unos días. — dijo Lucas ocultando su felicidad, pero a mi no me engaña.
—Pero...
Lucas puso su cara de cachorrito y trató de convencerla.
—Creo que podría dejarlos un par de días... Supongo...
Ella desvió su mirada hacia sus hijos y suspiró.
—Pero... ¿Cuándo se los llevarían?
—Hoy por la noche.
—¡¿Hoy?!
—Sí, para que pasen una noche en el campo.
—Amor, — Lucas le rodeó por la cintura — Estarán en buenas manos, además tendremos más tiempo en la noche para nosotros.
Hizo que las mejillas de mi amiga tomaran un color carmesí. Yo no entendí, tal vez sea porque sigo siendo muy inocente o no quería entender a propósito.
—Tal vez... Tal vez pueda dejarlos ir un par de días.
Yo asentí.
—Entonces ¿te parece si Lucas y yo nos vamos temprano?
—Supongo que no hay problema — Sonreí.
—Genial, vamos a divertirnos un rato. — dijo Lucas con una sonrisa traviesa.
—¡¡Atención!! — Jason llamó a todos levantando una copa de vino. — Brindo por la reunión de todos nosotros nuevamente después de cinco largos años.
Thalia les pasó unas copas a mis amigos.
—¡Salud! — todos bebieron de sus respectivas copas.
Luego de un buen rato, descubrí que Katherine estaba borracha.
—Dani, pásame otra. — Lucas la estaba sosteniendo porque no podía mantenerse de pie.
—No, ya fue demasiado.
—Cariño deberíamos ir a casa — le decía Lucas.
—Solo una más... — Katherine se acercaba al minibar de Jason.
—No, nos vamos. — finalizó Lucas. — Danielle, por favor, ponte a cargo de mis hijos ¿sí?
—Claro, tu lleva a Kath a casa.
Lucas se despidió del resto de sus amigos y de sus niños, y se fue con Katherine a su casa.
Katherine:
*3 semanas después*
Estaba tan nerviosa y sobre todo ansiosa. ¿Cómo tomaría él la noticia? La espera me mataba. Estaba sola en casa, los niños habían ido a la escuela y Lucas al taller.
Finalmente Lucas llegó a casa con una sonrisa.
—Cariño, me fue excelente en el trabajo. — me abrazó — Nada podría alegrarme más el día.
—Lo dudo, porque tengo una noticia para ti.
—¿A sí? ¿Y se puede saber qué es?
—Te lo diré cuando lleguen los demás.
—¿Los demás?
—Así es, Charlotte y Jason.
—¿Van a venir?
—Si, Charlie y yo tenemos algo que decirles a ambos.
—Bien, entonces esperaré, — me besó
Lucas se fue a dar una ducha y yo me quedé arreglado la sala. Pronto sonó el timbre.
—Pasen. — los recibí — En un minuto ya baja Lucas.
—Gracias — dijo Jason — Pero no entiendo cuál es la noticia que nos tienen que dar.
—Ya verás — Piper le sonrió a su esposo.
—Chicos — Lucas bajó por las escaleras con una ropa nueva que Afrodita le había regalado. — Ya llegó por quien lloraban. — extendió los brazos.
—No lloramos por ti — Jason le bajo de su nube.
Charlie soltó una risita.
—Bueno, ya que estamos todos aquí, Kath y yo daremos la noticia.
—Estaba esperando que lo dijeras toda la mañana. — murmuró Jason
—Bueno, ¿lista? — miré a Charlotte, ella asintió — A las tres. Una...
—Dos... — dijo ella
—¡¡Tres!! — gritamos las dos al mismo tiempo — ¡¡Chicos, volverán a ser padres!!
Lucas y Jason, quienes estaban sentados al frente de nosotras, intercambiaron miradas.
—¡¿¡QUÉ?!?! — gritaron.