Julia , confundida por lo que le estaba diciendo el hombre, negó con la cabeza y miró hacia el féretro de su madre con tristeza.
—Señor, no sé quién es usted y en este momento, le juro que no me interesa saberlo—Una lágrima rodó por la mejilla de Julia —Estoy enterrando a mi madre, y estoy pasando por el peor de los momentos de mi vida, dígame ¿ Realmente qué está haciendo aquí?
Xavier bajó su cabeza, y negó.
—Disculpe mi descortesía, lamento mucho el momento por el que está atravesando. Pero le juro que lo que tengo para decirle, le va a parecer interesante.
Susan apretó el brazo de su amiga Julia para que respondiera algo, pero ella estaba como bloqueada, el hombre llevaba el mismo apellido de su ex prometido, y eso solo implicaba dolor, posiblemente Fernando lo había enviado para que intercediera por él, después de haber descubierto su traición.
—Señor, le pido que por favor se vaya, interrumpe un momento muy sagrado en mi vida, adiós. —Julia se giró de nuevo hacia donde estaba su madre, pero Xavier aclaró su garganta para llamar su atención.
—Espero en la limusina que está allí a la salida del cementerio, permítame llevarla a tomar un café, deseo con ansias hablar con usted, tengo una propuesta, y sé que en su posición, no querrá rechazarla, con permiso.
—¿Qué tal este idiota? —Julia refunfuñó enojada, pues se sentía invadida, ni siquiera en el cementerio tenía privacidad
Xavier se dio la vuelta y salió rumbo a su limusina, él era un hombre demasiado frío, inexpresivo, ninguna mujer llamaba su atención, ni siquiera de forma tentativa, todas las mujeres que pasaron por sus manos, solamente lo hicieron por una noche, la mayoría se entregaban a Xavier por placer y otras por dinero, en cualquiera de esas dos posiciones, él, no lograba consolidar una relación estable.
Fernando le juró la guerra, y era obvio que su pequeño sobrino no se quedaría con eso, así que él también jugaría sucio, y que mejor, que casándose con su ex.
Los minutos pasaron, y el entierro de la madre de Julia por fin terminó.
Susan y Julia comenzaron a salir del cementerio, caminaron por el sendero, hasta que vieron la gran limusina de Xavier . Susan abrió su boca con sorpresa, y de una forma exagerada gritó:
—¡No puede ser cierto! El ángel sigue esperando, esto debe ser una broma Julia .
—Susan, déjate de bobadas, no es momento, no sé, ese hombre no me trae buena espina.
—Amiga, tengo algo que decirte —Susan se detuvo —Es que anoche hable con mi padre, y no te puedes quedar más en mi casa, solo por esta noche, olvide decirlo, pero ya sabes cómo es él, además estoy sin empleo, tu también, estamos en una mala situación, perdóname por favor.
Julia bajó su cabeza y tragó entero, tenía solo un poco dinero que sobró de la venta de su departamento, Fernando la obligó a salirse de su trabajo para entregarse solo a él y le prometió que la haría feliz. Pero ese sueño acabó cuando lo encontró en su cama con otra mujer.
—No te preocupes Susan, me voy a un hotel.
—Lo siento tanto Julia —Susan la abrazó, pero en ese momento para Julia , no había consuelo.
Siguieron su camino, pasando por el lado de la limusina, ambas se quedaron viendo, y en el preciso instante que cruzaban por el lado de la última ventana, esta se abrió de repente.
—¡Las llevo! Suban por favor —Xavier les dijo
Julia abrió la boca, sin saber que decir, pero su amiga, ya estaba dando la respuesta.
—Si muchas gracias, estamos lejos de la avenida principal.
La puerta de la limusina se abrió para darle paso a las mujeres, Julia sonrió nerviosa, y se sentó en la silla de al frente de Xavier , la limusina en su interior era espectacular, las sillas estaban forradas por el más fino de los cueros, había un minibar y hermosas luces decorándola.
—De verdad, lamento mucho lo que le está sucediendo Julia —Xavier se acercó al minibar y se sirvió una copa —¿Desean tomar algo?
Susan se lanzó de primeras, y le rapó la copa.
—Yo sí, gracias todo ha sido algo extraño.
Xavier sonrió divertido.
—¿Y tú Julia ? ¿Deseas beber algo?
—Yo no, yo no quiero nada —Julia giró la cabeza hacia la ventana, no quería estar allí.
Xavier suspiró y sin más rodeo le dijo.
—Julia , te va a sonar muy raro lo que tengo para decirte, soy el tío de tu prometido, de Fernando
—Ex prometido—Julia aclaró — ¡Ya sabía yo que ese idiota lo había mandado! Déjenos por aquí.
Xavier siseó y suspiró
—Por supuesto que no, él no me ha enviado, lo contrario, he venido porque me entere de lo que él le hizo, más en este preciso momento en el que usted atraviesa por un duro dolor.
Julia lo miró fijamente
—¿Ha sí? ¿Y que con eso? ¿Ha venido a revivir a mi madre? ¿O a defender a ese pendejo?
—Ay Julia—Xavier bebió un sorbo de su copa — a ninguna de las dos, vine hasta aquí porque mi padre nos ha pedido, al pendejo y a mí, que consigamos una esposa para poder heredar, Fernando , convencido de que se va a casar con usted, ya aseguró la herencia, y le juro que ira detrás de usted hasta conseguir que lo perdone.
Julia pasó saliva, y parpadeó rápidamente para evitar que salieran más lágrimas de sus ojos, en el fondo de su corazón, aun quería a Fernando .
—Yo no voy a perdonarlo, él me hizo mucho daño, al contrario, me gustaría verlo sufrir, y que pague todo el dolor lo que me causo —Julia estaba hablando con dolor, y esas palabras fueron melodía para los oídos de Xavier .
—Pues muy bien, mi propuesta es la siguiente, quiero que se case conmigo, un contrato de matrimonio por tres años.
Susan estaba bebiendo el trago, y cuando escuchó la propuesta, sus mejillas se inflaron y escupió la bebida.
—¿Qué? ¿está loco? ¿Se está burlando de mi amiga?
—No claro que no —Instó Xavier —Él me declaro la guerra, pues bueno, yo voy a darle la guerra que quiere, y que mejor que su ex prometida se vea aparentemente feliz.
Julia estaba petrificada, en completo silencio ¿Qué locura era esa?
—¿Y que tengo que hacer yo o qué? —A Julia en ese momento se le estaba presentando la oportunidad de vengarse de su amado, pues el dolor que le causó era irreparable.
—Tú solamente tienes que fingir que estamos enamorados, darme un beso de vez en cuando estemos con la familia, y ya, es todo, te pagaré un sueldo mensual de cien.
—¿Cien dólares? —Refunfuño Susana —Está loco este hombre, vámonos amiga, solo quiere abusar de ti.
—Cien mil al mes —Aclaró Xavier —Además te daré todo lo que me pidas, absolutamente todo
—¿Todo? —Preguntó Julia
—Sí, todo —Replicó Xavier .
—No lo sé, esto debe ser una broma, una trampa, déjenos bajar señor —Julia pidió nerviosa. Y se miró con su amiga, que también estaba incrédula y asustada
—Tranquila Julia , no es una trampa, dame tu correo electrónico y te envío toda la información sobre la propuesta, será solo por tres años, te juro que no habra intimidad entre los dos, no me interesa, solamente quiero pelear sucio como lo hará Fernando . ¡Es todo!
La limusina se detuvo y Julia se bajó junto a Susan.
—Fue un gusto señor Branson , adiós. —Julia le dio un fuerte golpe a la puerta y se fue rápidamente.
—Espérate Julia , no te vayas—Susan la tomó del brazo. —Sí, todo esto es una locura, pero ¿Si es real? Sería una buena oportunidad para ti, lograrías conseguir el dinero para la boutique que tanto has querido, y de paso te vengarías de ese maldito de Fernando , se mordería el trasero al ver que tú eres feliz.
—No lo sé Susan, esto suena bastante extraño. De tantas cosas maravillosas no dan tanto.
—Pues deberías intentarlo cariño.
Las dos mujeres tomaron su camino, mientras que Xavier , decidido envío la información a Julia sobre la propuesta, no necesitaba que ella le diera su correo, él tenía la posibilidad de averiguarlo todo, sin embargo, ella solamente ignoró sus mensajes, sus principios no le permitían aceptar algo así, y menos por dinero.
Los días pasaron y con ellos, las desgracias de Julia empeoraron, el dinero se iba acabando y no conseguía empleo, pero lo peor llegó, cuando encendió la vieja televisión del hotel en donde se estaba quedando, y un gran anunció en la sección de farándula acabaría de romperle el corazón.
«El famoso Fernando Branson anuncia su compromiso con la modelo de talla internacional Avril Anderson, ¿Se acercan campanas de boda?»
Julia dejó rodar por sus mejillas todo el llanto que tenía acumulado durante el tiempo que estuvo alejada de él, se recostó sobre la dura cama y lloró sin consuelo, aquel hombre con el que se imaginó un hogar con dos pequeños hijos, un perro y tal vez un gato, se estaba yendo a la basura, de manera ilusa imaginó que él volvería pidiendo perdón, pero estaba equivocada, su prometido, ya no era suyo, por el contrario, se entregaría en matrimonio con otra mujer, y no justamente era la rubia que lo cabalgaba el día que le fue infiel.
Después de llorar por un par de horas y sentir que no le quedaba una sola lágrima más, abrió su laptop y se fue directo a su correo, abrió la bandeja de entrada y releyó la propuesta que le había enviado Xavier , dio clic en responder, y envió un mensaje.
« SI ACEPTO SU PROPUESTA »
Xavier estaba en su despacho, una notificación parpadeó en la pantalla de su gran laptop y se sorprendió al ver de quien se trataba, Julia Beller …
Abrió el correo ansioso pero sin muchas esperanzas, ya pasó tiempo desde que ella dijo que no , y tal parecía, que seguía renuente, pero su cara cambió, cuando leyó el mensaje.
Satisfecho, sonrió y sirvió una copa de alcohol, se la bebió de un solo sorbo, y respondió el mensaje.
«La espero mañana en mi mansión, envío los datos, a las 8:00 am por favor, sea puntual»
Cerró la pantalla de su computador y se sirvió otra copa, sin embargo, en ese instante, Gerónimo entró a su despacho con cara de terror.
—Señor, hemos perdido un cargamento
Xavier estrelló la copa contra el suelo y furioso se levantó
—¿Qué? ¿Quién fue el imbécil?
—No lo sabemos señor, pero no hay señales de la mercancía, tal parece que los Feldman están detrás de todo esto, hay que cuidarse señor.
—Vamos a buscar a los encargados, esto no se queda así —Xavier tomó su gabán y sacó sus guantes de cuero, él aparentaba ser un hombre educado, pero en realidad, era frío y calculador.