Narrador. Los días fueron pasando candentes para los recién casados, cualquier lugar en la mansión e inclusive fuera de esta, era propicio para que se dieran muestras de pasión, sin embargo, no solamente se trataba de una atracción s****l, estaba el amor, el sentimiento más profundo que los ataba a estar el uno con el otro, y Xavier, jamás se sintió tan enamorado como lo estaba de Julia. La veterinaria estaba surgiendo muy bien y Julia, además de enfocarse en su matrimonio, también se concentró en su negocio. Como todas las mañanas, ella estaba sentada en su caja registradora, haciendo el arqueo para el cambio de turno, cuando la puerta principal se abrió. Un precioso ramo de flores se sumaba a uno más de los detalles que su esposo le llevaba a diario. El delicioso aroma de las rosas