Capítulo 1

3889 Words
Es imposible para mí no mirar al hombre que está frente a mío caminar de un lado para otro pasándose la mano por el cabello mientras yo intento no llorar más . —Laura, por favor, ya hablamos de esto . —¿Esa es tu gran respuesta para zafarte del problema?, es increíble lo que me estás diciendo . —No lo comprendes, estamos bien —¡No! ¡No estamos bien! ¡No estamos para nada bien, por ningún motivo en esta vida! ¡¿No te das cuenta de lo mal que estamos?! —¡¿Qué no me amas?!— Dice y realmente creo que él piensa que aquello es una realidad . Nos miramos fijamente hasta que yo tiemblo por dentro y por fuera sintiendo mi corazón convulsionarse y estrujarse dolorosamente, ¿Qué si lo amo? No sé la respuesta y mucho menos después de tantos problemas, por lo que, bajo la mirada desviándola un poco, me da un poco de vergüenza no saber qué responder con exactitud, no quiero mentir tampoco . —¿No me amas más, Laura? —Bueno, sí, yo…mmm, te quiero .— De inmediato Nicolás me toma por los hombros haciendo que lo encare . —Eso me basta, no hay necesidad de decir nada más, eso es suficiente para mí . —Pero a mí no me basta .— Me suelto sentándome en el sillón para suspirar cansada .— Nicolás, he llegado a mi límite, no quiero seguir conformándome con vivir infelices porque a ambos nos da miedo el cambio, nos merecemos algo mejor que estar juntos por miedo a sentir que nos derrumbaremos si nos separamos . —Laura… mírame a los ojos, quiero ver cuán sincera eres al decir aquello . Nicolás se sienta a mi lado mirándome fijamente mientras toma mis manos entre las suyas . —Sé que no hemos pasado tiempo juntos este año y hemos creado un sin número de inseguridades, yo estoy consciente de eso y … —¿Solo este año? ¿Y qué me dices de los años anteriores?—Él hace una mueca de disgusto, ya que, sabe que es verdad, sin embargo, continúa tratando de convencerme de recuperar una relación que ya murió hace mucho tiempo . —No puedo evitarlo, amo mi trabajo y tú el tuyo, ambos hemos estado ocupados y creí que no estar siempre encima de ti sería lo ideal, no quería hostigarte, pero si necesitas que me quede contigo lo haré, y si es porque no te he pedido que nos casemos, sabes que cuando tú digas que estás lista yo también daré el gran paso, mira, todo lo que hemos construido juntos, ¿Realmente quieres acabar con todo esto? Nuestros padres estarán muy decepcionados con nosotros, somos la pareja de oro, no rompas nuestra burbuja . Nicolás me señala con su mano nuestro “hogar” que hemos construido con demasiado esfuerzo con el paso del tiempo, trago saliva sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas mientras miro todo a mi alrededor, cada objeto y cada decoración que yo misma escogí al igual que los aspectos de nuestra relación, tanto sus gustos como los míos en un mismo lugar, he participado muy activamente en la creación de esta vida de ensueño, pero entonces, ¿Por qué me sentía vacía?¿Por qué siento no encajar con este lugar que yo misma construí?¿Por qué no me veía a mí misma dentro de ella? En cuanto me abraza me sujeto a él pero apenas su celular suena y él se despega sé que lo único más imposible que irme es quedarme, no necesito más de esta mierda en mi vida, Nicolás se levante para contestar mientras yo tomo mi celular y mi cartera mirando como habla y me mira diciéndome con señas que “Por favor, lo espere un momento” pero yo simplemente no puedo esperar más, ya estoy cansada de ser quién siempre deba esperar, ya estoy cansada de ser quién deba estar en segundo lugar en su vida, es por ello, que voy con él quitándole su celular y colgando la llamada mirando como abre los ojos de la impresión . —Nicolás, escucha, será la última vez, puedes quedarte con todo lo que hay dentro de esta casa, no me interesa, no lo necesito, solo quiero mi tranquilidad, quedarme contigo sería seguir mintiéndome a mí misma, ya no quiero más de esto, quedarme a tu lado sería como una vieja herida, como un desengaño amoroso al que aferrarme por el placer que nos da lastimarnos y es suficiente, estoy segura de que encontrarás a una persona que quiera las mismas cosas que tú pero esa no soy yo, ya me cansé, ya he tenido suficiente de estas apariencias, Adiós . Se queda estático mientras yo termino de salir de la casa tal y como llegué a esta ciudad, con absolutamente nada, camino pensando que mi corazón se romperá pero eso no pasa, ya que, hace mucho que dejó de importarme, al contrario, es como si a cada paso que doy la carga sobre mi espalda y mi alma se fuera aligerando, siento que acabo de quitarme un gran peso de encima, no sonrío porque a pesar de que el peso se desvanece, la soledad pasa a tomar su lugar y quiero pensar que aquello es Lorenzol, es la etapa de duelo pero era necesario no seguir en una mentira, ahora sé que no lo amaba con seguridad pero duele, mi corazón duele pero confío con que el tiempo aligerará el dolor que siento . Sí, me lastima haber terminado con Nicolás pero he llegado a un punto en mi vida en el cual no estoy feliz ni con lo que hago ni con lo que soy, duramos cuatro años juntos y me aterra decir que han sido de lo más miserable en mi vida, él nunca estaba, yo tampoco, a nadie le importa y lo peor es que dejé un montón de sueños y metas de lado con tal de estar ahí, esperándolo en vano, ya que casi nunca llegaba a la hora que debía y yo simplemente me quedaba dormida, o más bien esperándome a mí misma, a por fin decidirme a hacer algo que me lleve un paso adelante a lo que realmente quiero ser . ¿En qué momento me dejé ir tanto?¿Cuándo fue que dejé que mi vida tomara este rumbo? No pienso más, solamente tomo un taxi que me lleve a cada de mi mejor amiga Débora . En cuanto llego a su enorme y bonito hogar me siento bastante fuera de lugar ¿Qué carajos estoy haciendo tocando el timbre de una residencia a las ocho de la mañana de un martes a mediados de primavera? La enorme puerta se abre y quién me recibe es Débora cargando a dos de sus hijos . —¿Laura? ¡Qué sorpresa! Pasa, pasa, estás en tu casa . Entro mirando a tres niños pequeños de diferentes edades correr aparte de los que él carga . —¡Vengan todos, tomen sus mochilas que ya es hora de irse a la escuela! —¡Mami, ya se nos hizo tarde! Papá se enoja cuando nos mandas tarde a la escuela . —Si bueno, su papá está de viaje y no tiene porque enterarse ahora vamos, el chofer los espera . Laura, siéntate, dame un segundo que si no los mando fuera ahora se quedan y si Leonel se entera se pondrá como Hulk, es un poco malgenio, pero así y todo es pura miel en la cama, no por nada me ha hecho cinco hijos ya . Asiente sentándome en el sillón, conmoviéndome y sonriendo al ver a Débora arrodillarse frente a cada uno de sus hijos para arreglarles sus uniformes escolares y sus mochilas, asegurándose de darles un par de consejos de vida y sobrevivencia dentro de la escuela, ya saben, por el posible bulling que puedan sufrir, pero sobre todo me conmuevo cuando los llena de muchos besos y abrazos . —Recuerden, no dejen que nadie los moleste y si lo hacen, deben demostrarles quién manda, si me mandan a llamar de la dirección diré que son niños extrovertidos, no se preocupen mis amores, tengo todo bajo control . —¿Enserio, les dices eso, Débora?— Mi amiga se encoge de hombros riéndose junto a mí y los pequeños . —Papá dice que no debemos pelear pero es porque papá es un blandito .— la pequeña mostró sus puños lista para defenderse . —Su papá dice muchas cosas, unas buenas y otras… no tanto, solo no se metan en problemas muy grandes y si lo hacen asegúrense de que me llamen a mí y no a él que se enojará con todos, incluyéndome . Todos volvemos a reírnos mientras ella hace que se despidan de mí para luego llevarlos a la puerta a donde ya los espera el chofer que los llevará, una vez que se van, Débora se queda mirando el camino hasta que por fin suspira y cierra la puerta .— ¿Leonel, está de viaje? —Sí, pero regresará pronto, dentro de una semana más o menos, si es que todo sale como tiene planeado, pero cuéntame, ¿Qué hay de ti, qué pasa? ¿Ya desayunaste? —La verdad es que no .— en realidad, no tengo mucha hambre . —Ven, vamos a la cocina . Voy con ella siguiéndola a la enorme cocina donde una empleada ya se encuentra limpiando la mesa llena de platitos para niños, me siento dejando que Débora me sirva algo para luego acomodarse junto a mí, sabiendo que ya se dio cuenta de mi cada de pocos amigos, no es que tenga muchos ánimos de reír o sonreír luego de haber dejado una relación estable entre comillas . —¿Qué hay con esa cara?¿Nuevamente peleaste con Nicolás? Permanezco en silencio jugando un poco con la fruta con mi tenedor para luego mirarlo, Débora me sostiene la mirada mientras le da un trago a su tasa de café .— Hemos terminado y no hay marcha atrás .— Apenas le digo Débora escupe su bebida, tosiendo hasta que se calma y limpia para luego mirarme impresionada . —¿Estás loca? No te creo, debe ser una broma, vamos es momento de que te rías y me digas que es una broma, ustedes son la pareja de oro, no te creo . —No es una broma, simplemente ya no lo amo, ya no siento nada por él, acabo de terminar una relación de años y eso es lo que menos me importa en estos momentos, no te mentiré duele, pero lo superaré, superaré el hecho de haber sido un accesorio durante años . —Mmm…supongo que tienes un punto a favor, ¿Qué pasará con tus cosas? Si es definitivo, te corresponde la mitad de todo lo que han comprado . —No me importa nada, quiero que se quede con todo, no es como que estemos casados o algo por el estilo . —No se trata de orgullo, no seas idiota, ¿Ya olvidaste cuánto invertiste en esa casa, tu estudio, tus autos, todo? Es inversión, no es basura, no seas tonta . —No me interesa nada Débora, con tal de no volver a verlo, simplemente no puedo seguir con él . —¿Y qué harás? —No lo sé, ¿Puedo quedarme hoy contigo? No es como que pueda regresar a Australia e ir a casa de mis padres, mi mamá se pondría a llorar y mi padre querría golpear a Nicolás, lo cual, no me molestaría pero no quiero que el drama se expanda .— Débora me sonríe asintiendo y dándome una palmada en el hombro, las horas se pasan entre bromas de la ocurrente Débora intentando hacerme sentir mejor hasta que sus hijos regresan y comemos juntos, para luego jugar un largo rato, ayudarlos con sus tareas hasta que nuevamente la hora de la cena llega y después de eso los más pequeños se tienen que ir a dormir . Mi estadía se extiende, los días se pasan vacíos en mi mente y en mi corazón hasta que llega el día en que regresa Leonel, y como mi habitación está cerca de la suya le pido a Débora que si va a follar con él no lo haga muy fuerte, Débora se ríe dándome un golpe en el brazo para luego decirme que bajará a esperar a su marido y que si necesito algo que le llame, asiento yéndome a mi habitación para tomar un baño caliente, una vez fuera colocarme una bata, tirarme a la enorme cama y ver en mi celular nuevamente varias llamadas perdidas de Nicolás . Simplemente ignoro aquellas llamadas a excepción de un mensaje de mi hermana Teresa la cual me dice que debería tomarme unas vacaciones del trabajo aprovechando que soy mi propia jefe y visitarla en Bali con su odioso marido y sus hijos, ya que, hace más de tres años que no nos vemos, verle la cara a Alan definitivamente no es algo que quiera hacer por más bonito que sea el lugar y por mucho que extrañe a mi hermana y sobrinos, suspiro hasta que escucho voces provenientes de algún lugar cercano, debe ser Débora platicando con su esposo que ya llegó . —¿Entonces, por qué me dices que está aquí?—están hablando de mí y sospecho que ya debería de irme . —Ya te lo dije, Leonel, está pensando las cosas, se separó de Nicolás, por lo cual, es un momento difícil para ella, estuvo con el tipo cuatro años y no tiene a donde ir y aunque le sugerí que se emborrachara y tuviera sexo con alguien en un antro cualquiera no me escuchó, ella simplemente no sabe cómo reemplazar un amor por mucho sexo salvaje . —¿Qué clase de estupidez le sugeriste? —Pues, yo lo haría si nos separáramos, es la ley de la vida .— ella simplemente es muy boba pero se ve muy tierna al pensar que es la mejor opción . —¿Perdón? —Es broma tesoro, quita esa cara de estirado, el punto es que necesita apoyo emocional y yo soy su mejor opción y soporte . —Debe estar desesperada para haber venido a escuchar tus consejos . Simplemente me cubro el rostro con un cojín y apago las luces para por fin quedarme dormida, si supieran que yo también me detesto en este momento, nuevamente las horas pasan sin que yo pueda dormir hasta que me levanto y enciendo el pequeño computador portátil que me prestó Débora, por fin, después de pensarlo mucho tomo la decisión que tal vez no me cambie la vida pero si me ayude, por lo menos, a avanzar un poco . Un par de minutos después en compañía de mi tarjeta de crédito y demás pareciera que el sueño por fin me llega, espero haber tomado una buena decisión, en cuanto me despierto miro que ya es bastante tarde y ya no hay alboroto, lo cual, indica que Leonel al igual que sus hijos ya salieron, me levanto y arreglo a prisa para bajar y encontrarme con Débora en la cocina, la cual me espera para desayunar . —Ya era hora . —Lo siento, dormí de más .— Mi amiga me sonríe indicándome que me siente, lo cual hago vagamente, aún tengo un poco de sueño . —¿Lloraste toda la noche por él? —Ni una sola lágrima . – no doy mi brazo a torcer en cuanto a mi decisión . —¿Eso es bueno o malo?—me pregunta y la verdad es que ni yo misma sé la respuesta . —No lo sé…— respondo vagamente . —En ese caso, ¿Ya sabes qué hacer? —Sí, creo que sí . —¡Genial! ¿Qué harás? Termino de masticar solo para darle un trago a mi jugo y aclararme la voz .— Iré a Bali a ver a Teresa . —Vaya…¿De vacaciones?¿Cuánto tiempo? —No lo sé, tal vez para siempre, indefinidamente es lo más probable . —¿Ah? ¡¿Estás loca?! ¡¿Qué hay de tu trabajo?! ¡De tu vida aquí! No puedes irte y dejarlo todo así como así, piensa en la vida que vas a dejar aquí . —Débora, ¿Sabes lo que sentí esta mañana cuando desperté? —No, no logro adivinar qué pasa en esa cabeza tan loquita . —¡Nada! Absolutamente nada, ni una chispa de vitalidad, ni ganas de hacer nada, ni siquiera calor en mi cuerpo y eso solo empeora Débora, me aterra, es peor que la muerte perder las ganas de vivir, de sentir, pensar que siempre seré esta persona me aterra, ¡Me asusta! —Débora niega con el cabeza cansado y mirándome fijamente . —Laura tranquilo, mucha gente pasa por esto, se enamoran torpemente cuando son adolescentes como en tu caso, inicia, una relación seria, se van a vivir juntos, arreglan su hogar, echan raíces y cuando las cosas se ponen difíciles un día se dicen “Esto ya no es para mí” . Entonces se caen, se hieren, pero se vuelven a levantar y vas a una jodida terapia con un psicólogo o yo que sé, no simplemente te retiras de la vida . —No me estoy retirando . Débora necesito cambiar, necesito un cambio en mi vida . —Laura nos tienes a todos nosotros, tus amigos, tu familia, no estás solo ya que nosotros te apoyamos y sobre todo te amamos . Aprieto los puños negando rápidamente con la cabeza . — Dime Débora, ¿Tú sientes mi amor por ti? ¿Mi apoyo? ¡No, no hay nada! ¡No tengo nada dentro de mí! ¡Estoy vacío! ¡Como muerte en vida! ¡Prácticamente no tengo pulso, soy inerte, invisible, inservible! — Débora se queda callado mientras yo me tranquilizo inhalando con fuerza . — Me iré a Bali, ya te lo dije . —¿Por qué a Bali? Puedes ir a un lugar más cerca, no lo sé, he visto que en dos cuadras están arrendando departamentos . —No lo sé, porque me atrae, suena hermoso, lindo, excitante, y quiero eso Débora, quiero eso en mi vida, necesito sentirme libre nuevamente, quiero reírme, comer algo delicioso, tener deseo de disfrutar, de vivir el cual ha desaparecido, quiero ir a algún lado donde pueda maravillarme con algo, sonreír hasta que me duela el rostro, reírme hasta las lágrimas, yo que sé, tal vez seguir tu consejo, beber, embriagarme y tener sexo con un hombre atractivo al cual, por lo menos, le interese seducirme . —¡Laura, por dios, estás comportándote como una maldita adolescente! ¡Reacciona, por favor! —¡Entonces seré una adolescente! No me interesa, porque desde que tenía quince putos años he estado en relaciones estúpidas que no hacen más que hundirme, saliendo de una solo para meterme a otra por tantos años de mi vida, ¡Y mírame, mírame ahora! ¡No tengo nada! ¡Nunca he tenido tiempo para mí en mis malditos veinticinco años! No tengo nada de tiempo, ni siquiera para tirarme un pedo cuando se me plazca . – Débora me mira fijamente solo para suspirar . —¿Cuándo te vas? —Hoy en la noche .— Mi amiga abre los ojos de la impresión solo para terminar sonriendo . —Estás loca, ¿Lo sabes, verdad? —Créeme que lo sé, pero tengo fe con que estoy tomando una buena decisión . —Ni siquiera cuándo íbamos en la universidad se te ocurrieron semejantes hazañas . —Ni a ti, casado y con tantos hijos, esa sí que es una locura, mira que tener cinco, eres una máquina de hacer bebés, tú que decías que no tendrías hijos . —La gente cambia . —Sí, la gente cambia, tienes mucha razón . – Ambos nos sonreímos y volvemos a comer, por la tarde Débora le encarga sus hijos a las empleadas solo para acompañarme a comprar un par de cosas para el viaje y demás, también me aseguro de contactar a mi hermana y decirle que iré a verlo, lo cual le sorprende y se alegra en exceso, por último le aviso a mis padres justo antes de ir rumbo al aeropuerto cuando ya no pueden detenerme, después de todo ya no soy una niñita . —Seguramente regresaré como en una semana, harta, llorando y con una jodida malaria, no entiendo como es que mi hermana ha decidido vivir en un lugar tan paradisiaco como Bali .— ambos nos reímos mientras Débora termina de estacionar su auto para luego ayudarme con mi maleta mientras yo me coloco mi mochila para ingresar al aeropuerto rumbo a la sala donde tengo que abordar .— Ya me dio miedo sabes y lo más gracioso es que esta vez no tengo a nadie que me espere en casa, de hecho ni siquiera tengo una maldita casa a la que volver, a la mierda todos, me voy de aquí . —Está bien, ya harás amigos o yo que sé, te hará bien alejarte de todo esto, de hecho Leonel y yo hemos estado pensando en irnos un mes entero a la enorme villa que tiene su familia, tal vez dentro de quince años cuando los niños sean más grandes nos volvamos a ver . Apenas escucho su voz extraña y sus palabras cortadas ambos nos miramos con la mirada algo quebrada . — ¿Qué? — Nos detenemos y Débora me sonríe algo tembloroso para luego colocar su mano en mi hombro . —¿Sabes por qué te molesté tanto hoy en la mañana? —Nos miramos fijamente mientras ella suspira mirando por todos lados para luego enfocarse en mí . —Dios sabe que amo mi vida, mi trabajo, a mi marido y sobre toda a mis hijos, pero… quisiera poder ir contigo . Ambas nos miramos con los ojos llorosos por lo que rápidamente nos abrazamos, Débora frota mi espalda para luego despegarse y sonreírme enormemente . —Te quiero y estoy sumamente orgullosa de ti, ahora vete y sé tan feliz como puedas, prométemelo, vuelve a sonreír como solamente tú sabes hacerlo . Me aguanto las estúpidas emociones y las ganas de llorar abrazando con fuerza a Débora, la cual me sonríe, una vez lista me voy y tomo mi vuelo, en cuanto el avión despega no me queda más que suspirar, digamos que será un largo descanso y que me inspiraré, ya sé, soy una periodista y como tal podría escribir sobre una mujer que se va a Bali a aprender el idioma nativo y titularlo “Playa azul, chicos sexys y más”, sonrío sabiendo que soy una estúpida y no sé lo que hago pero todo es mejor que quedarse en un lugar que solo me causa dolor .
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