Desperté 2 días despues de la golpiza que me dió mi padre, la madre de Yuuto estaba limpiandome con un trapo y agua tibia, ella es una mujer muy amable, siempre que me veía me saludaba y a veces me regalaba fruta, siempre le decía a Yuuto que me tratara bien y que no fuera malo conmigo, incluso le decía que debía protegerme de los chicos que me acosaran. Yo realmente le tengo mucho aprecio.
-Ummm...
-Ah, lo siento cariño, ¿Te lastimé?
-No... Ummm...
Abrí mis ojos y me tomo unos segundos poder ver bien, definitivamente no estaba en mi cuarto.
-¿Don... Donde estoy...?
-Es el cuarto de Yuuto.
No fue hasta que ella me dijo eso que recordé lo que había pasado. Es verdad, Yuuto me había sacado de mi casa en sus brazos y ese es su cuarto, tiene algunas fotos de nosotros en diferentes lugares y en la escuela, tambien los peluches que le regalo en el día de la amistad y pequeños regalos que le he dado para las navidades. Las ventanas de nuestros cuartos estan una frente a la otra por lo que habían veces que nos quedabamos hasta tarde hablando, nos tiramos mensajes en papeles y cuando estabamos niños incluso hicimos el tipico experimento de la comunicación atravez de los vasos de plastico.
Estar en ese cuarto y ver todos esos recuerdos me hiso sentir mucha nostalgia, quería regresar a esos dias de diversión.
-¿Que hora es?
-Son las 11:00 am. Seguramente Yuuto vendrá a almorzar a casa, no va a tardar en venir. Iré a preparar las cosas para que él solo agarre, mientras tanto tú procura no mover el brazo. Te prepararé una sopa para que puedas comer despues que te quiten el suero.
Cuando ella me dijo eso ví mi mano y efectivamente ahi estaba el cateter. Ella había cuidado mucho de mí mientras estaba inconciente, los ojos se me llenaron de lagrimas, me pregunte si mi mamá tambien sería asi de amable conmigo o si se iría al lado de mi padre.
Limpie mis ojos y entonces ví una fotografía que estaba en una pequeña mesa al lado de la cama. Recordaba muy bien ese día, fue para cuando celebramos los intranmuros en mi escuela (dias de deporte) hace 2 años las chicas jugamos beisbol y los chicos futbol. Nuestro equipo quedó en segundo lugar y yo me sentía muy frustrada porque me caí y el equipo contrario tomó ventaja de eso para completar la vuelta ganadora. Yuuto me ayudo a levantarme, seco mis lagrimas y me prometió que él ganaría y me daría el trofeo. Los partidos de los chicos fueron bastante intensos, pero Yuuto estuvo espectacular, y tal como lo prometió en el último minuto anotó el gol ganador. Me sentí tan emocionada que corrí hasta donde él y me lance sobre su espalda y abracé su cuello, la madre de Yuuto estaba viendo los partidos y tomo la fotografía en el momento exacto.
-Esa es una de mis fotografías favoritas.
-¡Ah...! ¡Yuuto, me asustaste!
Él se apresuro a llegar a mi lado, y me toco la frente.
-Lo siento no quería asustarte, es bueno que ya no tengas fiebre.
-Tu mamá me a estado cuidando muy bien.
-Si, ella te quiere mucho.
-¡¿Y que dices de tí?! No fuí solo yo la que estuve cuidando de ella.
La madre de Yuuto entró a la habitación con una bandeja en sus manos. Traía dos platos de sopa con un vaso de atol, otro vaso con jugo de naranja y dos tortillas.
-Azul, por el momento solo puedes tomarte la sopa y el atol, de lo contrario puede dolerte el estomago.
-De acuerdo, gracias.
-Yuuto, recuerda que a la 1:30 son las clases de la tarde, debes de ir.
-Pero...
La madre de Yuuto le dirigió una mirada asesina y él no dijo nada más.
-No te preocupes Yuuto, yo estoy bien. Te estaré esperando aquí.
No quería causarle problemas, estaba muy agradecida con ambos por ayudarme y cuidarme todo este tiempo.
-Haizzz... De acuerdo.
-Chico listo.
Luego de decir eso ella salió del cuarto.
-¿Como te sientes?
Ya estaba acostumbrada al cuidado de Yuuto pero esta vez sentí que estaba siendo mas dulce que de costumbre.
-Un poco adolorida del cuerpo, pero ya me siento mejor. ¿Que tan mal había quedado?
La mirada de Yuuto se oscureció solo de recordarlo.
-Te rompió 2 costillas, se te crearon muchas contusiones, la más peligrosa fue la que tenías en la parte de atras de tu cabeza, aparte de eso, tienes varios moretones y rasguños.
-Ya veo... Debe haber sido dificil para tu mamá haber estado aplicando las cremas y...
Su rostro se puso muy rojo de repente, Yuuto es de piel blanca ya que su padre es Japones y su madre salvadoreña. Él siempre a sido muy famoso en la escuela por la forma de sus ojos ya que sus ojos no son tan pequeños como se esperaría de alguien de raices asiaticas por el contrario tiene unos bonitos ojos color miel y su piel es muy blanca, siempre hace ejercicio por las noches asi que su cuerpo esta muy bien tonificado y su altura es de 1.90. Definitivamente es muy popular con todas las chicas.
-¿Porque de pronto te pones rojo? ¿Que sucede?
-Na... Nada... Es mejor que regrese a la escuela. Trata de descansar ¿De acuerdo?
-Pero quiero saber...
El se acercó y me dió un pequeño beso en la frente, mi corazón palpito tan rapido que por un segundo olvidé todo.
-De verdad no pasa nada Azul. Te prometo que vendre corriendo en cuanto terminen las clases.
-Ok, ten cuidado.
-Si, nos vemos.
-Adios.
Yuuto salió de la habitación y yo lo seguí viendo hasta que se perdió de mi vista desde la ventana. Me quede ahí sentada con los latidos de mi corazón a mil por hora, el beso de Yuuto me había tomado por sorpresa, y el lugar donde me había besado parecía que ardía.
Toc... Toc... Toc...
Escuché golpecitos en la ventana, asi que volví a levantarme para ver que estaba pasando.
-¿Azul, como estas?
Era Saul, estaba en el pequeño espacio que hay entre mi casa y la de Yuuto. Al verlo sentí mucha rabia, mi sangre hirvió y si hubiera tenido una roca al alcance de mis manos estoy segura que se la habría lanzado.
-¡¿Y a tí que te importa?! ¡Deja de molestarme idiota!
Luego de eso cerre la ventana pero Saul siguió tirando piedras pequeñas. Tiraba tantas que por un segundo me preocupo que fuera a quebrar los vidrios de la ventana, asi que me levante y la abrí de nuevo. Justo en ese momento él había tirado otra piedrita y tiene una puntería tan jodidamente buena que me dió justamente en la frente.
-¡Ouch!
-¡AZUL!
-¡Maldito imbecil!
-¡Perdoname no quise hacerlo!
Ambos nos quedamos callados por unos segundos hasta que él estalló en carcajadas.
-JAJAJAJAJA... Eso estuvo epico... Lo... Lo siento es que abriste la ventana sin previo aviso... Y yo... Jajaja....
Aunque estaba molesta con él sabía que el incidente de este momento realmente no había sido aproposito y si no se tratará de Saul yo tambien me estuviera muriendo de la risa.
-¿Me vas a decir que es lo que quieres?
-Ah... Si... Lo siento... Ahem.
Dejó de reirse y se puso serio.
-Azul, quiero pedirte disculpas por lo que sucedió el otro día en tu casa. No debí haberte tocado sin tu permiso.
-¿Y solo por eso quieres que te perdone?
-No, te prometo que cambiaré y que a partir de ahora ya no seré malo y cruel contigo. Quiero que volvamos a ser los mismos de antes, que retomemos nuestra amistad, que hagamos un nuevo comienzo de antes de haberte lanzado esa piedra cuando estabamos pequeños.
-Es facil para tí decirlo Saul. Tú fuiste el que ocasionó el dolor, yo fuí la que tuvo que soportar ese dolor que ocasionaste.
-Perdon Azul, realmente he sido un idiota y no me percaté del daño tan grande que te estaba haciendo hasta ese día que te ví tirada en el suelo.
Recordar ese día lastimaba mas que todas estas heridas en mi cuerpo, mi padre me había decepcionado y traicionado y eso dolía mucho.
-Lo siento Saul, no puedo perdonarte. Al menos no en este momento.
-Lo sé, pero quiero que sepas que haré todo lo que este a mi alcance para que me perdones.
-Haz lo que quieras, ahora si me disculpas me iré a acostar, me duele la cabeza.
-¿Necesitas algo?
-No, adios.
-Azul... Recuperate.
-Claro.
No sabía si lo que Saul estaba diciendo era verdad o no, pero definitivamente no bajaría mi guardía.
Volvi a la cama y cerre mis ojos, no era mentira lo del dolor de cabeza, quizas todo se debía que había recordado lo que sucedió ese día. No sabría que hubiera pasado conmigo si Yuuto y su madre no huebieran aparecido en ese momento. Tenía muy en claro que aunque el tio Samuel dijera quererme eso no eran mas que mentiras, de lo contrario habría detenido a mi padre en lugar de solo quedarse viendo, mi padre estaba ciego por una promesa del pasado, Saul tiene un comportamiento extraño quizas hasta bipolar. Ahora tenía en claro que las personas que siempre estaban de mi lado incondicionalmente eran mi hermana mayor Abril, la madre de Yuuto, Jade y por supuesto Yuuto. Él era quien mas sentía que estaba de mi lado, sin importar nada, sin importar si yo tuviera la culpa o no, él siempre se ponía de mi lado.
-Yuuto... Vuelve pronto...
...
-¡DEJAME VERLA, ELLA ES MI HIJA!
-JA, ¡¿Y AHORA RECUERDAS QUE ES TU HIJA?! ¡ESA NIÑA PASO INCONCIENTE 2 DIAS POR TU CULPA!
-¡ELLA COMETIÓ UN ERROR Y COMO SU PADRE QUE SOY DEBÍA CORREGIRLA!
-¡¿ENTONCES POR CORREGIRLA LA IBAS A MANDAR AL OTRO MUNDO?! ¡ESA ES LA MAYOR IDIOTES QUE HE ESCUCHADO EN MI VIDA!
-¡ENTIENDE QUE DEBO HONRAR LA MEMORIA DE SOFÍA!
-¡¿Y QUE HAY DE LA DE LILIAN?! ¡TU ESPOSA ERA LILIAN, NO SOFÍA! ¡ELLA SOLO QUERÍA QUE SU HIJA FUERA FELIZ! ¡¿QUE HAY DE HONRAR LA MEMORIA DE TU ESPOSA!
-¿Que esta pasando?
-Tranquila, todo estara bien, aqui estas a salvo.
Yuuto estaba sentado a un lado de la cama con la mirada fija a la puerta, como si pensara que en cualquier momento se abriría de golpe y él estuviera preparandose para ponerse enfrente.
-¿Yuuto? ¿Que esta pasando?
-Tu padre quiere llevarte a tu casa pero mi madre no lo permitira.
Decía eso pero no dejaba de ver hacia la puerta.
-¡NO ME IMPORTA LO QUE DIGAS! ¡ME LLEVARÉ A ESA NIÑA A LA CASA AHORA MISMO!
-¡NO LO HARAS. SI PONES UN SOLO PIE DENTRO DE MI CASA LLAMARÉ A LA POLICÍA Y LES MOSTRARÉ TODO EL CUADRO CLINICO DE AZUL PARA QUE TE LLEVEN PRESO, MALDITO ABUSADOR!
-Traten de calmarse ustedes dos. No hay necesidad de eso. Marí, ella pese a todo es su hija. Al menos deja que la vea.
-¡¿Para que?! ¡¿Para que termine de romperle las costillas que le faltaron?!
-Sabes que no hará eso.
-Si ya lo hiso una vez, no hay nada que me asegure que no lo volvera a hacer. Y no me pienso arriesgar. Dejen de involucrar a estos niños en sus estupidos juegos.
-Marí no tienes que mencionar eso aquí.
-¡¿PORQUE NO?! ¡¿SE CREEN CON EL DERECHO DE HACERLES DAÑO A ESTOS NIÑOS PERO NO QUIEREN QUE ELLOS SE DEN CUENTA DEL PORQUE?! ¡LES DIJE QUE LO QUE ESTABAN HACIENDO NO ERA CORRECTO, SE LOS DIJE HACE MAS DE 20 AÑOS!
-¡CALLATE! ¡NO ME IMPORTA LO QUE DIGAS! ¡ME LLEVARÉ A LA CASA A MI HIJA LO QUIERAS O NO!
-¡NO TE ATREVAS...!
Sentí temor de ver a mi padre en ese momento, comencé a temblar y las lagrimas comenzaron a caer descontroladas.
-Azul, ya te dije que no dejaré que te vuelva hacer ningún daño, y yo jamas te he roto una promesa.
En ese momento abrace a Yuuto con las pocas fuerzas que tenía, él me rodeo con sus brazos con mucho cuidado para no lastimarme.
-No quiero ir con él... No quiero...
-No te llevará, no lo permitiré. Mirame.
Levante mi mirada y nuestros rostros quedaron muy cerca. Yuuto se acerco aún más y yo solo cerre mis ojos. Sentí sus labios por primera vez, eran suaves y su aliento muy dulce, el beso fue largo, era como si él estuviera transmitiendo todos los sentimientos que había guardado por muchos años en tan solo unos pocos minutos. Luego separo sus labios de los mios y me miró fijamente.
-¿Ya estas mejor?
-Yo...
No sabía que decir, solo sabia que miles de mariposas establan flotando en mi estomago, mire sus ojos color miel y asenti con timidez. Él volvió a besar mis labios, esta vez con besos muy pequeños.
-Lo siento, no puedo creer que finalmente probé tus labios, aunque no fue en el mejor momento.
Fue entonces que volví a la realidad. Los gritos habían cesado, ¡¿Que estaba pasando?! ¡¿Mi padre había entrado a la casa?!
-¡¿Que estas haciendo Saul?!
-Tio Efraín, este no es el mejor momento para que te lleves a Azul. Primero debes calmarte.
Para mi sorpresa Saul se había puesto a un lado de la madre de Yuuto y ambos estaban impidiendo que mi padre pudiera cruzar a la entrada del jardín. Yo estaba de pie frente a a la ventana y Yuuto estaba atras de mí abrazandome con sus brazos por mi cintura, si no estuviera tan nerviosa por el asunto de mi padre ya habría salido corriendo de los mismos nervios, aunque debo admitir que estar entre los brazos de Yuuto no me molestaba, al contrario siempre me hacía sentir segura.
-Saul, ella es tu prometida, eres tú quien debe cuidar de ella, eres tú quien la debe proteger.
-Lo siento tío pero eso es precisamente lo que estoy haciendo en este momento.
-Bien.
Mi padre dió media vuelta y volvió a entrar a la casa. Saul se disculpo con la madre de Yuuto y se fue quien sabe a donde, el tio Samuel vió a la ventana donde estabamos Yuuto y yo, pude ver como apuño sus manos, luego respiro hondo se dio media vuelta y siguió a mi padre.
Toc... Toc... Toc...
Di un brinco del susto, Yuuto me dió un beso en la mejilla y me abrazo un poco mas fuerte.
-Tranquila, seguramente es Abril.
-¿Yuuto, Azul?
En efecto era mi hermana, Yuuto dio un leve suspiro de resignación y me solto para ir a abrir la puerta.
-Pasa Abril.
-Gracias.
Me sorprendió mucho ver que Abril tenía una escoba en sus manos al momento de entrar.
-¿Abril que estas...?
-¡¿Como estas Azul?! ¡¿Porque estas ahi de pie?! ¡Regresa a la cama!
-Si, lo siento Abril ya voy. Ah... ¿Que hacias con esa escoba?
-¡¿Crees que permitiré que nuestro padre te vuelva a tocar?! ¡Estaba dispuesta a enfrentarlo con esto si él entraba a la fuerza!
-Pffft... ¡¿Hermana de verdad pensabas sacar a escobazos a nuestro padre?! Jajajaja...
-A escobazos y más. No permitiré que nadie te vuelva a lastimar de esta forma, imcluyendo nuestro padre.
Abrace a mi hermana, estaba feliz de tenerla protegiendome.
-Eres la mejor.
Mi hermana siempre era inexpresiva, parecía que llevaba su vida en su propia orbita y nadie era capaz de entrar a ella. Es por eso que verla así por mí me sorprendió mucho.
-Por ahora debes enfocarte en recuperarte Azul. Tratare de hacer entrar en razón a nuestro padre.
-¿Como vas a hacer eso? Él esta obsecionado con ese compromiso...
-Si no quiere morir de hambre o gastar todos sus ahorros en comprar comida mañana, tarde y noche tendrá que escucharme.
-Jajajaja... Ok, hermana.
-Muy bien, espera un poco traeré una avena para que comas y luego descanses.
-¡Ok!
-Yuuto, gracias por cuidar de Azul.
-No debes agradecerme, siempre lo hecho y siempre lo haré.
Mi hermana lo vió directamente a los ojos, luego asintió y salió del cuarto.
-Creo que tambien debo agradecerle a Saul, de no haber sido por él talvez tu padre habría entrado a la fuerza.
-No tienes nada que agradecerle, ese idiota me lo debe.
-Ja, en eso tienes toda la razón.
Estiré mis brazos para abrazarlo, por alguna razón en ese momento necesitaba mucho ser consentida por alguien.
Yuuto se acerco, se detuvo a la par de la cama lo suficientemente cerca para que lo pudiera abrazar, él acarició mi cabeza.
-Todo esta bien ahora, no te preocupes.
-Ok.
-Ahem...
La madre de Yuuto entró al cuarto, traía un plato de avena.
-Abril me pidió darte esto. Lo siento cariño con todo lo que estaba pasando olvidé por completo que no habías cenado.
-No pasa nada. Yo les estoy muy agradecida por todo lo que han hecho por mí, en especial a usted por aplicar las cremas en mis heridas y cambiar las vendas.
-¿Eh? Azul, yo cuidé de tí apartir del tercer día osea cuando estabas despierta. Los dos dias que estuviste en inconciente fue Yuuto quien cuido de tí día y noche porque no podíamos dejar la entrada de la puerta sin supervición. Tu padre definitivamente habría entrado por la fuerza si yo no hubiera estado pendiente de no dejarlo pasar. Ademas mi esposo dijo que vendría la proxima semana por lo que he estado muy ocupada.
-¿Que... Que... fue... Yuuto...?
Sentí como mi rostro se ponía caliente de la vergüenza... ¡YUUTO ME HABÍA VISTO SIN ROPA!
Ring... Ring... Ring...
-Ah lo siento, debo responder.
La madre de Yuuto salio de la habitación y yo nuevamente quede a solas con Yuuto.
-¿Tú... Tú... me... viste sin ropa...?
-¡Azul... Te... Te juro que no hise nada inapropiado...! ¡Jamas te haría eso!
-Lo sé... Pero... Es vergonzoso... ¿Que tan mal estoy?
-¡¿Eh?!
-¡Me viste sangrando, con dos costillas rotas y un sin fin de moretones por todos lados! ¡Debió ser repulsivo!
-¡Claro que no! ¡¿Como puedes decir eso?!
-¡Pe... Pero...!
-¡Pero nada! Sabes muy bien que yo jamas pensaría de ti así.
-Waaahhhh...
¡Era tan vergonzoso, hasta hace unos minutos parecía todo tan perfecto y ahora era de lo peor!
-¡No llores Azul, jamas he pensado en tí de esa forma, en realidad eres hermosa y no sabes lo mucho que me costo concentrarme en hacer todo de forma correcta!
-¿De... De verdad...?
-¡Claro que si!
Volví a abrazarlo, esta vez él me devolvió el abrazo siempre con mucho cuidado.
Por primera vez sentí que no estaba abrazando a mi amigo de la infancia, si no al Yuuto protector, dulce, tierno, a ese chico que... a mí me gusta.
Todo hubiera estado bien, pero de pronto un recuerdo vino a mi mente de forma repentina... Era Saul tratando de detener a mi padre, prometiendome que no me volverá a hacer daño, ¡¿Porque me estoy acordando de él en este momento?!