-¿Azul, ya no te duele tanto el rostro? Yuuto me había buscado algo de hielo para poderme aplicar en la mejilla. -Solo un poco. -Te dije que no entraras a discución con tu padre mientras yo no estuviera. ¿Porque nunca me haces caso? -Yo... Yo no soporto la idea de separarme de tí... Nos tomo mucho tiempo poder llegar hasta este punto en nuestra relación... -Lo sé. Yuuto me tomo entre sus brazos, ambos estabamos sentados en su cama y él no dejaba de revisar el golpe en mi rostro pero cuando le dije esto él simplemente me rodeo con sus brazos y me abrazo de una forma muy gentíl y delicada. -Gracias por regresar... -No, por como habían quedado las cosas no debí haberme ido en primer lugar. -Tú no eres adivino Yuuto, no sabias que todo esto pasaría... -Aun así me siento responsable,