-Ya te dije que no Azul, no voy a aceptar eso.
-Yuuto trata de confiar en mí por favor, solo quiero que entiendan que las cosas entre Saul y yo son imposibles.
-Hay mas formas para hacer eso, y esta es la peor de todas.
-Pero...
-Yuuto tiene razon Azul, este no es un asunto facil de manejar, ese tipo vive contigo y no será facil dominarlo. ¿Que pasaría si se obseciona contigo?
-Sé que ustedes piensan muy mal de Saul, yo tambien no confío del todo en él, pero estos días a cambiado mucho, ademas mi hermana tampoco confía del todo en él y siempre lo esta observando. No me va a hacer nada.
-Pero Azul, si haces lo que estas planeando practicamente ataras las manos de tu hermana para poder defenderte y no solo las de tu hermana, las de Yuuto tambien, incluso las mías. Nena no queremos que te arriesgues demasiado.
-¡¿Pero entonces que?! ¡¿Debo dejar las cosas tal cual estan y al cumplir los 18 firmar el documento que me até de por vida a Saul?!
-¡Claro que no! ¡No lo voy a permitir!
-Pero Yuuto, tú siempre te vas con tu madre durante las vacaciones de fin de año, ¿Que haré si mi padre quiere precipitar las cosas y toma ventaja del tiempo que tú y tu madre no esten cerca?
-Yo... Yo definitivamente pensaré en algo...
Negue con la cabeza y lo miré directamente a los ojos.
-Escucha si hago esto voy a calmar las aguas y les demostraré lo diferentes e incompatibles que somos Saul y yo. De esta forma ya no pondrán como excusa que las cosas talvez hubieran funcionado si yo le hubiera dado una oportunidad. Ya nos fuimos por el camino rudo y terco, ahora debemos probar por el camino docil.
-Azul... No creo que sea buena idea...
-Yo tampoco lo creo...
Los abracé a ambos, sabía que estaban preocupados por mí, pero si realmente quería ganar esta batalla debía de usar una estrategía diferente.
...
Toc... Toc... Toc...
-Abril, ya te dije que voy a cenar mas tarde.
-Soy yo papá.
-¡¿Azul?!
-Si... ¿Puedo pasar?
-Cla... Claro... Entra.
El cuarto de mi padre siempre suele estar muy ordenado y limpio, pero ahora era un completo desastre, habian libros, ropa, zapatos y muchas cosas tiradas por todos lados.
-¡Woooow...! ¿Que paso aquí?
-Abril se niega a entrar a mi cuarto para hacer el aseo.
-¿Porque no lo haces tú?
-Yo... He estado muy ocupado...
-Si claro. Parece que esta vez mi hermana en serio se enojo contigo.
-¡Ni que lo digas! La semana que tú te fuiste a la casa de Marí no me dirigío la palabra en lo mas minimo y me estaba matando del habre.
-Abril no suele ser así.
-Lo sé. Es mi culpa en primer lugar, no esperaba menos de Abril. ¿Como siguen tus heridas?
-Bastante bien, ya casí no me duelen.
-Marí y Yuuto realmente cuidaron muy bien de tí. Debo agradecerselos.
-Si, ambos son personas geniales.
El ambiente se sentía tenso, jamas imagine que este problema nos iba a poner en esta situación. Asi que respire hondo y mire a mi padre fijamente a los ojos.
-Papá, tú dices que no puedo salir con nadie más que con Saul ¿Verdad?
-Asi es, si ustedes hablaran mas y tratarán de llevarse mejor estoy seguro que su relación podría desarrollarse de forma normal.
-¿Pero que pasa si aún asi las cosas no llegaran a funcionar?
Mi padre me miró un largo rato en silencio, hasta que finalmente dejó de fruncir el ceño.
-Si ese fuera el caso, yo no tendría nada que decir, porque estuviera satisfecho que al menos lo intentaron.
Escuchar eso de mi padre me hiso sentir muy aliviada, al menos me habia dado la esperanza de poder llegar a terminar este absurdo compromiso.
-Bien, lo intentaré.
-¡¿De verdad?!
Mi padre que hasta ese momento había estado sentado en la orilla de su cama, se puso de pie por la sorpresa de mis palabras.
-¡¿No es una broma?!
-No... Aceptaré esto pero con la condición que Saul no puede tocarme sin mi consentimiento.
-¡Por supuesto que eso no volverá a pasar! Si él vuelve a faltarte del respeto de esa forma te prometo que me pondré de tu lado y lo sacaré de la casa.
-Hecho.
Mi padre salió del cuarto corriendo para llamar a Saul, a mi hermana Abril y al tío Samuel.
-¡Escuchen! ¡Azul acaba de decirme que va a aceptar el compromiso!
-¡¿QUE?!
El tio Samuel y Saul no podían creer lo que mi padre les estaba diciendo. Abril en cambio me miró con cautela, dió un leve suspiro.
-Sé lo que estas haciendo, si necesitas ayuda llamame. Y tú papá, quiero que levantes toda la ropa y los libros. Iré por la escoba.
-¡Claro, claro, claro!
Mi padre ya estaba desesperado por tener que dormir en ese desastre de habitación y comenzó a levantar todo lo más rapido que pudo.
Yo en cambio ya había hablado todo lo que tenía que hablar, asi que me fuí de nuevo para mi cuarto, saque mi foto favorita de un cajòn, era una fotografía que me madre tomó dias antes de morir, en ella estabamos Yuuto y yo tomados de las manos mientras nos dirigiamos a la escuela. Era tan feliz y mis dias eran tan divertidos... ¿Que podía hacer para volver a esos días?
Toc... Toc... Toc...
Seque mis lagrimas y volví a guardar la fotografía en el cajon.
-Pasa.
-Hola...
-¿Saul?
Creí que la que estaba tocando la puerta era mi hermana, ver a Saul me sorprendió pero supongo que quiere saber a que se debe mi decición tan repentina.
-Azul... ¿Estas segura de aceptar este compromiso?
-¿Porque me lo estas preguntando ahora?
-Porque sé que no me amas, ¿Cual es el punto de todo esto?
Quería decirle la verdad, quería decirle que todo esto solo era para que mi padre se diera cuenta que este compromiso es absurdo, pero no confío en él, y sé que puede salir corriendo a contarselo a mi padre.
-Solo me pareció que en parte lo que dice mi padre es cierto. Tú y yo siempre nos hemos tratado como los peores enemigos. Talvez si cambiamos y comenzamos a tratarnos mejor podamos entendernos.
-¿Que hay de Yuuto?
-Yuuto siempre a sido mi amigo, él va a apoyarme siempre.
-No soy idiota Azul. Sé muy bien que para él no eres su amiga, él te ama...
-¿Ahora te preocupan los sentimientos de Yuuto?
-Los de él no, pero los tuyos si.
Escuchar eso de él me sorprendio mucho, no daba credito a lo que estaba escuchando. Me hiso recordar a todas esas veces que se había burlado de mí...
-¿Oye... Porque eras tan malo conmigo?
-No lo sé... Mis padres siempre me han dicho que tú serías mi esposa algún día, pero tú siempre estabas con Yuuto...
-¡¿Me estas diciendo que hacias todo eso por celos?!
-Talvez... Para tí siempre fue todo facil Azul, tú eras la "princesa que debía ser protegida" yo en cambió tenía que ser fuerte para poder protegerte. Despues que mi madre falleció mi padre comenzó a poner mucha mas presión en mí. Quería que fuera el chico perfecto del que tú te pudieras enamorar y me obligaba a estudiar hasta muy tarde, a balancear mis comidas, a hacer ejercicio, mientras yo pasaba todo eso tú solo te la pasabas jugando y riendo... Me enojé mucho...
-Lo... Lo siento... No sabia que estaba pasando todo eso...
-Azul, sé lo que se siente que te fuercen a hacer cosas que tú no quieres hacer. ¿Estas segura que quieres continuar con esto?
La mirada de Saul era intensa, era como si él quiciera que dijera que si pero al mismo tiempo no. Le tomé las manos por primera vez en muchisimos años y lo miré a los ojos.
-Estoy segura de lo que estoy haciendo.
Saul apoyo su cabeza en mi hombro y dijo con una voz apenas audible "Gracias"
Nos quedamos así un par de minutos más, yo no me moví ni un centimetro.
-Ah... Creo que me iré a dormir...
-Ok, buenas noches Azul.
-Buenas noches.
Él salió de mi habitación y yo me quede ahi de pie un rato mas tratando de asimilar todo lo que él me había dicho...
Bzzzz... Bzzzzz...
Ví mi telefono, era un mensaje de Yuuto.
¿Estas bien?
Si.
¿Podemos hablar?
Claro.
Cierra la puerta de tu habitación con llave.
De acuerdo.
Cerré la puerta y ví directamente hacía de ventana, no había mucha distancia entre la habitación de Yuuto con la mía por lo que basto poner unas tablas de madera largas para que él pudiera cruzarse. Su madre siempre le decía que sacara esas tablas pero él siempre usaba de pretexto que las usaría para construir unas repizas (aunque eso por supuesto era solo una mentira)
Yuuto entró a mi habitación pero en lugar de esconder las tablas como siempre lo hacia, fue directamente a abrazarme.
-Yuuto, las ta...
De pronto sus labios me besaron impidiendome hablar. Este no era como los besos anteriores, no fue tierno o dulce mas bien fue un beso lleno de aflicción y desesperación.
-Hummm... Yuuto...
-¡Por favor Azul no vayas a dejarme!
Mi relación con Yuuto ya no podía volver a ser la misma de antes, era imposible poder volver a ese tiempo y la verdad muy en el fondo de mi corazón no quería hacerlo.
-Yuuto calmate, antes que nada debemos guardar las tablas ¿De acuerdo?
Me miró como si quiciera asegurarse de que no iba a rechazarlo.
-De acuerdo.
Guardo las tablas como siempre lo hacía. Mi cuarto estaba al lado de una bodega y luego seguía la habitación de Abril, ella es muy sensible a los sonidos, por eso como regalo de cumpleaños numero 13 pedí una alfombra grande y muy acolchonada de esa forma las tablas no hacían nada de ruido cuando él las guardaba.
Yuuto acomodo las tablas y luego me tomo en brazos para acostarme en la cama, él se acostó a mi lado y me paso un brazo por mi estomago para tomar mi cintura.
-¿Ya estas mas calmado?
-No, hasta que todos sepan que eres mía no me sentiré calmado.
Me puse de lado para poder ver su rostro, él estaba viendome fijamente, sus ojos color miel se miraban hermosos, acaricié su mejilla pero él evadio mi caricia, en su lugar beso mi mano.
-Lo siento... Es mi culpa que te sientas asi de mal.
-No es tu culpa Azul, si ese idiota no hubiera regresado todo estaría como antes.
De pronto recordé lo que Saul me habia dicho y no pude evitar sentir lastima por él.
-No digas eso, él tambien la a estado pasando mal.
Yuuto se sento de golpe en la cama y me vió confundido y alterado.
-¡¿Que estas diciendo Azul?! ¡¿Ahora lo vas a defender?!
-¡Shhhhhh...! ¡Yuuto vas a despertar a mi hermana!
-Lo siento... Yo... ¡Demonios!
Se dejo caer en la cama de nuevo pero esta vez me dio la espalda.
-¿Yuuto?
-Deja que me calme Azul.
-¿Porque estas tan alterado?
-¡¿Aun me lo preguntas?! ¡Azul con unas pocas palabras que él te dijo ahora lo ves de diferente forma!
-¡¿Tú...?! ¡¿Nos viste...?!
Ahora entendía su actitud, había visto como le había tomado las manos y como Saul se había apoyado sobre mí. Si yo viera que él tiene esta clase de atenciones con otra chica definitivamente me enojaría.
Lo abracé muy fuerte, no sabía como asegurarle que mis sentimientos no cambiarían.
-¿Yuuto, como puedo demostrarte que mis sentimientos por tí no van a cambiar?
Se dió vuelta y volvimos a quedar cara a cara.
-¿Estas segura que me lo quieres demostrar?
Se acercó más a mí y volvió a besarme, esta vez fue un beso mas apasionado, cargado de deseo, de pronto metio su lengua en mi boca, yo me sorprendí pero no lo rechace, simplemente me deje llevar por su beso, hasta que de pronto sentí como una de sus manos se estaba abriendo camino bajo mi blusa, de pronto entendí lo que quería hacer.
-Espera Yuuto.... Aun no podemos...
-¿Por que no?
Quería detenerlo pero no fue hasta ese momento que me dí cuenta que él me tenía atrapada, habia cruzado una de sus piernas atraves de mi cintura y yo no me podía mover. Él siguió besandome el cuello hasta que logró su objetivo, llego a mis pechos.
-No.
Se lo dije lo mas firme posible. Él se detuvo y me miro asustado.
-¡Lo siento Azul! Creo... Creo que es mejor que me vaya. No puedo contralame en este momento.
Sabia que si lo dejaba irse de esta forma él se sentiría culpable.
-Espera por favor. No es que no quiera o que me disguste. Es solo que creo que aún es muy pronto.
El me sonrió dulcemente, esa sonrisa siempre a sido mi favorita.
-Lo sé. Si no sintieras nada por mí, no me habrías permitido tocarte.
-Asi es. Primero quiero que las cosas con mi padre y Saul se arreglen y una vez logre eso...
En ese momento Yuuto ya estaba de pie a un lado de la cama asi que lo rodeé con mis brazos por la cintura y apoye mi rostros sobre su abdomen.
-¿Que haras cuando lo logres?
-No habrá nadie en este pueblo que no sepa que yo soy tu novia.
Tomo mi rostro con ambas manos y se agacho para poder besarme.
-Es una promesa.