Lucrecia estaba evitando a toda costa a Ferit luego de lo sucedido; su corazón aún la tía desenfrenadamente por lo sucedido. Había llegado la hora de darle el último adiós a Mauro,Familiares y amigo se encontraban en el cementerio para despedirlo. Ferit abrazaba a su madre que lloraba sobre su hombro mientras que Sara se encontraba a un lado de Lucrecia sujetando su mano y derramando algunas lágrimas en total silencio. Ver cómo enterraban a Mauro no era nada fácil para ninguno de ellos pero era la realidad que tenían que aceptar y vivir con ella. Al terminar la ceremonia de sepelio Lucrecia y Ferit acompañan a Azucena y Sara a casa junto a Alfredo y Monica. Al llegar a casa van a la Sala tomando asiento en un silencio triste y abrumador. —Deberías descansar Azucena, ha sido un día