Contrato Matrimonial

Lucrecia se había preparado arduamente para este momento. El momento en que su padre la dejaría a cargo de todas las compañías y empresas al ser su única heredera.  Solo debía firmar un último documento y sería oficialmente la nueva encargada de todo.  Su padre coloca sobre el escritorio el documento y ella lo firma rápidamente con una sonrisa. —Listo, padre. Oficialmente estoy a cargo de las compañías familiares. —Felicitaciones hija —Su padre sonríe —. Oficialmente eres la nueva presidenta de las compañías, pero también serás la nueva señora Karagiannis. —¿Qué acabas de decir papá?  —Así como lo escuchas hija, dentro de una semana te casas con Ferit Karagiannis. Lucrecia , solo pensaba una cosa y es que su padre había perdido la cabeza completamente. ¿Como le hablaba de casarse? En sus planes no estaba el casarse y mucho menos con Ferit , él cuál ella ni siquiera soportaba por su arrogancia. —¿Por qué me casaría con ese tipo?  —Porque así te has comprometido en este papel notarial que acabas de firmar hija —Le enseña el documento —. Para poder heredar las compañías debes casarte con Ferit de lo contrario las empresas le pertenecerán a su familia.  —¿Por qué?  —Cuándo ustedes eran unos chiquillos se llevaban muy bien, por eso su padre y yo pensamos que sería una buena idea que se casarán y unir ambas empresas multinacional y crear un enorme patrimonio para ambas familias. —Cuando éramos unos chiquillos papá, ahora ni siquiera nos soportamos y hace mucho no lo veo. —Pues lo harás muy pronto, de no casarse todas las empresas pasarán a él y a su familia. Ella no pensaba permitir que ese engreído se quedará con todo lo que ha su padre le costo por años construir. —Esta bien papá, ustedes ganan.  Sale del despacho de su padre hecho una furia, su padre solo sonríe negando y levanta el teléfono dándole la noticia a su socio y padre de Ferit. Del otro lado de la ciudad se encontraba un Ferit en su PentHouse pegándole a su saco de Boxeo sacando el estrés que le había generado una junta hoy en la compañía. A diferencia de Lucrecia este había tomado el puesto de su padre hace un año y manejaba por completo todo los negocios. Ferit era un hombre bastante arrogante, autoritario Y con un carácter agrio que lo hacía ser un hombre nada agradable para la mayoría de las personas. —¿Qué haces aquí Papá? — Le pregunta a su padre al verlo bajarse del elevador. —Vengo hablar contigo de un tema bastante serio que te compromete, como también compromete todo el patrimonio de la familia.  Ferit, sabía que se debía de tratar de algo muy delicado por la seriedad y preocupación que su padre  demostraba en su rostro. —¿Qué sucede?  —En una semana te casas con Lucrecia Gazmey. —¿Qué? , ¿Por qué me casaría yo con esa engreída hija de p**i?  — Porque así lo acordamos su padre y yo cuando ustedes eran unos críos y de no aceptar casarte con ella perderíamos todo nuestro patrimonio y pasaría a manos de Ferit, sabia que su padre hablaba muy en serio y qué lo que acaba de decir no era para nada una broma ya que su padre no era de bromas.  —¿Por qué nunca me lo dijiste?, debe de haber alguna manera de anular ese absurdo acuerdo. —No la hay Ferit, o te casas o perdemos todo.  Ferit, no paraba de maldecir mentalmente a su padre, pero tampoco estaba dispuesto a dejar que la familia Gazmey se adueñara de todo lo que le pertenece a su familia.  —¿Ella ya lo sabe?  —Si, y al igual que tú, no tiene otra opción o su familia perderá todo.  Niega ofuscado, su padre palmea su hombro y marcha dejándolo a solas, con un sabor amargo por la noticia que le acaba de dar.  Hace más de 10 años que no veía a Lucrecia, inclusive la última vez que se vieron quedaron de la peor manera. Ella había sido su primer amor cuando apenas era un crío, vivieron muchos momentos divertidos e inolvidables que marcaron su adolescencia. Pero todo esto cambio cuando ambos tenían 16 y él decidió confesarle su amor y pedirle que fueran su novia.  Lucrecia lo rechazó debido a que estaba enamorada de otro chico y solo lo veía como un gran amigo. El corazón de Ferit se desvaneció y endureció cuando escuchó como la mejor amiga de Lucrecia se mofaba de su aspecto "nerd" y esta solo se ría de sus comentarios. Decidió no volverla ver y a las semanas le pidió a su padre que lo enviara a estudiar a Londres en el mejor internado. No fue hasta cuando cumplió 25 años que regreso a Nueva York, hecho todo un hombre cambiado.  Es que no quedaba rastros de aquel adolescente con gafas delgados que había dejado hace unos años. Era todo un hombre atractivo, fornido y un magnate en los negocios. Ferit Sonrío mientras observaba por el ventanal la vista de la ciudad. Él sabía que esta era su oportunidad para vengarse de Lucrecia por el rechazo que le había hecho. Se iba a encargar de hacerle la vida imposible todo el tiempo que durará aquel contrato matrimonial y así vengarse de aquel rechazo que le hizo cuando él apenas era un adolescente enamorado...