CAPÍTULO 17

1005 Words
—Robin— me llamó Edén. Yo volteé a verla y vi que miraba detrás de mi —¿Quiénes son ellos? Yo me giré para poder ver a la misma dirección que ella y vi a los ancianos, viniendo con el hijo del antiguo Alfa. —Hay no— susurre. —¿Es malo?— preguntó —Lo es— la tomé del brazo y comencé a caminar para alejarnos de ahí —Los foráneos no son bienvenidos aquí y los ancianos no son muy razonables. Me detuve —¿Qué sucede?— preguntó. —Ve a mi casa y no salgas hasta que yo regrese, tengo que ir y ver el por qué los trajo de vuelta. La chica asintió y fue corriendo a donde la había enviado. Yo di un respiro y me giré de regreso, después fui a encontrarme con mis abuelos maternos y los abuelos de Zack, los sabios de la manada. Los demás chicos, al percatarse de la llegada de los ancianos también se acercaron —Que alegría— habló la abuela de Zack —la diosa luna protegió a los más fuertes de esta manada. —Me alegra que mis nietos estén a salvo— comentó mi abuela —En especial del pequeño omega— me miró a mí de entre la multitud que se encontraba. Caminó y se acercó a mi —Volvieron antes— susurré mirando a Zack. —La diosa luna nos iluminó y la nueva era está por llegar— mi abuela sonrió y se acercó a mi oído —felicidades por el bebé que está dentro de tu vientre— susurró. —¿Cómo lo sabes? —No intentes esconder nada de nosotros— me tomó del brazo y me hizo girar para seguido caminar —Tengo muchas cosas que hablar con mi nieto menor, así que nos vamos primero— dijo. Yo caminé a mi paso —Mi mamá...— susurré, pero ella me interrumpió. —Lo se, se la llevaron al igual que a muchos otros. —Mi papá murió—susurré con las lágrimas en el borde de mis ojos. —Es una pena, pero un omega como él no tenía posibilidades de ganar. Déjame decirte algo, tú padre dio la vida por los que amaba, trato de proteger a tu madre y es algo digno de admirar, no todos pueden hacerlo— me miró. —Si— susurré. —Ahora cuéntame a detalle ¿Cómo conociste a ese alfa? —Los sabios lo saben todo— la mire. —Es cierto, pero quiero escucharlo de tu boca. —Lo encontré en el bosque malherido y lo salvé. Descubrí que era mi Mate y me entregue a él para consolidar nuestra unión. —Tan parecido a tu madre— sonrió —Desafiando siempre las leyes de la manada. —Se que mi destino era ser la pareja del hijo del Alfa, pero yo no quería eso. —La verdad es que yo tampoco— se detuvo en frente del portón de mi casa —Entremos— abrió la puerta y entro, después lo hice yo y luego caminamos a la sala de estar, en donde se encontraba Edén. —Volviste más pronto de lo que creí— dijo ella mirándome y luego mirando a mi abuela. —¿Quien es ella? —Mi abuela— respondí y luego mire a mi abuela —Ella es Edén, abuela. —Debo sentirme honrada por tener a una princesa con nosotros— mi abuela sonrió y luego se fue a sentar al sofá junto a ella. —tu debes ser la persona que está cuidando de mi nieto y su bebé, ¿no es así? —Creo que la persona a la que se refiere es Derek— la chica sonrió. —Las dejaré charlando— dije yo caminado hacia las escaleras —iré a mi habitación a descansar. —Si— dijo mi abuela y después yo fui a mi habitación a recostarme en la cama. Estaba algo agotado, así que sería mejor guardar reposo. La cosa era así, mis abuelos y los abuelos de Zack son los sabios de la manada, elegidos por la diosa luna para que cada luna llena vallan y se reúnan con ella en el lugar sagrado, al que pocos tienen acceso. Los sabios son guiados por la diosa luna para aconsejar al Alfa y este tome las mejores decisiones para que la manada viva pacíficamente. Los sabios también tienen la bendición de la diosa luna para convertirse en lobos fuertes y poderosos, incluso más poderosos que el mismo Alfa, esto con el fin de proteger a la manada del peligro. Los sabios son elegidos por el linaje primogénito, es decir, los hijos de los sabios se convertirán en sabios una vez los antiguos sabios mueran. En este caso mi madre será la próxima sabio y mi hermana Adel lo será cuando mi madre deje ese puesto. Mi relación con mi abuela no era ni buena ni mala, ella frecuentaba la casa de mi madre con frecuencia y solo algunas veces venía con mi abuelo a cenar a casa, en cambio, mi abuelo me aterraba, siempre me mira con superioridad y me trata como un esclavo. Algunas veces mi abuela y yo charlábamos, pero ella es una sabia y siempre sabía todo lo que pasaba conmigo, nunca pude ocultar nada de ella, es por eso que también elegí el día de la luna llena para escapar porque ella no estaría. La manada de colmillos negros a la que pertenezco yo es muy territorial, muy peligrosa y creo que es la más poderosa de las demás manadas. Los alfas de esta manda son muy salvajes y, a diferencia de la manada de Noah, sus lobos son más grandes y fuertes. La manada está cubierta de bendiciones porque, según mi abuela, esta manda es la manada fundadora, de esta manda se desglosaron las demás manadas existentes, eso es algo que debe hacernos sentir orgullosos, porque nuestra sangre es poderosa.
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