Agnes esperaba ansiosa que Hunter comenzara a contarle. Hunter carraspeó su garganta y se remontó a años atrás, cuando era el muchacho que se dejaba manejar por su familia acaudalada.
—Mi familia ha sido acaudalada desde que tengo memoria. Nací en el mejor momento económico de la familia, justo cuando mi padre heredó todo el dinero de mi abuelo, quien era dueño de una cuarta parte de Liverpool. Tenía empresas, hospitales, restaurantes, centros comerciales, líneas de transporte. Todo lo que imaginas —dijo Hunter—. Mi abuelo se lo cedió a mi padre poco antes de mi nacimiento, por lo que mi padre se hizo cargo de todo. Fue una niñez intensa, pero la adolescencia fue peor.
Agnes bebió un poco de vino.
—¿Por qué te salió barba y vello en la axila? —preguntó ella.
Hunter cerró los ojos con
