Agnes desayunaba con tal gusto, que Hunter se sorprendió de lo mucho que podía comer sin remordimiento. Obtuvo el desayuno gratis por compasión del gerente ante una mentira sobre algo imaginario. Agnes no solo manchó a Hunter en público, sino que se comportó como si no le importara lo que pensara de ella. Hunter se odió por la noche anterior, y mientras ella comían los mejores panqueques de la vida, Hunter recordó lo sucedido la noche anterior después de robar el ramo y de escapar de la fiesta. Hunter le dijo que había un lugar donde podían comer algo para bajarle la resaca. Entró con ella en el restaurante de un casino y Agnes devoró la mesa del pavo y la ensalada. Hunter le dijo que se calmara después de intentar pelearse un trozo de pastel con una anciana. Comieron algo de pizza del buf