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El fuerte sol y mucho calor, azota en las hectáreas donde trabajan Cristian y Enrique. En ese momento, Enrique de tanto calor comienza a ver las cañas como a Mójame y Hali. En ese instante, Enrique corta las cañas con mucha rabia y desesperación. Viendo muchas imágenes de sus socios que lo habían traicionado. Su primo Cristian se asusta, y le dice: — ¿Qué estás haciendo Enrique?, ten cuidado con ese machete. Enrique al escuchar la voz de su primo se tranquiliza, y le dice: — Perdona Cristian, se me vino a la mente muchas cosas desagradables. — Paramos quince minutos para descansar. Y me cuentas que te está pasando. En ese instante, el jefe los mira desde lejos, y les grita: — YA TAN RÁPIDO ESTA CANSADO EL NUEVO, AQUÍ SE VINO ES A TRABAJAR. En seguida, Cristian sale del terreno,