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Enrique estaba decidido a trabajar en la empresa donde trabaja su primo, no le importa si el trabajo es muy duro o inhumano como dice su primo. Cristian le recuerda otra vez a Enrique: — Primo acá pega el sol muy duro y toca cargar los bultos de caña. Yo sé que ya te había dicho, pero piénsalo. — No hay nada que pensar, mañana me presentas a tu jefe, y así te ayudaré con los gastos de la casa. — Bueno primo, entonces mañana hablaré con Tomás. En ese instante, Cristian busca en su agenda el teléfono de su jefe, para incorporar a Enrique de inmediato al trabajo. Yessenia por su parte, se dirige nuevamente a la cocina y comienza a servir la comida de todos. Yessenia arregla y organiza el comedor por primera vez. Hace todo con una paciencia y una devoción que nunca había visto Cristian.