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Enrique se acerca al señor, y le dice: — En que le puedo ayudar. — Necesito que sostenga esta pieza del motor, para luego yo intentar encender el vehículo. — Listo, yo lo hago. Enrique observa detenidamente las manos del señor, pero no ve nada raro y de inmediato sostiene la pieza del motor. El señor trata de encender el vehículo, pero este sigue sin responder en lo absoluto. En ese instante, Enrique le dice: — Espere, yo intento arreglarlo. El señor se baja del vehículo, y le dice: — ¿Cómo te llamas buen hombre? — Mi nombre es Enrique. El señor le da la mano a Enrique, y le dice: — Yo me llamo Jeremy y voy para Buenaventura con mucha urgencia. — ¿Por qué?, si se puede saber Jeremy. — Mi mujer que está embarazada se ha caído en el pateo de la casa, y la llevaron al hospital.