Adiós Seúl.

1403 Words
—Umm...Dios mío, que resaca, me duele todo—digo en voz alta, mientras siento que Kai se levanta de la cama. —Te duele todo pero no es porque bebimos mucho, sino por haber hecho el amor por mucho tiempo...creo que te vendiste más de tres veces —dice mientras va al baño. —¡Oye vas a ser que me dé pena! Eso es porque eres muy sensual y sabes usar bien tu boca entre otras cosas...¿y ahora que pasa amor?jajaja—le pregunto, mientras lo veo caminar abierto como un orangután. — Bebé no te burles, me pelé mucho y duele—me dice con voz acongojada. —Lo siento, por reírme, pero toda la noche no te importo darme como cajón que cierra, jejeje. — Ahí vas de nuevo con tu jerga dominicana. —Coje ahí, quién te manda, varias veces te dije que descansáramos, pero NOOOO, el señor ceo quería tirar la casa por la ventana jijiji. Auch—gruño por el dolorcito en mi espalda baja. —Jejeje tu también estás adolorida, así que no te burles mucho, cuando yo me sane vamos a ver quién ríe de último. —Ohh el señor me salió rencoroso—le digo sería. —¿Yooo rencoroso?, no mi geisha de mi corazón. ¿Necesitas ayuda para levantarte? —Nop, yo puedo—me levanto y le pasó por el lado—el que necesita una silla de ruedas eres tú jijiji—me mando a correr al baño cerrando la puerta. — Eres un demonio en una piel de mujer...—se ríe sin poder— abre necesito orinar. —Bien te abriré pero solo si prometes tratarme bien cuando te sanes. —Si...solo bromeo, como crees que puedo siquiera dañarte...es solo que anoche te ví con esos trajes y créeme cuando te digo que aguante, una que otra erección, por tu culpa estabas muy hermosa, le diré a mi hermano que me dé todos los ejemplares, quiero verte con cada uno de ellos—me confiesa recostado de la puerta del baño. Le abro la puerta con carita de gatita, mimada. —Ven, sino aguantar el orine te hará daño—lo beso. Ya son las una de la tarde y nuestro vuelo saldrá a las 10 de la noche. —¿Qué quieres hacer aquí en Corea antes de irnos?—pregunta Kai. —Pero no puedes caminar mucho. —No te preocupes solo es una molestia, ya se me pasará, además no es mi entre pierna es mi punta—se ríe. —Bueno yo hice una lista de cosas por hacer con ayuda de Mei Mei, todo con su descripción a detalle, pero ella me dijo que pasaba, ya que ella y Haoyu tomaron de más y está con una resaca, me dijo que la despertara cuando vallamos a hacer Chek out. —Bien dime vamos nosotros, seré tu conejillo de india—bromea Kai—es nuestro último día y para serte sincero no sé cuando será la próxima vez que pueda traerte. —Bien lo primero que necesitamos es un guía experimentado, conoceremos el lado popular de Corea, haremos cosas que hacen por tradición los turistas cuando ellos vienen aquí y probaremos comida callejera—saco mi libreta de apuntes y se la muestro. Corea del Sur durante el día es pionera en moda y tecnología, pero también tradicional: una ciudad grande y limpia, una ciudad dinámica que combina palacios con diseños de vanguardia y templos con centros comerciales en los que suena el ritmo incesante del K-pop, senderos de montañas y zonas verdes con la pasión por la cosmética y la cirugía plástica. —Por la noche la vida nocturna preside al ocio, innumerables y brillantes luces de león no dejan de iluminar las congestionadas calles hasta que el sol trae el amanecer, similar a Japón. Nosotros ya experimentamos la vida nocturna y ahora nos toca la diurna—le digo. —Esta bien yo se que Corea del Sur es extrañamente divertida y todavía parece estar libre de turismo; de hecho, no es extraño que al caminar las personas mayores decidan saludarte o acercarse a ti para hablarte en coreano, aunque pongas cara de no entender nada—me dice Kai —Una de las mejores maneras de experimentar la cultura coreana es a través de sus delicias culinarias; descubrir la sabrosa cocina hansik nos permitirá saborear una pequeña parte de todo lo que Corea puede ofrecer. Digo esto porque aquí basan su cocina en una actitud filosófica (emuyang ohaeng) que busca alcanzar la armonía entre los cinco colores de la naturaleza, con sus cinco sabores: azul, amarillo, blanco, n***o y rojo, con dulce, salado, agrio, picante y amargo. Así que al final, como en el país nipón, tu mesa acaba estando repleta de mil platitos pequeñitos con muchísimas guarniciones o tapitas, parecida a Hong Kong—le digo. —Wao veo que estudiaste bastante amor mío, los coreanos aman hacer todo a la barbacoa, así que no podemos irnos sin probar una auténtica cena a la barbacoa gogigui... aquí adoran el kimchi: hay kimchi por todas partes— responde Kai. —¡Si... leí que el kimchi es una verdura fermentada utilizada como guarnición! sabe muy fuerte, pero utilizada correctamente es sabrosa porque consigue aumentar el sabor y el poder de los ingredientes que tengan tus comidas, ¡tenemos que probarlo! Tampoco quiero que se nos olvide, el Bibimbap:Plato estrella en Corea, a parte de tener una imagen muy llamativa, está más que sabroso. Tiene una base de arroz hervido y, por encima, vegetales, carne marinada y huevo aderezado con aceite de sésamo y salsa gochujang. Bulgogi: rebanadas de ternera o cerdo marinadas y hechas a la parrilla en una barbacoa. La salsa tiene soja, ajo, cebolla, jengibre y semillas de sésamo. Samgyetang: deliciosa sopa de pollo rellenado con castañas con ginseng. Namul: los mismos ingredientes que el bibimbap, en un plato a parte y sin el arroz de base. Básicamente verduras cocinadas con salsa de soja o freídas con aceite. Gimbap: popularmente conocido como el sushi coreano; es algo así como los makis, pero en este caso el arroz se sazona con aceite de sésamo. —Bien aquí... veo que anotaste visitar la fortaleza Hwaseong en Suwon, la historia de la fortaleza es, de hecho, bastante trágica: fue construida en 1794 como homenaje a los restos del Príncipe Sado, que fue asesinado por su padre después de no poder llevar a cabo su propio suicidio, su padre le había condenado a morir encerrado dentro de un cofre de arroz. Pero lo realmente especial de esta fortaleza, es su arquitectura, ya que mezcla estilos orientales y occidentales, algo nunca visto en todo el país. Obviamos recorrerla a pie, lo haremos en carruaje. —¿Quieres que hagamos el tour del centro histórico de Gyeongju y sus templos para después, en nuestro próximo viaje? —Si ..mejor hacemos la visita al templo Bulguksa es original del año 528 y necesitaremos 3 horas para verlo. Además te debo lo de montar en bicicleta, eso sería incómodo en mi estado jejeje. —Esta bien amor...en cambio compraremos alguna de las cosas para mis tíos, y enviarle a mis padres como regalo, como ginseng, kimchi, tés tradicionales, licores tradicionales, menos ropa ni cosméticos. —Ok... seguimos con tu listín...ya hicimos lo de karaoke y baile. vamos al anochecer luego de cenar, vamos a poner nuestro candado de amor en el parque de la torre namsan, y ahí cerramos con broche de oro. — Si... tachamos lo del parque de diversiones porque eso nos tomaría todo el día. Kai y yo pusimos manos a la obra y nos vestimos bastante cómodos, hicimos todo lo no tachado de mi lista inmensa de cosas por hacer. Al final, ya eran las 9 de la noche y subimos al parque de la torre namsan, pusimos nuestro candado que compramos en una tienda de convivencia, Kai lanzó la llavecita tan lejos, concluyendo así nuestro recorrido. —Te amo—le dije al besarlo—Gracias por el día de hoy, soy la mujer más feliz del mundo —Yo te amo más—gracias por existir. —¡Adiós Seúl te voy a extrañar!—vocifero como una loca al aire. —¡Adiós Seúl te extrañaremos!—me acompaña a vociferar, Kai con una gran sonrisa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD