Conociendo a los Gemelos Wang

1337 Words
Cuando escuché que Kai me dijo que me cubriera, inmediatamente tomo el pareo que está a mi lado. — ¿Que pasa?—le pregunto. —Los gemelos están aqui—me dice mientras se pone la camisa. —¿Tus hermanos? —Si, no los invité así que debe ser algo importante, sino me hubieran llamado. Kai camina hasta donde está el pequeño parqueo, para encontrarlos. Yo estoy nerviosa, nunca imaginé conocer el día de hoy a los gemelos. —Hola, ¿cómo estás? Soy Jian Li Wang—me saluda uno de los gemelos. —Hola soy Meilin Yang Vicini. Y cuando ví el que venía detrás hablando con Kai me quedé sorprendida, y vuelvo a mirar al que me acaba de saludar. —Pero es preciosa—dice mirando a Kai—hola soy Jia Liu Wang—se presenta el otro. —Meilin estos dos son mis hermanos gemelos, chicos ella es Meilin Yang Vicini, mi novia. —Wao si que estamos sorprendidos—dice Jian. —Eres la primera que nos presenta, este heredero, magnate de la moda y la publicidad ¿eso significa que van en serio?—pregunta Jian mientras se sirve vino en mi copa. —Si voy en serio, pero ya dejen el cotilleo—le dice Kai—o la van a hacer sentir incómoda. —Sabia que eran gemelos, pero no gemelos idénticos son muy lindos, es un placer conocer a los hermanos de Kai. —Ya me caes bien —dice Jia. — Doy el permiso de casarse—responde Jian. — Ya déjense de tanto parloteo, ¿A que han venido, y sin avisar?—pregunta Kai, tomando asiento. —Venimos a invitarte al fin de semana de la moda en Seúl.—dice Jia. —¿A Korea?—alza una ceja—¿Con ustedes dos? ni loco. —Vamos tienes mucho que no compartimos juntos—dice Jian. Yo me limito a escuchar, mientras tomo una manzana de la canasta de frutas, Kai me hace señas para que me siente en su regazo, y niego con el gesto en mi cara. Hasta que me alcanza y me sostiene de la cadera, obligando a sentarme sobre él. Los dos gemelos se miraron, aquello me dió mucha vergüenza, no sé el nivel de confianza que hay entre ellos, pero es evidente que se llevan bien. —Puedes traer a Meilin si quieres, cubriremos todos los gastos, y papá nos va a prestar su jet, será genial. Solo iremos nosotros y el novio de Jian—le ruega Jia. Kai estaba pensativo, no sé porque no quiere ir con ellos, pero para ser sincera me gustaría conocer Korea ¡y más si es para un festival de modas! — Ella tiene trabajo el fin de semana, pero si ella decide ir...solo así iré de lo contrario no cuenten conmigo. En ese momento ambos gemelos, se me quedan mirando con ojitos suplicantes. Y yo modo avión. Yo gritaba para mis adentros...¡Korea ahí voy! —Bueno...podría cambiar el fin de semana con una de mis compañeras y decirle que me cubra, a mi me gustaría conocer Korea, y más si es con ustedes—les digo al instante. —Listo mi amor no se diga más, vendré por ustedes el viernes en la noche, así que se alistan, no se preocupen en llevar ropas, porque de allá para acá no sabrán cómo traer lo que compremos jajaja.—dice Jia Kai se echa a reír con la declaración de su hermano, toma otra botella y nos sirve a todos un poco de vino. Kai me dejó enfrente de la casa de mi tía alrededor de las 6 de la tarde, mi tía estaba frente al jardín con mi tío tomando té, y nos invitó a acompañarlos, Kai aprovecho para decirles lo del fin de semana próximo y les prometió que cuidaría de mi, además dijo que si Mei Mei quería podía acompañarnos, eso tranquilizó a mis tíos y nos dieron permiso a mi y a mí prima. La semana pasada volando entre clases y tareas, Mei Mei estaba tan feliz, que yo pensaba que le daría un teketeke, una sirimba o un patatus. Solo alistamos una mochila cada una, y a las 7 de la noche Kai pasa por nosotras, puesto que el vuelo en el jet salía a las 9 de la noche. Nos dirigimos hasta el aeropuerto, y ya a las ocho cuarenta y cinco del viernes, estábamos subidas en el jet. Para nuestra sorpresa Haoyu estaba entre los pasajeros a bordo esperándonos, vi cuando a Mei Mei se le iluminaron los ojos, también los gemelos, Haochen el novio de Jian, la novia de Jia, una francesa hermosísima. ¡Éramos un cuatro para cuatro! ¡Jesús santísimo pero lo mejor de esto, es como una película o una novela, cero filas, cero se me extravió la maleta y cero pique con pasajeros indeseables! Yo tengo una sonrisa de oreja a oreja ya me dirán guasón. Kai me guía hasta mi asiento, sentándose a mi lado. Estaba tan emocionada y la chercha entre todos era tan buena, que esas tres horas y media de vuelo pasaron volando literalmente. Una azafata nos servía champaña y bocadillos. Cuando llegamos al aeropuerto internacional de Incheon cerca de Seúl, una limosina nos esperaba, para llevarnos hasta el Grand Hyatt en Seúl, dónde se iba a llevar a cabo, el Seúl Fashion Weekend. Créanme yo e ido a hoteles lindos, pero aquello era algo majestuoso y muy elegante. Jian nos pide el pasaporte de todos al llegar al Hotel, un gerente de recepción nos lleva a una sala privada, en cuando Jian se presentó. En menos de quince minutos teníamos un Bellboy, llevando el equipaje, y nuestras llaves de habitación. Y adivinen... los gemelos nos registraron igualito en pareja, yo pensando que iba a dormir con mi querida prima...¡y resulta que voy a dormir con Kai! Yo no dije ni pío, yo feliz y contenta de dormir con mi novio, total ya habíamos dormido juntos, lo único malo es que traje mi pijama de patitos rosados, ya me imagino a Kai estrellarse de la risa. Cada uno se retiró a sus habitaciones, y acordamos vernos en la mañana, los gemelos dijeron que iría a la discoteca del hotel, pero yo sabía que Kai había tenido un día pesado en la empresa, así que mejor desidimos quedarnos en la habitación, y ordenar un servicio de comidas y bebidas al cuarto. Cuando entramos a la habitación era inmensa, la cama era gigante con todo de blanco, la cama, las paredes, techo y hasta un piano en la sala, teníamos una vista hermosa con los ventanales que se gastaba la habitación y la gran sala. —¿Que quieres cenar mi Geisha?—pregunta Kai antes de marcar. —Yo comí antes de salir, y con toda esa champaña que tomamos en el jet y en la limosina estoy bien por ahora. —Bien. Me avisas si quieres al menos algo ligero—cuelga el tel. —Aqui hay frutas y más champagne—le digo al mirar una mesa. Kai se fue directo a la habitación y se tumbó de espaldas. —Tuviste un día fuerte.—le dije al acercarme a la orilla de la cama mientras ponía mi celular a cargar. —Si, tuve mucho trabajo—me dice mientras me toma de la mano y me jala hacia el cayendo encima.—tengo algo para ti. —¿Que es? —le pregunté curiosa. —Te compuse una canción—me dijo mirándome a los ojos. —¿Enserio?¿la cantarás para mí luego, se que estás cansado? —Estoy cansado pero no para mi geisha—toma mi mano y me dirige hasta la sala me sienta a su lado frente al piano. Yo me sentía enamorada de Kai antes siquiera que el tocará las teclas de aquel lujoso y gran piano blanco.
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