Infame Amor

Cap 8 Imperdonable

Por la mañana Katty se levantó de la cama con grandes ojeras, no pudo dormir bien en toda la noche pensando en Aníbal y Andrés. Entró al baño y se dio una larga ducha, al salir vistió ropa sencilla y se maquilló muy poco, no como siempre lo hacía, salió de la habitación y bajó las escaleras hasta el comedor donde su tío Mario, su madre Ofelia y su padre Gonzalo ya estaban esperándola.

“Buenos días”. Les dijo tratando de fingir que estaba bien, su padre la animó. “Ven a desayunar cariño, Esther hizo tus panqueques favoritos”.

Katy se acercó a su papá dándole un fuerte abrazo. “Gracias, pero voy a almorzar con Maggie, me está esperando”. Ella estaba a punto de irse cuando su tío tomó su mano preguntando. “¿Estás segura?”.

“Sí tío”. El hombre le regaló una gran sonrisa.

“Tenemos que hablar sobre Aníbal más tarde Katy”. Le insinuó su padre antes de que ella se fuera.

Ella fingió una sonrisa y afirmó. “Sí papá, más tarde lo haremos”.

Katty se despidió de ellos y salió de la casa, Ofelia hizo una mueca todos en esa casa amaban a Katy y a ella la ignoraban por completo, Mario se levantó terminando de desayunar. “Hablaré con Aníbal hoy mismo”.

Gonzalo le advirtió. “Busca a ese muchacho, quiero explicaciones ¡Ya!”.

Mario miró de reojo a Ofelia dándole una advertencia y salió de la casa.

Gonzalo siguió desayunando en silencio, pero en realidad no tenía mucha hambre, Ofelia se levantó acercándose y abrazando a Gonzalo por detrás. “Cariño… Todo va a estar bien. Ya verás que esto es solo problemas de recién casados, ellos se van a reconciliar y van a estar bien. Ya lo verás”.

Gonzalo resopló alejando a la mujer. “Lo que hizo anoche es imperdonable”. Furioso se levantó tirando la servilleta en el plato, salió del lugar y subió a su habitación, Ofelia se quedó furiosa apretando los puños, ni Mario ni Gonzalo la apreciaban, ella siguió comiendo sin remordimientos, lo que pasaba con Katty le tenía sin cuidado.

Katy condujo hasta la universidad, detuvo el coche en uno de los lugares del estacionamiento y miraba detenidamente las aulas y a las personas que deambulaban por el lugar, apretaba el volante de vez en cuando, estaba nerviosa, hacía mucho tiempo que no había vuelto a la escuela, ni mucho menos ver a Andrés.

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Recuerdo de Katty…

Cerca de las aulas se encontraba un gran árbol frondoso, había algunas pequeñas bancas debajo de su sombra, en una de ellas Katty estaba sentada esperando a su amiga Maggie que ya estaba retrasada, su teléfono sonó recibiendo un mensaje... -Voy a quedarme.

Katy negó con la cabeza pensando que de seguro estaba coqueteando con algún chico por ahí, Maggie no tiene remedio.

Decidió guardar sus cosas para retirarse, camino hasta el estacionamiento a su auto y al tratar de abrir la puerta un coche le pegó por detrás, ella levantó la mirada encontrándose con un auto n***o, de él salió un joven muy apuesto y se acercó a ella preocupado. “¿Estás bien?”.

Katty afirmó mirando el golpe. “Le pegaste a mi auto”.

El hombre se rascó la nuca. “Lo siento, es mi carro, está fallando, te pagaré el golpe”.

Katty ladeo la cabeza. “¿No eres de aquí?”.

El chico sonrió. “No, Acabo de llegar a la ciudad a estudiar”. Él levantó la mano presentándose. “Soy Andrés Arriaga”.

Katty con una bella sonrisa estrechó su mano. “Mi nombre es Katherine Alcántara”.

Andrés sonrió. “¿Puedo llamarte Katty?”.

Ella afirmó, tiempo después….

“Podrías ayudarme con esta materia, llegué cuando ya estaba muy avanzada”. Le dijo Andrés entregándole su cuaderno.

Katty tomó la libreta y empezó a revisar en qué tema se quedó Andrés. “Si, es fácil yo te explicaré”.

Andrés sonrió. “Gracias, siempre tan linda y amable”.

Ella se sonrojó al instante, Andrés estaba en otra carrera, pero tomaban varias clases juntos, poco a poco él se acercó a ella, Katty disfrutaba de sus conversaciones y chistes, le gustaba mucho, pero ella era tímida.

“Gracias por ayudarme con la materia, tuve una buena calificación”. Él llegó mostrándole su examen final.

Katty extasiada, sonrío feliz. “¡Excelente! Te dije que era fácil”.

Andrés se acercó más a ella y besó sus labios delicadamente.

Se alejó y en su boca se curvó una sonrisa. “Esto tenemos que celebrarlo… ¿Qué te parece si te invito a cenar?”.

Katty que estaba en trance reaccionó y acomodó algo de su cabello detrás de su oreja. “Claro… ¿A dónde me vas a llevar?”.

Andrés estaba fascinado con el rubor en las mejillas de Katty y las acarició suavemente. “A un lugar que te va a encantar”.

Meses después…

Ellos iban tomados de la mano por el parque, Andrés de vez en cuando se acercaba ella besando su mejilla mientras ella estaba absorta en el hombre y lo que conversaban era tan feliz de tenerlo en su vida, a Katty le gustaba despeinar su flequillo juguetonamente, él llevaba las mochilas de ambos mientras deambulaban, ya habían pasado meses desde que empezaron a salir y estaba lista para dar el siguiente paso.

Andrés se detuvo frente a ella sin soltarla de la mano y le dijo. “Tengo algo de hambre, ¿Te gustaría ir a un restaurante a comer?”.

Katty afirmó diciendo podemos ir a tu departamento y pedir algo Andrés se quedó en silencio por un momento, ya había intentado tener sexo con ella, pero Katty se negaba. “¿Estás segura?”.

Ella afirmó, Katty no había visitado el departamento de Andrés porque aún no estaba lista para que tuvieran intimidad, pero hoy estaba más enamorada que nunca y deseaba estar con Andrés.

Andrés sonrió ampliamente y apretó su mano. “Está bien. Vamos a mi departamento”.

Final del recuerdo.

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Se escuchó el sonido de un claxon, Katty regresó a sus sentidos.

Parpadeo varias veces y salió del auto, avanzó despacio por el camino hasta ver el gran árbol, siguió y se encontró con una silueta de pie en ese lugar, ella recordó aquellos años en que ella y Andrés se quedaban de ver en ese mismo lugar y como ella llegaba hasta él.