Cap 10 Merece lo mejor

1177 Words
Gonzalo frunció el ceño. “¿No crees que estás tomando esto muy a pecho?”. A veces era extraño como Mario se preocupaba de más por Katty, la sobreprotegía muchos más que él. Mario descontrolado negó por la ligera actitud de Gonzalo. “¡No! Es el futuro de Katy, no puedes permitir que cualquiera se acerque a ella”. Respiro profundo tranquilizándose. “Ella merece lo mejor Gonzalo”. Quiso hacerle entender la importancia de Katty para ellos. Pero Gonzalo tenía un punto. “Mario… Si lo alejas, ellos seguirán viéndose a escondidas y el problema será más grande, creo que hay que darle una oportunidad al chico puede que con el tiempo ellos terminan y Katy lo deja”. Mario negaba caminando nervioso por la oficina. “No estoy seguro, ese chico debe estar detrás de la fortuna de la familia, de todo el poder que tenemos”. Gonzalo preguntó. “¿Investigaste?”. Mario afirmó. “Viene del extranjero. Y no hay mucha información sobre él, ese extraño…” Mario se quedó pensativo. “Bueno dejaremos que Katy siga saliendo con él, pero vigila cada movimiento que hace”. Al final Mario aceptó. “Está bien, lo haré”. Tiempo después… Katy estaba abrazada en el sillón de Andrés comían palomitas juntos mientras veían la televisión estaban viendo una película, pero Andrés estaba recibiendo demasiados mensajes que revisaba y eliminaba, ella alcanzó a leer uno. “Necesitamos hablar”. Era de un contacto con solo una “A” Katy pausó la película. “¿Hay algún problema?”. Andrés negó bloqueando el teléfono. “No. Es solo un amigo quiere que nos veamos. Dejó el teléfono en la mesita tomando el control y abrazó a Katy, ella se recargó en su pecho y siguió comiendo palomitas, pero le susurro. “Si estás en apuros deberías ir. Yo entiendo”. Andrés siguió negando. “No. lo veré el fin de semana, tengo algunos asuntos que tratar con él”. Katy se reincorporó en el sillón mirándolo la televisión, pero hubo un momento en que observó el reloj, pronto sería hora de regresar a la mansión. “Me gustaría estar así siempre contigo”. Andrés acarició su mejilla. “¿Quieres vivir conmigo?”. Ella carraspeó al darse cuenta de que dijo aquel pensamiento en voz alta. “Bueno… sí… no sé… vivir juntos, ir y venir de la escuela, compartir todo”. Él sonrió por las ocurrencias de Katy y le preguntó. “¿Quieres casarte conmigo?”. Katy se quedó en silencio mirándolo, parpadeó varias veces, entendiendo las palabras de Andrés. “¿Casarnos?”. Andrés la miró y asintió. “Sí… Sí nos casamos podríamos vivir juntos, compartir todo, con el tiempo formar una familia. ¿Qué te parece?”. Katty lo pensó por un momento y se imaginó toda su vida con Andrés, ella lo amaba. “¡Sería increíble! Pero…” Ella bajó su mirada recordando a su familia. Andrés levantó su barbilla. “¿Qué pasa?”. Katy respiro hondo. “No creo que mi familia esté de acuerdo con que me case tan joven”. Andrés la miró a los ojos. “Si nos casamos a escondidas ya no podrán separarnos, podremos vivir juntos, tendrán que aceptarlo”. Katty se quedó en silencio pensando. Andrés se acomodó frente a ella tratando de convencerla. “Somos adultos y tenemos derecho a tomar nuestras decisiones, si tu familia se niega a aceptarlo me tendrás a mí, podremos ser felices juntos”. Él acarició su mejilla. “Si tú quieres podemos irnos a otra ciudad, empezar una nueva vida juntos, lejos de todos”. Katty observó los hermosos ojos verdes de Andrés y solo afirmó. “Sí. Yo quiero casarme contigo”. Tiempo después… Katty estaba de pie en el registro civil esperando a Andrés, llevaba un bonito vestido blanco corto circular y sandalias en el mismo color, su cabello estaba suelto a los lados, llevaba un maquillaje delicado, Maggie la acompañaba parloteando como siempre sobre sus viajes estaba igual de nerviosa que Katy. “¿En serio estás segura de que te vas a casar? Somos tan jóvenes y nos falta mucho que vivir”. Katty afirmó. “Sí quiero casarme con Andrés, si estamos juntos, mi familia lo irá aceptando, yo lo sé”. Maggie que estaba algo desconcertada por la idea de su amiga seguía haciendo preguntas, pero al final la vio tan emocionada que solo se alegró. “Espero que todo salga como dices”. Katy y Maggie se dieron un abrazó, se querían desde niñas. Ya habían pasado 20 minutos y Andrés no llegaba, Maggie observó su reloj. “Es extraño que no llegue, él siempre ha sido muy puntual”. Katy miró la puerta tratando de encontrarlo entre la gente, pasaron otros 20 minutos y Andrés no llegaba, ellas se sentaron en las sillas del pasillo y observaron cómo las parejas se levantaban al ser llamadas para casarse, Katty se mordió el labio, sacó su teléfono y llamó. El teléfono de Andrés mandaba a buzón, Maggie empezó a inquietarse. “¿No crees que se haya arrepentido o sí?”. Katty negó. “No lo creo, él fue el que me pidió que nos casáramos ¿Porque se arrepentiría?”. Esperaron otros 30 minutos y Andrés nunca llegó. Maggie tomó la mano de Katty. “Será mejor que nos vayamos”. La gente y los empleados ya las estaban mirando extraño. Katty no quería irse, tenía la esperanza de que Andrés llegara. Otros 20 minutos pasaron, Katty se levantó. “Vámonos”. Salieron juntas del lugar rápidamente. Katty iba en silencio revisando su teléfono de vez en cuando, Andrés no le había llamado y la había dejado plantada en el registro civil, Maggie condujo hasta su departamento para buscarlo. Tocaron a su puerta durante varios minutos, pero nadie salió. “Katty…Es mejor que nos vayamos, mañana vendremos de nuevo”. Katty no quería irse, estaba preocupada por él. Pero…” Maggie la interrumpió. “Ya es tarde, vamos a mi departamento y comamos algo juntas”. Katty inquieta aceptó irse. Horas después ella seguía intentando comunicarse, pero su teléfono seguía apagado, al día siguiente ella fue a buscarlo a su departamento de nuevo, tocó la puerta varias veces y nadie salió, una de las empleadas de limpieza de otros departamentos se acercó a ella. “¿Busca al hombre de esta casa?”. Katty afirmó. La mujer le dio la noticia. él joven se mudó ayer”. “¿Qué dice?”. Ella se sobresaltó. “Sí. El hombre salió del departamento ayer, alguien vino a recogerlo, yo lo vi subir a un coche con todas sus maletas”. Katty se quedó en shock. “Andrés… ¿Se fue?”. Fin del recuerdo de Katty.
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