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1833 Words
Revelando Secretos Punto de vista de Maverick. Observé mientras Kapri salía de la casa. Esa chica me saca de quicio. Ha sido así desde que éramos pequeños. Sin embargo, supongo que Kapri y yo fuimos amigos durante un tiempo. Sacudí la cabeza para que los recuerdos no resurgieran. Di media vuelta y fui en busca de algo que me ayudara a distraerme. Y entonces la encontré. Savannah Devett. Me acerqué a Savannah y enrollé un mechón de su pelo rubio platino alrededor de mi dedo. —Hola Savannah —dije con una sonrisa socarrona. — ¿Qué quieres, Mav? —preguntó molesta. Savannah puede haber rodado los ojos, pero tenía una gran sonrisa en su rostro. —Solo me preguntaba si tal vez quisieras subir —dije. Savannah resopló y cruzó los brazos sobre el pecho. — ¿Por qué haría eso? Ni siquiera se nos permite subir allí —dijo. Acerqué mi rostro al suyo. — ¿No hace que sea más divertido? —bromeé. Savannah entrecerró los ojos. —Pensé que los rollos solo ocurrían en el primer piso aquí —dijo. Mi sonrisa se hizo más profunda. —Oh, pero estaremos ocupados el resto de la noche —dije en voz baja. El cuerpo de Savannah tembló. Ya sabía lo que pasaría en el momento en que me acerqué aquí. Savannah es predecible. Al igual que todas las chicas aquí. Todo lo que tenía que hacer era decir que la quería y estaría dispuesta. —De acuerdo, vámonos —dijo. Savannah agarró mi mano y me llevó a las escaleras. Sonreí con suficiencia por el hecho de que tenía razón. Fácil como el pastel. Ahora, para olvidarme de mi pequeño encuentro con esa nerd. *** Me desperté a la mañana siguiente brillante y muy temprano. Nunca duermo más allá de las 7 a.m. No sé por qué, pero solo una vez me encantaría dormir hasta tarde. Aun así, supongo que me mantiene en forma. ¿Realmente haces ejercicio todas las mañanas antes de ir a la escuela? Mis ojos se abrieron de golpe. Lancé la manta de mi cuerpo junto con el brazo que estaba sobre mi torso. Me froté la cara antes de levantarme. Recogí mi ropa mientras caminaba hacia el baño. Hice mis necesidades matutinas, me puse mis calzoncillos y luego mis pantalones. Bajé las escaleras y fui directo a la cocina. — ¿Qué diablos están haciendo ustedes tres levantados? —pregunté. Brooke, Megan y nuestro amigo Trevor están sentados alrededor de la isla de la cocina. —Bueno, yo nunca me fui a dormir —dijo Brooke—. Sabes que tengo insomnio. —Tuve que llevar a mi amiga a casa temprano. Acabo de regresar de dejarla —dijo Megan. —Megan me despertó cuando se fue porque es una idiota ruidosa y no pude volver a dormir —dijo Trevor. Los ojos de Megan se clavaron en él y lo miró con furia. —No fui ruidosa —dijo. Los ignoré mientras comenzaban a discutir. Los dos siempre son así. Como una vieja pareja casada. Me acerqué al mostrador y Brooke puso una taza de café delante de mí. —Ponte una maldita camisa —dijo. Lancé mi camisa sobre mi cabeza antes de tomar mi café. Salté al taburete junto a Megan. Ella y Trevor finalmente terminaron de discutir. Miré por la ventana detrás de Brooke la belleza de su patio trasero con el sol de la mañana brillando sobre él. Realmente es un lugar hermoso. —Oye Mav, ¿por qué tuviste que llevar a Savannah arriba anoche? —se quejó Megan. —Sí, ¿no podrías haber elegido a alguien más? —gruñó Trevor. Rodé los ojos. —Ella era simplemente un objetivo fácil —dije sin entusiasmo. Brooke me miró de manera significativa. —Prohíbo personalmente que Savannah Devett pase la noche aquí —dijo. —Será la última vez. Por Dios —prometí. A ninguno de mis amigos le gusta Savannah. Honestamente, no me gusta Savannah. Nadie que realmente conoce a Savannah y tiene un poco de dignidad en sí mismo la quiere. Ella es simplemente fácil y para pasar el tiempo. Probablemente solo la elegí porque nunca podría tener sentimientos reales por alguien como ella. —Aun no entiendo por qué siempre la elegiste —se quejó Megan—. Podrías tener a cualquiera y literalmente hay chicas haciendo cola para tener una oportunidad contigo. Rodé los ojos. —Como literalmente todas las chicas heterosexuales y todos los chicos gays —agregó Brooke. Sonreí mientras negaba con la cabeza. —Estás siendo ridícula —murmuré. —Sí, todos sabemos que hay al menos una chica heterosexual que preferiría masticarse la pierna antes que pasar un segundo a solas contigo —bromeó Trevor. Apreté mi taza con más fuerza al escuchar sus palabras. Brooke le lanzó una mirada significativa. Megan le dio un golpe en el pecho. —Duele —se quejó Trevor. —Sabes cómo es con ella —dijo Brooke suavemente. Me levanté. —No importa. No me importa lo que esa nerd piense de mí —dije. —Claro —murmuró Megan sarcásticamente. —Probablemente seguirá siendo virgen por el resto de su vida —añadí. Trevor resopló. —Sí, porque tú- — ¿Podrías simplemente leer la atmosfera, Trev? —lo interrumpió Brooke. Le lancé una mirada de odio a Trevor y él me hizo un encogimiento de hombros de disculpa. Rodé los ojos y luego sacudí la ira. Volví mis ojos hacia Brooke. —Gracias por ayer. Nos vemos luego —le dije antes de dirigirme a la salida. — ¡Espera! —llamó Megan. —Sí, sí, adiós a los dos también —Respondí. —No que tú, bobo —Dijo—. Primero tienes que deshacerte de esa sanguijuela—Dijo, preocupada. —Uf, vaya. Eso es irónico viniendo de una chica como tú —Dijo Savannah mientras entraba en la habitación y se acercaba directo a mí. Internamente suspiré mientras Savannah rodeaba mi cintura con sus brazos. — ¿Me llevas a casa? —Preguntó. Agarré sus brazos y los desenredé de mí. —No —Dije antes de dirigirme hacia la puerta. — ¿No? ¿Cómo se supone que llegue a casa? —Savannah prácticamente chilló. —Parece que ese es tu problema —Dije. Puse mi mano en la puerta y giré la cabeza hacia ella. —Y tú también tienes que irte, no eres bienvenida aquí- Con eso, salí. Monté en mi bicicleta, la pateé para arrancar y me fui a casa. *** Aparqué mi bicicleta en el camino de entrada y entré. Mis hermanitos mellizos de diez años estaban sentados en los escalones justo dentro del vestíbulo. Ambos me miraron con expresiones idénticas de preocupación. — ¿Por qué se ven tan tristes los dos? Es verano. ¿No deberían estar jugando afuera o algo así? —Les pregunté. —Jesse tenía su lección de piano —Me dijo Jasmyn. —Y Jas tenía su lección de violín —Agregó Jesse. —Eso no explica por qué están aquí dentro tan tristes —les dije mientras me agachaba a su altura. Los dos se miraron. — ¿Dónde estabas anoche? —Me preguntó Jesse. —Mis amigos me organizaron una fiesta por mi cumpleaños —Les dije. Jasmyn me frunció el ceño. — ¿Lo olvidaste, verdad? —Me preguntó. — ¿Olvidar qué? —Pregunté. Ninguno de ellos tenía ningún evento. Habría recordado eso. Nadie es más importante para mí que mis hermanos mellizos. Después de que mamá falleció, yo fui el único que asistía a sus eventos. Ya sea en la escuela o en un recital. Papá siempre está demasiado ocupado con los negocios. Así que nunca olvidaría algo que les pertenezca. —Papá quería que cenáramos juntos. ¿Recuerdas? Para conocer a su nueva novia —dijo Jesse. Ahora recuerdo. Me aseguré específicamente de no estar aquí para eso. Papá no ha salido con nadie desde que nuestra madre murió. Pensé que sería así al menos hasta que nos mudáramos de casa. Suspiré antes de salir a buscar a papá. Después de unos minutos de búsqueda, lo encontré en su estudio. Toqué en la puerta abierta y entré. —Vaya, ya regresaste —dijo papá sin mirarme. Suspiré. — ¿Cómo fue tu cena? ¿A los mellizos les gusta tu nueva cazafortunas? —Le pregunté de manera sarcástica. Honestamente, no es que no quiera que papá sea feliz. Quiero que mi padre se enamore y vuelva a casarse, pero no confío en las personas con tanta facilidad. Papá es un tonto para el amor, aunque en los últimos seis años no haya salido realmente con nadie. Aun así, he sido testigo de varias mujeres que intentan aprovecharse de él por su dinero. No permitiré que eso suceda. Papá suspiró mientras se recostaba en su silla. —Me voy a casar —dijo. Mis ojos se abrieron desmesuradamente. — ¿Casar? —Pregunté incrédulo. —Así es —Dijo papá con un asentimiento. — ¿Qu... qué? ¿Con quién? —Pregunté. —Lo sabrías si hubieras asistido a la cena de anoche —dijo. — ¿No fui a una cena y te casas? —Pregunté. Papá me miró aburrido. —Decidimos antes de presentarnos a nuestros hijos —dijo. — ¿Ella tiene hijos? ¿Cuántos? —Pregunté. —Solo uno —respondió papá. — ¿Quién es ella? ¿Dónde se conocieron? ¿Cuánto llevan saliendo? —Disparé pregunta tras pregunta. —Se llama April. De hecho, nos conocemos desde la secundaria, pero yo me casé con tu mamá y April se mudó por algunos años después de la secundaria. Ha estado de regreso desde hace casi 14 años ahora, pero no fue hasta hace unos 6 meses que empezamos a salir —me dijo papá. ¿Seis meses? — ¿Estás saliendo con la que chocó tu auto? —Pregunté incrédulo. Papá suspiró. —Seis meses y se van a casar. Esto huele a cazafortunas —dije. —Maverick, basta ya—Dijo papá enojado—. La amo, nos vamos a casar, supéralo. Esto no puede estar sucediendo. —Conoces también a su hija —agregó. — ¿Quién? —Pregunté. —Kapri Lanza —dijo papá. Se me heló la sangre. — ¡¿Te vas a casar con la madre de Kapri Lanza?! ¡Papá, no puedes hacer eso! Tú- —Ya te lo dije, Maverick. Va a suceder. Supéralo. Y sé amable. Al parecer, ala chica ya no le caes bien —dijo papá. Solo lo miré, preguntándome qué podría decir para cambiar su mente. —Ahora puedes irte —dijo papá. Me di la vuelta y caminé por el pasillo. Genial. Malditamente genial. Mi papá se va a casar con la mamá de Kapri. Kapri. Ella va a vivir aquí. La chica de la que llevo enamorado desde los cinco años será mi hermanastra.
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