Tadeo
—Ahora dime lo que "quiero saber" —me dice como si nada, y yo solo atino a sonreírle.
Pequeña... ¡Puedo destrozarte la garganta con un mínimo de fuerza!
¡Es tan audaz esta mujer! Supe que era diferente desde la primera vez que la vi. Ni siquiera se ruborizó frente a semejante escena, e incluso no le preocupó ser ofensiva con una manada de lobos.
Aunque la mayor parte de la población puede vivir en paz con nosotros y los vampiros, aún hay un gran número de ellos que nos repudian hasta cierto punto, o tienen miedo de que nos volvamos como los monstruos de las historias que relatan los cazadores desde la fundación. Pero ella no, no mostraba más que desprecio por un grupo de hombres que manoseaban a una mujer en un espacio público, ni más ni menos, como si nos considerara sus iguales; estoy seguro de que esta niña es especial, aunque aún no puedo terminar de deducir por qué o qué tanto lo es, pero estoy seguro de que pronto lo descubriré...
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Mi nombre es Tadeo Green y tengo veinticinco años, me recibí de historiador y arqueólogo, y en poco tiempo tendré mi doctorado en criaturas sobrenaturales. Para ello solo me falta completar la tesis final, en ella trato de defender la existencia de las especies antiguas, de las viejas leyendas en nuestros días; pero por el momento no pude encontrar pruebas de ello, razón por la cuál hasta ahora me la siguen rechazando.
La base de mi tesis nació de los relatos que oí con varios ancestros, de otras manadas y de la mía, de alguno que otro clan, y también de los libros antiguos a los que pude acceder gracias a la lasciva de Cindy; la cual mientras cumpla con todos sus deseos sexuales, nunca me negará el acceso, y nosotros realmente somos buenos para eso.
Para entender mejor cómo es que terminé haciéndole un oral a esta niña, es mejor que empiece de cero.
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Vuelvo a empezar:
Mi nombre es Tadeo, pertenezco a la manada Luna Green, por lo cual mi apellido legal es Green. Nací un veinte de enero hace veinticinco años, a diferencia de otros lobos, nuestra estirpe es de sangre pura y ancestral.
En la historia se nos suele conocer como licántropos, somos quienes tienen la facultad de transformarse de cuerpo completo. Según los ancianos de la manada, anteriormente perdíamos el control de nuestra transformación durante las noches de luna llena, y también cuando nuestras emociones nos superaban; en los relatos de fogata cuentan que éramos enormes lobos rabiosos, con la capacidad de destruir aldeas completas, e incluso atacar a nuestros propios seres amados en un momento de ira.
Hoy en día gracias a la barrera protectora, podemos transformarnos a voluntad, en un lobo que es de un tamaño normal. Cada vez que se nos antoja estirar las patas, podemos camuflarnos entre las manadas salvajes del bosque, y nadie se daría cuenta de que hay un licántropo entre el grupo.
Con el pasar de los años algunos de nuestros descendientes se mezclaron con humanos, dándole lugar a las nuevas mini manadas formadas por hombres lobo. Gracias a la barrera también pueden controlar su transformación; la cual nos causa algo de risa, porque apenas tienen unas garritas y más pelo facial de lo normal.
Dentro de las variedades de subespecies que tenemos los lobos, yo pertenezco a una un tanto más particular, casi mitológica podría decir. Según mi madre soy un lobo solitario, exactamente se nos conoce como "Perros fantasmas".
Cuando hago el cambio mi pelaje es puramente blanco como la nieve; de allí es de donde proviene la denotación "fantasma". Y mis ojos son de un n***o profundo, podrían compararse a los ojos demoniacos de las películas tradicionales; razón por la que se nos llama "perros" en vez de lobos.
En nuestros libros ancestrales de la manada, escritos a mano por los que llegaron aquí en el primer encallamiento, se describe a un "perro fantasma" como una especie de lobo solitario con la capacidad de domar a cualquier fiera que desee. También menciona cosas como que tengo la habilidad de leer a todas las criaturas que existen en este mundo, y aquellos dones que todos los demás también disfrutan dentro de esta isla.
Básicamente puedo transformarme a voluntad dentro o fuera de esta barrera, sin perder el control bajo ninguna circunstancia. Y tiendo a ser solitario, por lo que no necesito de una manada para subsistir.
Gracias a mi naturaleza, a los dieciocho años pude darme el lujo de recorrer gran parte del mundo en mi forma de lobo. Anduve por allí conociendo nuevas culturas y estudiando sobre las diferentes leyendas que existen en el folklor local de cada ciudad que visité; que gracias a los torpes humanos del exterior, muchos perdieron sus hábitats y me fue difícil dar con algunas de las criaturas que hoy menciono en mi tesis.
Luego de vagabundear solo por cada lugar que pude, volví unos años más tarde y me dediqué a estudiar en la universidad de Ínsula.
Charlando con un fulanito y otro, descubrí que este establecimiento cuenta con algunas habitaciones restringidas, que tienen los libros más antiguos que pueden existir en el resto del mundo. Los cuales en su mayoría eran reliquias familiares, o fueron escritos por todos nuestros ancestros (de la primera o las siguientes embarcaciones antiguas), y muchos otros fueron traídos aquí de otras partes del mundo con mucho esfuerzo.
Como en esta isla no podemos contar con internet, le damos mucha importancia a todo lo que mantenga alguna clase de registro, motivo por el cuál se los protege mejor que al oro mismo.
Traté de acceder a estos libros históricos por todos los medios lícitos que pude, pero no importó lo que hiciere, todo me fue inútil.
En una de esas veces que vine a la biblioteca tratando de ingresar furtivamente, tuve el agrado de conocer a Cindy; una no tan atractiva y fogosa supervisora del turno noche, que contaba con las llaves necesarias para acceder a todos los depósitos de este establecimiento. Haciendo uso de mis habilidades naturales, pude descubrir lo que ese mujerón tanto deseaba, y que podría usar como moneda de cambio.
Era una joven de apariencia menor al promedio, que carecía de toda gracia necesaria para seducir a cualquier hombre de la manera en que ella tanto tenía ganas; solo yo pude ayudarla a encontrar todo ese potencial oculto que nadie más podía ver.
Al haber complacido toda su lujuria, conseguí el pase libre a uno de los cuartos secretos de la biblioteca.
Después de acabar con todo lo que me ofrecía la primera llave, la busqué esperando a que me colabore con otra, pero desapareció por un tiempo; lo cual por supuesto me enfadó muchísimo. Viendo que no aparecía, dejé de venir por unos meses, hasta que un día cualquiera, me la crucé muy casual.
Luego de no encontrarla por mucho tiempo, apareció frente a mí con una nueva y mejorada versión de sí misma. Implementó todos los cambios que le sugerí, sumando a su muy sexy estilo unos pechos de competencia. Por su puesto pude ver que después de semejante cambio, sería muy difícil volver a conseguir un favor de ella solo con mi humilde cuerpazo.
La noche de ese día en que la volví a ver, era la noche de reproducción; el cual es un enorme evento que organiza nuestra manada Green para mantener la pureza de la especie.
En vez de perder el control bajo la luna llena como nuestros ancestros, esa noche del mes nos juntamos todos los lobos factibles de esta manada y de otras.
No importa de donde seamos siempre y cuando tengamos los ojos verdes, profundos y brillosos; rasgo único del que porta sangre pura. A quienes pertenecemos a Green, se nos agrega como requisito estar soltero si o si, o que la pareja no haya podido concebir; a los que pertenecen a otras simplemente les alcanza con poder transformarse de cuerpo completo y el color de los ojos.
Bajo la luz de la luna llena, en su pleno apogeo, nos unimos en una orgía descomunal; el fin de este encuentro mensual es crear descendencia que continúe con el linaje puro de la licantropía.
Tras una cansadora y sensual noche, al día siguiente la busqué, y dado que quedamos como "amigos", le conté sobre nuestra noche tradicional con lujos y detalles; mientras le comentaba lo sucedido, su libido subió a mil, lo cual me ayudó a conseguir algo nuevo que intercambiar.
Cada vez que necesito sus llaves, siempre que lleve a un grupo de mis hermanos para complacerla, ella termina accediendo a dármelas. A esta mujer le encanta que le den por todos los agujeros y en todos lados, una y otra vez; es completamente insaciable.
Finalmente cuando Cindy está en medio de un orgasmo grupal, suelta su llavero y me deja merodear sin cuestionarme ni controlarme.