—¿Qué es lo que entiendes?.
—La forma en que Nilüfer me habló, la familiaridad con que se refería a ti —se encoge de hombros.
—¿Te gustó la ropa? —cambia el tema.
—Es bonita, pero estoy ansiando volver a casa.
Kerem asiente con una sonrisa, agradeciendo el cambio de tema ya que no se siente preparado para hablar de Nilüfer en su vida y todo lo que significó para él.
Cuando vuelven a América las cosas cambian notablemente, la joven ya no se siente tan presionada para obtener la aceptación de la familia de su novio, además de sentir que no está lista para seguir hablando acerca de la seriedad con que se está llevando la relación, por ahora solo quiere pensar en estudiar y disfrutar un poco antes de ver las universidades para su carrera.
—Cariño espero que no te moleste, pero no puedo estar contigo todo el tiempo que prometí, aún tengo que solucionar algunas cosas de mi familia y de las prácticas que voy a hacer como litigante.
—Yo sé, no pasa nada mi amor. De hecho creo que lo mejor es que vuelva a Laredo para estar con mamá, ya sabes que aunque se empeña en mostrarse como una persona independiente la verdad es que me sigue necesitando.
—No pasa nada mi cielo, creo que es lo mejor.
Los días se van pasando con gran rapidez, y la pareja no se ve tanto como quisieran. Sarah ha vuelto a su hogar y no deja de echar de menos a Kerem aunque se comunican por Facetime cada vez que tienen tiempo.
Kerem está presionado por su familia y en un momento de desesperación opta por ir de nuevo a ver a su familia con tal de terminar con tantos problemas y tantas llamadas que le hacen, decide no preocupar a su novia y hace el viaje sin contarle.
Al llegar las cosas no van como él imaginaba y todo se vuelve una completa sorpresa, en la casa de sus padres se escucha el sonido de música en vivo, además de ver una numerosa cantidad de carros estacionados, sin mencionar a los meseros que van de un lado para otro, esa debió ser una alarma para él hasta que su madre le mira con vergüenza mientras que su padre los alcanza a la entrada y acto seguido aparece su prometida; Elif.
—Lo siento… —musita.
—¿Qué está pasando?.
—¿No vas a saludar a tu prometida? —interviene Farid con una sonrisa.
—Kerem, debo confesar que esto me ha sorprendido tanto… no creí cuando tu padre nos contó que has cambiado de opinión y quieres formalizar nuestro compromiso.
—Pero yo no…
—Propongo un brindis para los futuros esposos… —interviene Ibrahim, él padre de Elif.
Todo pasa en un momento en que Kerem no tiene oportunidad para intervenir y sacar a todos los invitados de su error, por lo visto sus padres lo han engañado para que asistiera a la celebración de su compromiso, un compromiso que él ya había dado por terminado. Al menos para él nunca fue uno de verdad y nunca pensó que las cosas iban a suceder de esa manera; lo siguiente que sucede es que les empiezan a tomar incontables fotografías y a grabar todo el evento.
Kerem intenta ser lo más tranquilo posible cuando en realidad está furioso por todo lo que le están haciendo, no deja de pensar en su novia y al mismo tiempo en Elif quien lo mira con infinita devoción, por lo que puede notar ella sí desea aquella unión.
—Deberías de sonreír un poco, ya sé que tú padre nos ha engañado a todos. Yo solo supe de este movimiento hace cinco minutos, pensé que está sería una de sus reuniones en donde celebra alguno de sus negocios.
—No voy a hacer algo de lo que no tengo ganas, madre no soy un niño y pensé que eso mi padre ya lo sabía.
—Pero…
—Nada, es hora de que papá sepa que no soy un niño y…
—No te atrevas, sí lo haces seremos el hazmerreir de todos. Tú padre ha firmado el acuerdo —susurra. —Sí lo haces quedar mal aquí y en este momento lo vamos a perder todo; y no puedes hacerlo.
—Puedo y lo voy a hacer.
—No, sabes que con tu padre uno nunca sabe lo que va a hacer.
—¿Prefieres que ilusione a Elif solo para no desobedecer a mi padre? —niega con la cabeza.
Elif se acerca a Kerem tomándolo desprevenidamente, lo toma del brazo y lo besa haciendo que todas las miradas se centren en ellos, él se encuentra en estado de shock y no sabe qué hacer, no responde pero tampoco es capaz de alejar a la mujer, ella entusiasmada lo rodea con los brazos y busca profundizar el beso mientras los flashes se disparan sobre ellos.
—Elif —la aparta suavemente mientras se limpia los labios —, esto no está bien y lo sabes, tu familia probablemente se ponga furiosa por no mencionar que…
—No pasa nada, mi madre me ha alentado a hacerlo y debo decir que me ha encantado. No pienses que no tengo experiencia alguna pero tampoco soy la más experimentada. Supongo que los dos nos hemos tomado libertades.
—Y no te juzgo, es completamente normal pero Elif… los dos somos personas muy jóvenes como para pensar en comprometernos.
—¿Qué me estás queriendo decir?.
—Nada, olvidalo, creo que lo mejor es que pases tiempo con tu familia mientras hablo con mi padre.
Kerem desesperado busca a su padre intentando que no se note su estado de ánimo ni mucho menos lo que le ha causado aquella sorpresita de parte de su padre; conoce el ambiente y como dice su madre, lo mejor es actuar con cabeza fría o las consecuencias pueden ser desastrosas. En un momento dado se siente contra la espada y la pared al ver que no sabe cómo salirse de esa situación en que su padre lo ha metido.