Narra sebastian Mi asistente entró en mi oficina, con un paso más lento de lo habitual. ¿Había estado trabajando demasiado duro con ella? Hubo un tiempo en el que solía correr de un lado a otro entre nuestras oficinas, pero ahora... –¿Cuándo fueron tus últimas vacaciones? Ella chasqueó cuando llegó a mi escritorio. –Al mismo tiempo que el tuyo—¿Cuando fue eso? ¿Hace dos años? No, más bien tres. Debería haberla obligado a tomarse sus días de vacaciones. Ella me señaló con un dedo–.No me mires así, estoy bien. De repente, sus rodillas se doblaron y se agarró al borde del escritorio, desplomándose. Me puse de pie de un salto, rodeé rápidamente mi escritorio y la alcancé antes de que cayera. La sujeté con mi brazo alrededor de su cintura, sintiendo demasiadas costillas. ¿Cuándo había p