Así fue cómo descubrimos que el tío del Príncipe había muerto sin siquiera haber podido entrar al reinado que quiso tomar a la fuerza. Al no ser el legítimo heredero, como lo era Ely en la actualidad, no había podido abrir las puertas que lo llevarían a su propio pueblo. Aquel cobertizo tenía dos entradas más y ambas funcionaban de la misma forma...
Nuestros ojos se encontraron con un escenario dorado, iluminado por los haces de luz que entraban complacidos a través de una infinidad de ventanas. Habíamos llegado a un lugar que triplicaba a la ciudad donde actualmente reinaba Ely. Mentalmente trazamos una estrategia a largo plazo para transportar nuestro pueblo a aquel sitio. No sería fácil, como a todos nos sucede, los cambios abruptos son inaceptables a primera vista. Es por eso que debe
