Luciano salió de ahí con el corazón destrozado, confiaba en Isabella más que en nadie, pero las pruebas de su traición estaban frente a sus ojos, su luna lo había engañado de la peor manera, se había burlado de su amor Camilo puso una mano en el hombro de su amigo y Alfa, sabía lo que estaba sufriendo en esos momentos, y aunque había cosas que no le cuadraban, no podia defender a Isabella estando ella en la cama de otro lobo — Llevenla a la mansión y encierrenla en una de las habitaciones alejadas de la mía, pensaré en su castigo y después lo ejecutaré — esas fueron las órdenes del Alfa Salvatore, después se le vió partir en su caballo Artemisa estaba feliz, no se acercó al Alfa por qué la furia que emanaba era avasallánte, el miedo le recorría la espina dorsal, mañana por la mañana ir