Capítulo 3-3

1797 Words

El Conde sabía que había disfrutado sacando a Lynetta del Castillo enrollada en una alfombra y si surgían más dificultades él estaría encantado de ayudar a resolverlas. Hunt abrió la botella de champán, la dejó en una mesa y desapareció. Sólo después de que el hombre hubo salido, el Conde calculó que, como quedaban por lo menos tres horas antes de la cena, Lynetta debía comer algo. Hizo sonar la campanilla y después de una prolongada espera, una criada malhumorada contestó a su llamada. −Quiero que me traiga unos croissants recientes, mantequilla, miel y fruta− ordenó el Conde. −Están empezando a preparar la cena abajo− dijo la muchacha con tono de disgusto. −Tráigame lo que he ordenado− insistió el Conde−, y lo antes posible. La muchacha se marchó con evidente indignación. El Conde

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