Condiciones (Isa Galán) Me contuve de abofetearle el rostro por lo que había hecho. Pero apenas tuve la oportunidad, lo pegué a la pared y le apreté el cuello —Vuelves a besarme de esa forma y te corto la cabeza. Empieza a comportarte si quieres que siga adelante con este plan. —Él solo asentía con su cabeza e intentaba alejar mis garras de su cuello. —¡Lo prometo! —dijo tosiendo un poco y con el rostro rojo por la agitación del momento. —Ahora regresamos a la fiesta y dentro de un rato me llevas a la casa. Ya no aguanto los zapatos. —Ahora, después de haber conocido mi lado asesino, no hablaba. Si se arrepentía de seguir con la farsa de matrimonio, me resultaría un favor. Llegué a mi habitación y me acosté a dormir. Luego en la madrugada me desperté, tomé una hoja y un lápiz para em