Leo. Me despierto medio asustando porque siento un cuerpo caliente al lado mío, abro los ojos y ella está durmiendo boca abajo con una pierna doblada haciendo que su rodilla me toque la cadera, sonrío girándome y beso su hombro con suavidad y mirándola bien de cerca, cuando nos fuimos donde Lupe fue la única vez en que pude verla dormir ya que nuestros encuentros en el establo terminaban enseguida, nos vestíamos y entrabamos como si nada hubiera pasado, y si que recordé cada cosa que hicimos ahí, ahora la miro y me digo que me encantaría volver a vivir esos días maravillosos que tuvimos, guio mi mano a sus nalgas sobándolas con suavidad sintiendo la suavidad de su piel. —Jaz. —subo los besos dándoselos en la mejilla—. Jaz nena debes despertar. —Mmmm noooo. —se hace bolita llevando las