Jazmín. —Acá... Acá lo traje. —viene corriendo con desespero y se cae tirando todo—. ¡La puta madre! —Cálmate hombre. —me rio porque arrastró con las manos. —No puedo... Vamos, hazlo. —me da la caja y mis manos tiemblan—. Vamos... Antes de que venga alguien y nos vea. —Vamos al baño. —como puedo saco el tez donde no dejo de temblar y me lo hago delante de él que esta sentado en la puerta esperando. —¿Listo?. —Si. —me lavo las manos y se para al lado mío apretando las manos. —¿Qué será?. —No tengo idea. —miramos el tez muy fijo hasta con miedo. —¿Lo hacemos a las tres?. —Dale. —lo miro con los ojos gigantes—. Hazlo. —A la cuenta de tres... Uno... Dos... Tres... —lo giro y sale positivo—. Te dije que estaba. —Mierda Jaz. —lo agarra mirándolo bien de cerquita—. ¿Y ahora?. —Y