Capítulo XIX: Gotas de sangre con sabor a café

1108 Words
La tarde se desliza suavemente sobre la ciudad cuando Hans, uno desaliñado y perezoso se levanta de la cama a la mañana siguiente después de haber tenido sexo salvaje durante la noche y parte de la madrugada, observando su al rededor y al hombre más tirano de Belfast dormido como un cachorro sobre la cama; Sonríe enternecido y luego salta alarmado de la cama al recordar la reunión de hoy, “Carajo, ya van a ser las 12”, piensa y con rapidez entra a la ducha lavándose tan rápido y eficazmente como puede. —¿Adónde crees que vas? —pregunta un Ansgar medio dormido parado en la entrada del baño, causando que el de mejillas sonrojadas por la ducha caliente sale del susto dejando caer la toalla. —Uy, qué rico. —sonríe socarrón el de ojos violetas y agarra con propiedad la cintura del contrario. —No, no, debo salir ahora, s-suelta. —trata de zafarse. —¿No es mejor que cuides a este pobre enfermo? —tose, fingiendo enfermedad. —Me muero, ¿sabes? —Mentiroso. —ríe sin poder resistirlo. —Ahora, basta, debo irme a vez Yaira. —¿Yaira? —Es la dueña de la cafetería española, Dulces Sueños. —suspira y se aleja, sin tener vergüenza de su desnudes hacia el closet. —No la veo desde… bueno… el accidente en la empresa. —suspira. —Así que la veré hoy. —Vamos juntos. —No, usted se debe quedar aquí señor Ansgar. —lo mira sobre su hombre mientras se coloca el bóxer. —Qué sexy, hazlo más lento. —dice el rubio, causando carcajadas en el castaño. Este ríe al final soltando un quejido después. —Joder, ya no duele tanto, pero como chocan los espasmos. —suspira. —Por favor, no envíes a nadie, ¿de acuerdo? No quiero entrar con dos gorilas detrás de mí. —se termina de colocar el pantalón. —Estás muy atrevido últimamente. Me la pones dura, eso es bueno. —Por Dios. —ríe con suavidad mientras niega con su cabeza, ligeramente sonrojado. —Está bien, no enviaré a nadie, pero ve con gas pimienta al menos. Aunque con tu belleza le quemas las córneas al que sea. —bromea, causando un risa sonora en el castaño. —Ya deja las payasadas. —Se coloca rápidamente el suéter y continua con los zapatos. —Si pasa algo, llámame inmediato. —da los últimos toques a su cabello y toma su pequeño bolso. Se acerca y besa la mejilla del rubio rápidamente, siendo atrapado. —Descarado. —besa sus labios con suavidad. —Esas despedida no las permito. —Arrogante. —sonríe con suavidad y deposita un suave beso en los labios del magnate. —No tardaré. Con prisa sale del apartamento, tropezando de tanto en tanto. Llegando al ascensor. ¿Visita a la cafetería? Pues no, Hans planea verse con nada más y nada menos que Zazas a petición del mismo. Después de todos los ataques recibidos, Hans solicita la ayuda del pelirrojo, inseguro, pero con la confianza de que quizás pueda ayudarlo a tener alguna pista. Si bien hay una guerra entre Ansgar y Zazas, va más de algo amoroso que de algo meramente empresarial, o al menos eso intuye Hans, pues no es tonto y sabe que el pelirrojo le ha coqueteado en más de una ocasión y después de salvar su vida se pregunta, ¿por qué no confiar en él? —Rápido. —ruega susurrante mientras el bus del trasporte público se moviliza con algo de lentitud. —Rápido. —ruega nuevamente mientras mira la hora en su teléfono. Mientras tanto, en un rincón discreto de Dulces Sueños, Zazas se desliza sigilosamente, una habilidad que siempre ha sido parte intrínseca de su personalidad prepotente y jodidamente atractiva. Su ingreso al lugar es tan sutil que podría confundirse con la danza de las sombras. La mirada verduzca y cautivante de Zazas no tarda en localizar a Hans, quien se encuentra agitado y sudoroso a las afueras de la cafetería. "Es una pena", piensa Zazas, esbozando una sonrisa suave en una mezcla de ironía. —Hans, me alegra verte. —dice Zazas con una sonrisa afable al ver al joven llegar a la mesa. —P-perdón por llegar tarde, tuve que quedarme un rato más. —rasca su nunca un poco sonrojado, dejando a la vista un mordedura. —Eso veo. —musita. —¿Qué? —Nada, nada, no te preocupes, siéntate. Hans devuelve la sonrisa apenado. Después de unos minutos de conversación casual y un par de vasos con agua, el de mejillas sonrojadas por la maratón le mira con contundencia. —Necesito tu ayuda para descubrir quién está detrás del hackeo. Tenemos que actuar rápido. —saca una memoria azul y la desliza al hombre. —Confío en que pueda ayudarme. Sé que es rápido, pero, por alguna razón… yo realmente confío en que puede ayudarme. —Lo mira con suavidad sin percatarse de que aquella dulce mirada, está causando estragos en aquel hombre. El pelirrojo aclara su garganta y se compone. —Sé que le salvé la vida, señor Hans, pero su novio me odia. —sonríe con suavidad al ver el rostro avergonzado del joven. —No creo que… —No, no, por favor, esto es un favor que será pagado con un favor, por eso le propongo que al usted invertir en la negociación que hicimos recientemente con el resto de los integrantes, quizás pueda proponerle otros negocios mucho más rentables y que quizás sean de su interés. Eso sí, será un contrato exclusivo si logra ayudarme. —aprieta su bolso con las manos, expectante de la respuesta. —Vaya que eres un mocoso con intelecto. —suspira sin dejar de verlo. —No voy a fallarle señor Hans. —estira su mano con guante n***o, como de costumbre. —No lo haga tampoco. —Así será. —Con ojos brillantes aprieta aquella mano, la mano del mismísimo… ¿Judas quizás? La conversación fluyó con naturalidad al final, las risas se mezclaban con los sabores decadentes de los postres. Hans compartió anécdotas de negocios, mientras Zazas, le observaba con deseos de consumir a aquella presa, tan ingenuo, pero tan salvaje al mismo tiempo, le resultaba fascinante la dualidad de Hans, aparentemente ingenuo pero al mismo tiempo, con una salvaje determinación en su interior. "Ya veo por qué lo tienes en tus manos. Ni siquiera te das cuenta, Hans, qué desperdicio", pensó Zazas, esbozando una sonrisa hipócrita mientras disfrutaba de las risas con el castaño. ¿Los ratones son tan idiotas?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD