Buscaba en su memoria recuerdos sobre lo que había oído decir o había leído del zar Alejandro III. El Marqués asintió.
−Tiene razón en ello. Dicen que no se deshace de su ropa hasta que la tiene convertida casi en harapos ni de los zapatos hasta que están hechos pedazos.
Lord Víctor se rió y el Marqués continuó:
−Además su crueldad con los judíos no tiene precedente en la historia! Ha asesinado a miles y se ha calculado en fecha reciente que unas doscientas treinta y cinco mil familias judías se vieron obligadas a salir de Rusia rumbo a Europa Occidental.
−Entonces el Zar se merece toda la mala suerte que se atraviese en su camino− comentó Lord Víctor.
−Es lo mismo que yo siento− respondió el Marqués− así que permítame, Víctor, desearle la mejor de las suertes en lo que, para los demá
