Alejandro regreso a la habitación para ver a Alondra, ella ya había comido estaba lavando su cara, no escucho cuando el entro, la tomo por la cintura y la volteó hacia el. -Acabo de encontrar a la mujer más hermosa en mi habitación, que afortunado soy. -No confíe su majestad esn su fortuna,ya que debo irme, mis padres deben estar preocupados. -Esta bien pero voy a llevarte, tengo que salir así que aprovecharé para dejar a la mujer que amo a las puertas de su hogar sana y salva. Alondra sonrió y se puso de puntillas para darle un tierno beso en los labios. El se sorprendió, amaba a esa hermosa mujer frente a el. -Gracias su majestad. Alejandro sabía que ella no lo llamaba su majestad por respeto, si no como una forma de burlarse de él, ya que a él no le gustaba la formalidad. - Exac