AL RESCATE

1998 Words
“AL RESCATE “ “No hay mejor forma de conocernos que como los lobos que por separado llegan a un mismo bosque.” Ted Hughes La luna perseguía al sol Selene conducía admiraba la fortaleza de Simon, el intento de evadirse de su carga emocional para los desconocidos él era casi un multimillonario despreocupado. Selene conocía esta otra faceta: la de cazador furtivo de sus pares. Pensó en el arma allí oculta cargada con balas de plata por si la bestia se decidía a aparecer ante ellos y la lección de historia que Simon le diera minutos antes:” los indios de diversas tribus veneran la plata, el metal representa el reflejo de la luz de la luna en las aguas estos consideran al agua calma como inductora a la amplitud mental” Balas de plata, solo eso repitió ella y notó en él esa calma ansiosa. El grupo se había dividido e intentaban dar con la jauría rival que podía presentar un peligro para la manada que albergaba al niño. Simon señaló unos caseríos dispersos, hacía horas habían cruzado la frontera y estaban en Rusia. Se observaban a personas que vivían aisladas por las inclemencias del tiempo. También lejos de la cómoda vida en la cuidad incluso alejados de la civilización . -¿Sabes cómo nos cazan?-Inquirió él se refería a los lobos. -Ellos buscan a un lobo no a ustedes-Selene intentó parecer calma y atenta al camino. -Cierto pero al fin y al cabo somos eso- la voz de Simon se opacó-matan a una cabra o lo que sea, guardan su sangre, hunden un cuchillo en esa sangre, lo congelan clavado en la nieve, lo repiten por capas. Capa tras capa de sangre y hielo. Y lo dejan allí enterrado en la intemperie con el filo hacía arriba oculta en la sangre congelada. Un helado de sangre. El lobo atraído por el olor a la sangre, lame cada bocado helado y rojo y continua lamiendo sangre pensando en hallar carne, no advierte el filo, no lo siente en su hocico helado hasta que se corta su propia lengua y fauces. Ignora que esta lamiendo su propia sangre y continúa cada vez más débil hasta que se desangra y muere… Selene sintió un escalofrió. Sabía esa historia y s e negaba a recordarla. -Quizás solo te disparen en medio de esa dura cabeza que tienes Simon! Selene se lo masculló duramente. Podía que si, él se encogió de hombros mirando al cielo. Pero ella insistió: -Supongo que aun conservas algo de conciencia humana en estado lobuno,se que no atacas ni comes. ¿Simon me oyes? -Soy un lobo no un vampiro sediento de sangre- le replicó él molesto. -Ellos solo buscarán al menos a un lobo de los que ataca a su ganado. Tú atenta y solo no le dispares a un campesino solo por protegerme a mí o a esos lobos. -Soy una ecologista no una asesina.-Ella imitó el tono que Simon usara antes, luego miró a ambos lados del camino. Repentinamente se detuvo alerta u tomó la cámara, la oscuridad era evidente y se mostro orgullosa, con esa cámara filmaba y fotografiaba documentales en plena noche. -Cámara infrarroja, suena a cámara oculta para mí… no podrás distinguirme entre esos lobos-Simon dejó a un lado un arma pequeña- son tranquilizantes extras. -¡Lo sé y me contendré de no dispararte uno aquí mismo solo para que no te expongas!- Selene prestó atención, miró por su lente – el niño…no lo veo pero allí están los lobos, digamos los lobos buenos. No se divisa la madriguera. Solo instinto le replicó Simon de eso dependía. -Pero iras allí transformado como un lobo mas y lo averiguaras ¿no? Por un momento la imagen de Simón el hombre rodeado de lobos hambrientos ocupó la mente de Selene. -Ya sabes lo que dicen: hasta la luna camina por barrios peligrosos. -¡Y allí tienes a la pandilla del barrio! Insistió Selene apartando su cámara y señalando a un par de lobos grises dispuestos a ganar territorio. -Los demás de tu jauría no pudieron hallarlos antes y eso que yelefoneastw a uno de ustedes que vive no muy lejos de aquí. -Disponía de poco tiempo además no se transforma a aún hubiera sido riesgoso para él.-defendió Simon. - ¿Qué harás? ¿Pasarás ante ellos en tus cuatro patas, sonreirás y te presentarás preguntando por el niño? A las claras por el tono se veía que Selene no estaba nada conforme conebsre plan. -Selene… tú sabes cómo se comportan los lobos mejor que yo solo los levitare no hay forma de que me huelan como a un humano, buscaré al niño en la madriguera y regresaré. -Me preguntaba por qué no puedes hacerlo ahora mismo… -¡Porque los humanos están limitados! Ella reprimió un berrinche, Simon comenzó a despojarse de su chaqueta y zapatos. -Hay un par de cabañas abandonadas por aquí las vi al entrar por el camino, tienen techo y leña fuera. Usa los sacos de dormir. -¿Soportaras un camping luego de esto?-ella no podía creer lo que oía- ¡Los lobos te destrozarán! -Que poca confianza tienes en mí lo que me ha e pensar que desconfiada de mí doblemente como lobo y como humano… ve adelantare, llegaré hasta allí o los demás antes que yo no dudo que vendrán tras nosotros ya a pesar de lo que acordamos, además Nick nació no muy lejos de aquí, dicen que los uzbecos rusos descienden de los turcos… -… y los turcos descienden de los lobos-completó Selene sin quitar la vista de la cámara. Apenas si sintió el roce de los dedos de Simon en su cabeza a modo de despedida y un besoesuave en la mejilla. La portezuela se cerró. “No puedo creer esto, estoy ayudandor a un lobo a rescatar a otro lobo para llevarlo a estar entre lobos con una bestia peligrosa pisandonos los talones. Suena a comedia más que a película de terror!” Selene había decidido no marcharse de allí. Arrancó y buscó ocultarse a la entrada del boscoso sendero. La nieve caía persistente y los lobos mostraron sus colmillos ante los otros que querían usurpar su territorio. Selene pensó que las lobas tal vez podrían estar en celo o que protegían a otros lobeznos ocultos. Apretó los ojos los cerró y los volvió a abrir. La lucha se volvió feroz. Aullidos, corridas, mordiscos.Simon ya estaba transformado, aprovechó esa distracción para intentar llegar a la madriguera, fue un simple vistazo y repentinamente sé vió acechado por pares de ojos amarillos en la oscuridad. Las hembras lo descubrieron y Simon dió un paso atras mostrando sus enormes colmillos y frunciendo el hocico. ”Nada caballeroso” pensó Selene que seguía la pelea de los otros lobos machos a metros de allí. Simon dio un par de gruñidos, ellas las lobas respondieron sin atacar del todo, de un rápido salto Simon llegó a la entrada del bosque pero allí los machos exhaustos y trinfantes por la pelea le cortaron el paso. El reguero de sangre era visible. Selene observó al mayor de ellos con varias mordeduras en su lomo, se habían defendido a dentelladas, lejos se oyó un aullido. El lobo pensó en lanzarse sobre Simon, este fue tomado por sorpresa, cayó tumbado en la nieve y fue suficiente para que Selene buscara el arma, en su prisa accionó la bocina. Los lobos que intentaban hincar sus colmillos en Simon se alertaron. Selene tomó el arma y un estrépito le advirtió que no estaba sola: los machos erguidos y amenazantes estaban sobre la camioneta. Sus dientes y uñas se veian enrojecidas y sus ojos se volvieron fulgurantes. Un allído, quizás de una de las hembras los hizo volver sobre sus huellas en la nieve. Selene temblorosa observó el arma en su mano, un golpe seco en un lado de la camioneta la sobresaltó. Espió sobre sus hombros y distinguió la maltrecha figura lobuna de Simon. Abrió la portezuela trasera raudamente , estaba helada y el corazón le palpitaba. Simon se trepó al asiento con el hocico contraído. Selene arrancó maldiciendo, le dijo un par de frases como: “yo te lo adverti” ”asi actúan para defenderse” que él olvidaría al instante. Por fin llegó a una de esas cabañas, abandonadas. Nevaba persistentemente y la luna continuaba en lo alto. Otro aullido más lejano de oyó… dejo salir a Simon que cojeaba, pasó ante ella lentamente y Selene pateo la puerta de la cabaña para abrirla. Tiritaba, ni cerró con llave la camioneta ni tomó el arma. Solo buscó un par de leños rogando que no estuvieran húmedos. Había robado de la chaqueta de Simon su encendedor antes de partir asi es que encendio la chimenea no sin esfuerzo. Sacudió el polvo para espiar por doquier de esa cabaña abandonada que al menos tenía techo. Simon se sacudió y se echó a un lado frente a la chimenea aun intacta mientras ella buscaba en la camioneta sacos de dormir y un par de mantas. Cubrió a Simon y lo inspeccionó atentamente: sangraba pero sus heridas no eran profundas. -¡Eres un lobo valiente y torpe o demasiado valiente! Ella misma se envolvió en otra manta sentándose en el piso ,solo dejó un me saje a Anaïs y al resto. Simon se lamió sus heridas, pero Selene se puso de pie salió y regresó a la camioneta por su cámara, el botiquin y algo de comer y beber. Simon se dejo curar emitiendo algún que otro gruñido y la miró con ojos lánguidos intentaba explicarle más pero solo mostro su lencua roja y ella meneó la cabeza: -Al menos no haz lamido ningún cuchillo Simon…bien ya acabe contigo, tomaras un baño apensa lleguemos a un lugar civilizado, ¡mira esas patas! Recuérdame no usar tapetes nuevos si convivimos. Selene carrcarraspeo. -Simon solo espero que me entiendas, tenderé una cama comoda aquí al menos para mí…se que olvidarás todo por la madrugada. Los teléfonos no tienen señal, intentare más tarde que esté en saje al menos salga de quién fue idea nombrar al grupo de mensajes en el que me incluyeron “Bosque alegre”? Maldito sentido del humor tienen todos ustedes. Selene encendió las linternas y se aseguró que las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas, los vidrios sé veian débiles y el viento aullaba fuera. Tomó un madero y lo cruzó en la puerta principal. Definitivamente la ventizca no acabaría en jroas. Simon se acercó a ella lentamente sin dejar de mirarla a los ojos. -Aun brilla tu amiga la luna. Estás tan tibio…-Selene apoyó su mano en el lomo de Simon. –Aquí me tienes la experta fotógrafa y documentarista dispuesta a disparar dardos tranquilizantes a un par de lobos solo por salvar a su novio ¡que por cierto es también un lobo y muy tonto!El niño no estaba allí. ¿ O me equivoco? ya veremos donde está y si los demás del grupo tienen mas pistas más firmes de su paradero. Selene bostezó sonoramente y a los minutos quedó rendida en el piso se durmió sin tener pesadillas. Hubiera deseado que Tilly la viera aquella noche y supiera de esta aventura. La luna se extinguió pero a ella le pareció que flotaba en su luz. Simon la cargaba hasta la camioneta para ir a un sitio más confortable para descansar. La depositó con manta y todo en el asiento trasero. Empacó aoio todo y Selene le oyo unas frases: -¡Por cierto si uso tapetes! ¡Tu novio! El hombre es un animal que ama eso es todo por ciento compraré cientos de tapetes si convivimos, mi amor recuerda eso… Simon le dio un beso cálido en los labios y se sentó en el asiento del conductor, arrancó viendo sus manos aun azules marcadas y crispadas en el volante. La miró por el espejo retrovisor y se permitió una risa hambrienta…
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