NUNCA EN UNA LUNA AZUL

LOBO MANSO

CAPÍTULO 33

“LOBO MANSO “

“Haz de ti una oveja y te comerán los lobos “proverbio alemán.

Uns gotas de luna, eso sintío Simon en su frente y se sobresaltó, luego volvió a los brazos de Selene mirando en derredor de aquel bosque. El calor del cuerpo de Selene lo envolvió en una a tibieza que aplacó sus ansias e más, dando un leve ronroneo ella le preguntó en que pensaba.

-Sh! Como cazar a la luna tal vez. Haz visto que los monos estiran la mano para tomarla. ¡Te regalaré una estrella esa de allí en lo alto que a nadie daña!

Selene se incorporó en su codo haciendo qie la manta resbalara por fin dejando ver uno se sus pelos blancos casi espumosos ya saciados de caricias, le guiñó un ojo cómplice y se acercó ,luego besó la frente sudorosa de Simon.

-Olvida esos pensamientos y a la bestia. No puede hallarte no en tu mente al menos, no pienses en esa bestia o enloquecerás.

Y tal vez tampoco allí la bestia lo hallaría, debía de estar confundido, buscando a cada uno de la manada por su lado, todos dispersos. Eso también lo inquietaba y ella lo sabía perfectamente.

-Por mas que llames al lobo solo te responderá el eco…

Simón la atrajo hacia si nuevamente.

@ Había algo en Selene algo que lo hacía sentir a salvo, el saber que dentro de ella se revolvía un deseo primitivo de llevar también una vida salvaje. Eso más que nada lo animaba a tener esperanzas de una vida estable con una mujer. Una vida que solo se permitió soñar un par de veces. Él no era un lobo solitario debía de admitirlo y poco le gustaban las conquistas ocasionales, presa de una noche, que se esfulaban a la madrugada al igual que un rayo de luna. No. El ahora tenía el porque creer en la amor, en el verdadero, no en vano había dado todo de si y la había hecho paeticipe de su mas grande secreto. Ella había aceptado sin reparos su doble naturaleza y Simon no podía pedir más. Ahora Selene era parte de él y de la manada y por ello temía doblemente. Debía dw de protegerla doblemente. Tal vez la bestia ya sabría que ella estaba cercana, que no había abandonado el periplo por Europa que Tilly no era la única razón por la cual ella permanecía allí. Simón tenía por ello.

--*--

El sonido de un suspiro, la certeza de que ese corazón latía como el de otros de su especie. Esta presa tan blanca y fácil de rastrar... Se movía ágilmente.

No temía pero él. La bestia. Sabía que lo olía lo advertía se sabría su presa y sin embargo quería ser un señuelo. Si, hasta había resultado divertida esa idea desde un principio. Tomar al lobo por las orejas… buscarse a otra víctima porque esta, diminuta y rebelde lo traería a maltraer. Pero lo mejor sería otra si, si. Alguien digno de convertirse en su par. Una legión de si mismo. Debai se ser posible, si no hubiera intervenido su maldito linaje …si el destino estuviese se parte de otros. Pero el tenía ala de ganar. Desde reimoos remotos se creía que estos seres habían sido extintos nada de eso, solo se habían ocultado magníficamente bien porque eran astutos, superiores no sladriana bla luz para ser masacrados por los simples humanos

Paciencia. La luna esférica, perfecta se redondearía tarde o temprano….

--*--

Lobo con piel de cordero. La había alzado en sus brazos y la llevaba hasta la sala envuelta en aquella manta que aún estaba tibia. El se alejó un poco y encendió la chimenea y advirtió luego la somñolienta pregunta de Selene:

-Es de madrugada, ¿la hora del lobo?

-Por supuesto Selene.

Simon volvió junto a ella y se envolvió en la manta acariciando sus formas delineadas

-Ya duerme o acabarán creciéndote un hocico, cuatro patas y una cola- él le hizo cosquillas en la cadera+ ¡y un terrible par de orejas peludas!

Ella lanzó una risita maliciosa sin abrir los ojos mientras Simon buscaba su teléfono olvidado en el sofá.Era un mensaje de Nick al parecer habían logrado dar con el teléfono del que Tilly llamó, este había sido reportado como robado y abandonado en alguna parte de Europa , al parecer Tilly era muy lista. No dejaba rastro alguno para seguir tras de si. Estaba orgulloso de ellae siempre la había sentido también como a una hermana menor. Le preguntó a Selene si quería alertar a las autoridades.

-No , eso sería ponerla en peligro creería que la persiguen y se sentiría atrapada. Eso no funciona con ella, mis padres lo intentaron y no resultó.-revolviendo el el pasado ella llegó esa conclusión.

A Simon le pareció buena idea no intentar seguir a Tilly al menos por ahora.

Selene se refugió en brazos de Simon.

- Oh …si la luna no saliera…

- Estaría en un peligro mayor. -le reveló él-La luna hará a Tilly fuerte. Necesita eso además de su astucia para huir y estar a salvo ahora.

-Si al menos buscaraa otros en la manada a alguien como ella, y no se sintiera tan superior!

-Es arrojada y valiente, además es protectora a su manera, cree que siendo un señuelo para esa bestia nos mantendrá a salvo a todos.

Simon besó tiernamente la nuca de Selene con la clara intención de morderla. Ella le pidió que no bromeara con eso.

-¡Cierto!-admitió él rabiosamente.

Simon luego solo le dio un beso cálido. Nada ganaría con convertirla en una de ellos.

En semanas regresarían a la nieve más de sa, deberían moverse por otra ciudad, cambiar de escenario sacudir a la bestia de su modorra. ¿Sería una bestia siempre o a acaso mutaria en un ser humano que pasaría inadvertido? Elal no se atrevió a formular la pregunta en voz alta.

-Pero antes, en estos días tú y yo disfrturaremos de la naturaleza siendo ambos humanos.

-Una pregunta…-ella intentó parecer seria- ¿Debo preocuparme por alguna rival peluda y sinuosa y ponerme nerviosa?

-No pero por si acaso- Simon lanzó una risita-No me lleves de paseo a un zoológico. Ah! ¡La luna se asoma en mí ser como una ilusión!

Y dieron rienda suelta a su pasión sin más