CARA A CARA

1214 Words
“CARA A CARA” “Si los lobos dejaran de correr la gente dejaría de gritar “ proverbio alemán La puerta se cerró tras de si. Por una hora esa hora exactamente Selene se mantuvo allí de pie en medio de la sala con su teléfono en la mano, las velas se había consumido casi. “No puede estar pasándome esto…son lobos feroces solo eso Simon debe seguirlos…no puede ser cierto, un hombre lobo…” Hasta dudó en tomar un arma sin saber si estarían cargadas o no. Estaba en la oscuridad casi, el aullido no se repitió. Buscó linternas sin ignorar que algo estaba en el cobertizo. Algo. Algo que se movía en su interior derribando cosas y rasgaba- ese era el término justo, si rasgaba con garras ruidosas- la puerta de madera, tal vez sacaría de ella astillas ya Solo tenía un farol y fue con el en su mano a tomar su abrigo negándose a cargar un arma. Ella no dispararía a un animal si es que de ello se trataba, debió pensar que dispararía al menos para salvar su vida. La nieve lo había cubierto todo con una capa fina y espumante, le daba un aspecto casi inofensivo de postal navideño, no había que engañarse por ello. Las ramas de los árboles eran amenazantes, ni un ruido mas... un safari sin cuidadores, ni turistas ansiosos, ni colegas, ni conductores solo Un animal, ni más ni menos que eso estaba en el cobertizo lo supo al echar una mirada furtiva... ¿un perro...? Insistía en esa imagen una y otra vez. Lobo bueno, un lobo bueno “Los perros no son más que lobos domesticados. “ Se dijo muy segura de si. Eso era un axioma, un dicho popular. Distinguió una figura negra. Corrió, pasó ante la camioneta , ella empequeñeció los ojos, quizo llamarlo y ningún sonido logró salir de su boca y creyó distinguir a Simon a un lado del camino. Juntó aire y exhaló: “Simon!” lo gritó desesperada y alzó la vista. Vio la luna, redonda plateada bañándola, ¡Oh! ¡maldita luna! Ni penso en conducir , solo en hallar a Simon, este debió de ir a perseguir a aquello... ¡lo que fuera! Echó a a dar a dar irracionalmente. Su caminata se extendió hasta la oscuridad fuera del camino sus pies se hundían en la nieve como si fuera crema inofensiva. Había dejado caer el farol en un intento por no resbalarse como una inexperta. Lo olió... lo presentía... un animal... Se amnruvo tan alerta como pudo Vio su figura bajo la luz. No era un perro. Un animal... ...un lobo. A eso quería llegar. Lo venía negando. Un lobo. De movimientos precisos y comprendió lo que temía, debía de ser Nick, debían de ser ciertas tantas leyendas antiguas. -¿Eres tú no es así profesor?- ella se oyó tartamudear esas palabras-¿Nikolai?... ¿Simon te protege no es así? ¿Eres tú? El lobo de pelo prolijo y ojos centelleantes- ¡esos ojos!- miró a un lado. Un rastro rojo lo rodeaba, Selene logró ver su pata trasera izquierda, sangraba pero el animal se mantenía firme en su postura. Gruñó apenas ella intentó acercarse y ladeó la cabeza. Ahora creía, creía… -¡Las leyendas son ciertas!que locura... Simon los protege a todos... Todos ustedes son... ¡Esto! Pero no eres un asesino. Todo es cierto ¿Cómo llegaste aquí? Selene se hincó en la nieve para librarlo de la trampa. El lobo lanzó un gemido casi humano por fin. Eran una maldición los cazadores furtivos.Selene tocó el hierro helado intentando abrir esa trampa puntiaguda que parecía una mano de hierro. -Cazadores furtivos son odiosos-ella jadeo haciendo fuerza- es doble. Debieron decírmelo. A mí al menos ¿Puedes comprenderme? Haz visto al cazador. Simon te busca creo que llegará hasta aquí y Rick y los demás. En un primer esfuerzo por liberarlo Selene cayó sentada en la nieve, al segundo logró abrir la trampa unos centímetros y eso fue suficiente para que el animal quitara hábilmente la pata y se lamiera exhausto sentándose en la nieve. Selene juró que la testuz del animal se frunció. -¡Mírame hablando con un lobo y esperando que me conteste! ¡Igual que hago cuando los fotografío desde metros! ¡Ven! Pero sorpresivamente al acercarse para tocarlo el lobo se incorporó en un intento por alejarse y hasta le dio un arañazo en su brazo. Selene retiró el brazo reprimiendo un quejido de dolor, vio al animal alzando su cabeza triunfal a la luz de la luna y marcharse rengueando. -¡Todo esto fue una pesadilla! Selene sintío deseos de llorar de impotencia, allí sentada, helada, aterrada. Tomó su bufanda y se envolvió su antebrazo lastimado, de ser mas profunda la herida tal vez se viera igual a las que Saskia tenía. Regresaría a la cabaña mejor así. Eso hizo. No serviria correr hasta la nada por ayuda, si al menos Simon regresara, o Rick y los otros o Nick se volviera humano. Lo pensó asi sin cuestionar más. Solo busco en su mente mas leyendas acerca de todo ello. El viento había abrierto la puerta dela cabaña que ella dejara sin llave. Entró, se calentó frente a la chimenea sacudiendose la niebre, agregó mas leños, se mordía los labios aún atónita de todo lo vivido, cerró la puerta con cuidado y prestó oido encendiendo mas y mas velas. Nada, calma... Selene se desmoronó en el sofa busando una manta sin curar su herida, tomó el telefono y se abrazó a este sin advertir que la puerta del cobertizo estaba abierta de par en par y que la luz de la luna iluminaba unas inequivocas huellas de pata de lobo en la nieve en dirección ala puerta trasera de la cabaña.... La noche es de los lobos, guardianes de la luna... Era de madrugada, las velas se habían consumido en la espera. Un bufido lejano sobresaltó a Selene ni siquiera había tenido pesadillas, ahora creía, sabía… Antes ella un lobo dormitaba. Debía ser… ni miró sus patas traseras. Estaba seco y dócil. Selene se incorporo lentamente -¿Te encuentas bien Nick? Hay algo que pueda hacer por ti por tu pie… pata? El lobo no movió sus orejas ni hizo reacción alguna. -Oh Dios mio…¿te volveras humano? Lo pregunto ella con el corazón palpitante. -No te responderá… ¡Es sordo y por lo tanto mudo! Selene temió lo peor y se le presentó allí a la luz de las llamas de la chimenea. Simon tenía una larga bata oscura, un par de pantalones y una venda en su pie izquierdo, se veía más que cansado. Se sentó renguenado dándole a ella tiempo a comprender. -¡¡Es imposible!!-instintivamente ella señaló el pie de él como si viera una pata lobuna. -¡¡Dímelo a mi Selene!! Simon se burló casi de si mismo con un gesto de dolor. -Tus ojos …debí saberlo …tú me espiabas en Canada! -¡Tú me espiabas!-corrigio él rápido y sonrió-Platón- llamó a golpes en el piso de madera con s u pie desnudo y sano. El lobo pareció percibir las vibraciones de ese sonido y se puso de pie desperezándose.
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