LA EXPOSICIÓN DE SELENE
1052 Words
LA EXPOSICIÓN DE SELENE
Simon puso ante sus ojos una foto de un tótem canadiense, figuras grotescas de animales, parecía esborzar una sonrisa entre provocativa e irónica tal vez sus antepasados fueran esos, esa era su tribu juzgó mirando al lobo tallado. Luego se sento con desparpajo en el sofá y encendió un cigarrillo.
-¿Cres que existe eso realmente? Un gen o que solo eligió a tu generación…
No le quitaba el sueño, él fue sincero y se rascó la barbilla sin rasurar, su única preocupación era la bestia, ella le dijo que lo había notado aun más nerviosa. Selene fue cauta y él aun asi lo admitió.
-Supongo que debería tener un plan b pero no lo tengo eso es ló malo. Es mi parte animal: actuo y ya.
Simon palmeo y cambió de tema, cenarían temprano, tenía un hambre de lobo.
Selene aprendió a no contradecirlo a ser calma en esos días. Simplemente buscó un atuendo apropiado y le envió un mensaje a Zoe mentiras a medias solo mencionado lo bien que la pasaba con Simon y lo bien que iba en su trabajo. Su amiga le enviaba fotos del cachorro. Luego regresaron a la casa para que ella continuara con sus fotos. Simon mismo preparó enérgico el desayuno y la despertó al dia siguiente últimando detalles de la inauguración, nada exagerado solo un poco de publicidad como ella pidió. Selene revisaba periódicos de todas partes del mundo, la betia permanecia ocultas, solo una noticia en la que ambos repararon y fingieron no leer, cambió el día…una sobre el clima, sobre la luna. Un eclipse…
-No necesito la luz del sol o la luna solo tu corazón Selene-Simon le confesó aquello frente al espejo buscando su mejor traje sin corbata.
Selene vestía un conjunto sencillo de pantalón amplio y camisa con algunos brillos, él desistió de regalarle joyas, ella se recogió el cabello pero no pudo resistirse a los detalles romanticos de él como un ramos de flores a la entrada misma de la sala de exposición. Selene debió de admitir que Simon había logrado contactar a críticos influyentes y personajes de la cultura. Selene le envio una mirada de gratitud al otro lado del salón que Simon pago con un guiño cómplice. A media hora apenas pudo reunirse con él. Luego de reportajes y felicitaciones. Simon había robado una flor para entregársela. Selene noto que no se marchitaba o ennegrecía.
-Cierto…-Simon le tendió la flor- ya deeria formarse la luna el eclipse era hoy… o ¿cuando?
Selene tomó la flor y la consevo en su peinado sonrio con algo de esperanza. Luego en medio del murmullo noto que Simon se movía nervioso adelantándose un paso y caminando frente a ella como si intuyera algo peligro. Ella le pidió que dejara de hacer eso, de actuar como un lobo.
Se lo dijo en un susurro y Simon se contuvo por un instante pero una mirada la alerto. A sus espaldas sonó una frase halagadora:
-El ojo de quien lleva la cámara en el alma… la vida es un viaje para ver con ojos de turista.
Un hombre de baja estatura, algo delgado que vestía un traje de tres piezas de corlor café, observó las fotos .esos ojos verdes palido bajo sus gafas redondas se movían ansiosos somo si intentara hallar algo. Selene metió que reconociera a alguno de los lobos. Tenía un aspecto de catedrático o profesor retirado con su rostro maduro, sus patillas bigotes y barba algo blanco y prolijo. Pasó una mano nudosa por su rizado cabello canoso y sonrió seneno.
-Ganamos la luna y perdimos la tierra.-Se volteo hacía Selene-magnificas, captan la esencia del alma debieron decirle eso ya, cuídese de los aduladores se asemejan a los amigos al igual que los lobos parecen ser amigos de los perros
-Gracias… -dejo escapar ella confundida
-Emaus Tasher supongo.
Simon lo presentó intentando calmarse. Simon lo reconocía como un periodista gráfico free lance de cierto prestigio con sus editoriales sobre actualidad. Tenía ciertas dotes de historiador amateur. Simon si parecía conocerlo bien de eventos sociales en los que se cruzaron y hasta lo estimaba. Se estrecharon las manos, hablaron de trivialidades. Emaus poseía una casa allí, los invito a conocerla mientras degustaban otra copa de champan. Luego volvió a fijar la vista en los lobos.
-Fascinantes animales, mire esa luna la luna es la madre de la humedad de la tierra. Debería fotografiar un poco de la vida aquí en Canada-recomendó Emaus con su habitual tenor de voz grave-las perdices en el otoño en Luisiana también porque no o Montreal que recuerda tanto a Paris. A usted le fascina la nieve ¿no es así Simon?
Simon solo asintió con la cabeza un con recelo y Emaus señalo delicadamente la foto de los lobos. Era insistente, animales míticos, embrujados. Lo dijo con un gesto de oratoria pero con una serenidad pasmosa tanto que Selene palideció. También había leído leyendas sobre ellos, ni necesito decir la palabra lobo. Dijo que poseía una colección de videos algo antiguos. En compañía de lobos, sonrió,
-Quien anda con lobos aprende a aullar, me honraría que aceptaran mi invitación, la colección incluye grabados de antiguos juicios medievales sobre hombres lobo. La bestia que aflora del interior… ¿físico o psíquico?
En su casa en estos días Selene lo preguntó cruzando una mirada con Simon recordando que habría luna llena, Simon negó imposible creía se marcharían.
-Ah! Errante, excéntrico, hijo dilecto de la luna- Emaus no pareció preocupado por la brusquedad de Simon
Tal complicidad y conocimiento estaban alarmando a Simon.
-Yo tenía un trineo en Whitehorse en Yukón, paseaba sobre el tirado por tres perros lobo casi, quizás el ver esas fotos me lo recordó Señorita Rimini
Selene oprimió la mano de Simon que estaba helada Emaus sabia… sabia de la bestia, los invitó a pasar unos días con él, incluso sus noches. Su última frase fue lapidaria:
-Acepten habrá eclipse de luna en estos días
La luna grávida nos parirá a nosotros los lobos. La cuidad caía bajo las sombras de la noche, un camino plateado sinuoso. Sobre el tablero del lado del conductor descansaba perfectamente doblado un periódico.
-Es el eclipse parcial de luna.
Eso dijo Selene pareciendo aliviada luego le pregunto
-¿Como te llevas con ellos?
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