QUE ESCONDE EMAUS?
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QUE ESCONDE EMAÚS?
Que como se llevaba Simón con los eclipses?
-ya me conoces soy intolerante a los términos medios
La réplica de Simon no la reconforto, lanzó un largo suspiro y lo miró de reojo oyéndolo:
-Perro que mata a un lobo, los lobos lo matan.
-pon en claro esto, Simon: iremos a pasar unos días al menos una cena gozando de la hospitalidad de un sujeto que apenas conocemos, que sabe positivamente lo que eres y que tal vez nos tienda una trampa ¿me equivoco? esto es definitivamente meter la cabeza en las fauces del lobo.
Simon le retrucó con una sonrisa:
Más crudo lo come el lobo y sobrevive.
Adoraba ese refrán y era cierto todo lo dicho por ella
-Emaus es un historiador, quizás le fascinan los lobos para escribir un artículo sobre esquimales paso dos inviernos en un igloo, es un apasionado, tal vez desee saber más de nosotros.
-O planee una cacería o un aquelarre
-Y por ello te he comprado este vestido blanco casi una gaza con brillos de luna te veras igual a un hada o un elfo, con esa capucha y tu cabello en alto.
-Simon, ¿puedes pisar la tierra por un segundo?
-Puedo. – Simon freno violentamente. Tu haz insistido en venir también, por curiosidad, le hubiera dado cualquier excusa como que tu nariz crece en extremo las noches de luna llena o que eres realmente vegetariana, tal vez quiera saber si te crece una cola peluda.
Simon beso el cuello de Selene pidiendo que se animara. Con esa barba que le crecía... Selene sacudió la cabeza, estaban en medio de un eclipse de una y ¿si Emaus era la bestia?
Simon lo negó retundo, imposible, él mismo lo olería o lo presentiría.
-ten tu teléfono a mano Selene, y corre.
-¿Algún otro consejo mejor?
-Si… ¡corre muy rápido!
Selene evitó el mascullarse un insulto. La casa de Emaus no distaba de su propio estilo, acogedor y sobrio, una biblioteca, maderos sobre chimenea firme, tapices austeros y decoración de color ocre. Manifestó su alegría porque aceptaran la invitación. Simon dudo en pasar a la sala, Selene supo que algo había intuido pero que trataría de mantenerse calmo. Observó fotos mientras Emaus servía jerez, un autentico jerez de Cadiz, España. Cuna de los viajes de Colon y de la inquisición, lo acoto Emaus con una sonrisa casi de orgullo aregndo que su tío materno provenía de Europa, invito a ambos s sentarse en derredor d e la chimenea.
-Po años he intentado entrevistar a quien siguen pistas sobre dscubrimientos religiosos, sobrinos ya que lamentablemente los sacerdotes de la inquisición no tenían descendencia-hizo una ovbia pausa- o si ya que no eran ejemplo de virtudes.
Simon bebió rápido y señaló una foto en blanco y n***o sobre España.
-Es curioso que lo mencione, un bosque de nieve- el tono de Emaus denoo que no había sorpresa para él-Una lobera, un monte espeso donde los lobos se guarecen.
Selene no pudo evitar toser Simon le quito la copa con un gesto tranquilo.
-¿Qué diría usted si le aseguro que conozco a uno de esos lobos al menos al más joven?
La pregunta de Simon le pareció una locura a Selene pero Emaus lo hizo sonreír confiando: diría que no le asombraba porque él mismo lo conocía.
-AH!-dejo escapar el hombre-“omnes…
-“…omnes angeli boni et mali ex virtute naturali habent potestatem transmutandi corpora nostra”
Simon lo completo y Selene intentó descifrar esas frases en latín, Simon lo tradujo con una sonrisa de superioridad:
-Todos los ángeles buenos y malos tienen el poder de transmutar en nuestro cuerpo….
La luna de sueños y pesadillas, guardiana y testigo…
La bruma fuera iba en aumento. El rostro de Selene estaba tan pálido y ausente como la luna. Como cuando el espantapájaros, el hombre visto a la luz de la luna llena también es miserable.
Emaus dejó la copa en su sitio solía tener allí un telescopio dijo era de su tío le fascinaba el estudio de la luna así como leer a San Agustín, cuestión de familia. Se contacto con quien pudiera darle cualquier información sobre los efectos de la luna.
_La vida es alquimia pura-Enfatizó Simon intentando ver al detalle las fotos puesta en la repisa con ese fin.
-Cierto… señorita Rimini, sabe que antiguamente se creía que se podía quitar el alma al tomar una foto.
Por supuesto, Selene sin enfadarse la admitió dudando de la entonación que él le dio al a frase.
-la cuestión es que Galileo Galilei y la luna…él la estudió… y yo y mi vida estuvo enclavada en esos dos aspectos: la religión y la contemplación de la luna…
-Platón identificaba la verdad con el ser.
-Cierto señor Amberson.
Emaus agitó su copa pensando. La verdad era esta, que su tío descendía de un inquisidor y por carácter transitivo también Emaus descendía de él…
El tono de voz del hombre denoto cierto orgullo que espanto a Selene. Simon se veía resignado hasta dio una frase sobre San Francisco de Asís y el hermano lobo:” hermano lobo que has salido del bosque y por el hambre asolas”
-El lobo inclinó la cabeza y hasta le dio la pata- recordó Simon.
-Bien señor Amberson, así es que impulsado por la curiosidad y el mandato de la sangre decidí investigar y comencé por el inmediato…
Emaus se puso de pie y entrego un prolijo álbum de diapositivas a Selene. Ella las descubrió al trasluz: grimorios. No solo de iglesias, representaciones, muerte, alma, transmutación, incluso distinguió tomas de Notre Dame.
-El alma está suspendida entre la luz y la oscuridad-recito Simon-también leí a San Agustín, intente descifrar esta frase: a semejanza de su creador… para San Agustín el mal físico dependía de la mutabilidad de la esencia del ser que hay en las cosas creadas, para él el hombre se dividía en dos sustancias: alma y cuerpo pero ¿Cuál es la real?
-Un alma humana en otra clase de cuerpo.
Emaus pareció no preguntarlo y Selene continuó inspeccionando grabados antiguos de lobos, estos no tardaron en aparecer en pinturas, en testimonios más que aterradores. Emaus acoto al ver el semblante femenino
-Juicios, una jauria en Vatmoisa, asesinaron a detellazos a jóvenes, se creían primero “sacauntos” que buscaban grasa de los muertos para curar enfermedades. En estonia del 1610 al 1650 se condenó y ejecutó con acusaciones tembien de licantropia-lo dijo por fin con todas las letras-Rumania 1506, se condeno a la hoguera a dieciocho mujeres y trece hombres por asolar cosechas, confesaron bajo tortura.
El rostro de Emaus pareció tener una mueca de amenaza.
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