Seduciendo al Jefe

2069 Words
“Una mujer es sinónimo de respeto, quien toca a una mujer sin su consentimiento, merece la muerte” Michelle Russo La idea de posicionarse dentro de uno de los carteles más importantes de las organizaciones criminales del mundo, continúa latente en Camile. Es como si la muerte de Piero en vez de retraerla, la impulsa a querer lograr más de lo que pudo. Ser la Reina de la Mafia suena sencillo, pero requiere más de lo que cualquiera puede pensar. Uno de sus planes ya está en marcha, seducir a uno de los dueños del Cartel más importante de Italia, y tal como lo hubiese pensado uno de los criminales más famosos de América “El Chacal” su cambio de imagen, es inminente. El aspecto de Camile era usualmente más tosco, pero para seducir a un mafioso, se requiere más que ser hermosa, es convertirte en su deseo más inmediato, incrustrarte en su mente, en su respiración, que todo lo que vea, oiga o sienta, le traiga de isofacto tu presencia. El plan está en marcha, Camile utiliza uno de los trajes que le entregó Juliano. —¿Qué tal me veo? —pregunta a su guardaespaldas. —Como siempre patrona. ¡Hermosa! —responde indubitablemente el Indio. —Vamos. No quiero ser impuntual. Ya le dije a Enzo que estaré en la fiesta que darán en honor a mi querido Dante. —toma su cartera Gucci dorada tipo sobre y el antifaz n***o que usará para esa misteriosa noche. Mientras ella camina, el Indio la escolta y disfruta de su cadencioso movimiento de cadera. Ella siente la mirada acuciosa de él, posada en su espalda descubierta. Voltea para incomodarlo. —Apúrate Indio, parece que estuviera acostada sobre un scanner. —Disculpe patrona, solo mantengo los códigos de distancia. —¡Sé que sueñas con transgredirlo algún día! —responde desarmando de cualquier respuesta a su escolta. El silencio sepulcral habla más que cualquier palabra que hubiese logrado articular, el hombre que es su sombra a cada paso que da. Suben al Audi que alquiló para esa noche, no puede despertar sospechas de quien es, realmente. Dante aunque nunca la ha visto en persona, conoce su fama y reputación. Todos deseaban tenerla como amante cuando Piero se paseaba junto a ella en las grandes reuniones de los socios de la organización, mas ahora que él no estaba, era complicado mantenerse a salvo de todos esos buitres. Camile no es escogida, ella es quien escoge. Eso lo sabe de sobra Massimo Rizzo, el otro que podía testificarlo, yace en un cementerio atravesado por un puñado de balas que una astuta mujer le infringió. El descuido de Piero, había sido estúpido y carente de verosimilitud, piensa Camile. Nunca pensó que siendo como era de tenaz e implacable, una cabaretera barata pudiera ser más inteligente que él. Finalmente llegan al Club, ella baja, mientras el Indio se estaciona a pocos metros del lugar. Solo Enzo Canavari sabe que es ella, pero deberle un favor a Camile es una garantía de que cuando menos esperes, será cobrado. Al entrar Camile al salón principal, todos voltean a mirarla, todos excepto Dante, quien se caracteriza por no dejarse arrastrar por las pasiones, mas siempre habrá una Beatriz que lo salve de su propio infierno. Camile se dirige al bar del club, pide un Martini. Desde esa posición, ella puede ver al resto de los invitados ubicados en todo el salón de baile. Uno de los caballeros que se encuentra a varios metros, se acerca a la sensual Camile. —Buona notte, bella signora. Posso accompagnarla? (Buenas noches, bella dama. Puedo acompañarla) —le pregunta Angelo Cavafy, uno de los empresarios más reconocidos en Milán. —Buona serata. Si può (Buenas noches, si puede) —il nome di questa bella signora? (¿El nombre de esta bella dama?) Camile prefiere quedarse en silencio y así, provocar mayor misterio y curiosidad en su acompañante. —il suo silenzio è eccitante. dovrò indovinare? (Su silencio es excitante. Tendré que adivinar? —sonríe con malicia, el apuesto empresario. —Tutto ciò che è misterioso diventa più interessante. non credi? (Todo lo que es misterioso, se torna más interesante. ¿No crees? —Certo e questo è il mio forte, da scoprire e possedere. (Por supuesto, esse es mi fuerte, descubrir y poseer) “La estrategia de dejarse halagar por algun extraño, siempre llama la atención del resto de los hombres, eso les permite creer que podrán abordarte fácilmente” piensa Camile, mientras Angelo Cavafy, el CEO de la Net National Coorpration (NNC) intenta seducirla con sus historias de viajes, excesos y sexo. Provocar la competencia entre los Alfas que están en el salón, es un juego divertido para “La lobezna” como sil8a llamarla en la intimidad Piero “El Lobo”. Como era de esperarse mientras más tragos hay de por medio entre él y su victima, más seguro de lograr su cometido, está el irresistible Angelo. Mas, no imagina que la verdadera víctima de aquel juego de seducción, es nada más y nada menos que él mismo. Cuando pretende colocar su ágil mano en la espalda cuando desnuda de Camile, ella se arquea para mostrar al resto de los alfas, su rechazo corporal. Dante que hasta ahora solo mira de reojos a la pareja sentada en la barra, enciende su habano y trata de controlar su enojo. Dante Russo, es uno de los mafiosos que no soporta ver a un hombre intentando obligar a una mujer a algo que no está dispuesta a hacer. Eso lo encoleriza. Siempre recuerda las palabras de su padre Michelle Russo: “Una mujer es sinónimo de respeto, quien toca a una mujer sin su consentimiento, merece la muerte” Flash back*** Dante tiene apenas cinco años, su padre Michelle Russo ha cuidado de él, desde que Aurora murió en manos del Jefe de la Mafia japonesa, Yaruto Takamado. Cuando Yaruto supo que Michelle, estaba pidiendo la baja dentro de la organización para formar su propio clan, iracundo mandó a secuestrar a Aurora, quien en ese momento acababa de dar a luz a Dante. Aurora fue sacada de su casa a la fuerza luego que un par de encapuchados entraran mientras ella dormía. Michelle aún no había recibido respuesta de su petición, por lo que su mujer y su hijo estaban solos en su casa. Michelle tampoco imaginaba que su Jefe haría lo posible por hacerlo desistir. —Tráela ahora mismo —ordena Yaruto a uno de sus escoltas. El hombre regresa con Aurora maniatado y amordazada. La belleza de Aurora es inminente por lo que antes de asesinarla con su Katana, el jefe decide darse un banquete s****l con ella. Michelle quien esa madrugada acababa de buscar el cargamento del cristal azul, como suele llamar a la metanfetaminas, llegó exhausto. A diferencia de otras veces, Yaruto no lo recibió, sino Koji, el consiglieri del Capo; sospechando que algo ocurría, luego de entregar el cargamento, fingió regresar a su habitación. Koji confirmó que Michelle se había retirado, y se encaminó hacia la oficina de Yaruto. El italiano astutamente logró seguirlo sin que se percatara de ello, cuando Koji pasó por el área de reconocimiento facial, el dispositivo tardaba 40 segundos en cerrarse, por lo que Michelle entró a rampas lo más rápido que pudo, formando unas ampollas en sus antebrazos por la fricción con el suelo. Se levantó y ocultó detrás de la cortina roja satinada con la que decoraba Yaruto el altar donde reposaba el cuadro de 2x1 de su padre, Yoshima, el Don y creador de la Mafia Yosho-koi. Cuando se abrió la puerta, pudo ver a la mujer arrodillada frente a Yaruto. El parecido con Aurora lo estremeció por completo, logró enviar un mensaje de uno de sus celulares desechables, a su primo Lorenzo. —Vé a casa y verifica que Aurora y Dante, estén bien. Un minuto después recibió la noticia que menos deseaba escuchar. —Aurora fue secuestrada. Michelle no encontraba que hacer, si dejaba a Aurora en manos de Yaruto, este sería capaz de matarla, si lo enfrentaba, ambos estarían muertos. Aunque amaba a Aurora, estaba el hecho de que Dante se quedaría solo. Tener que escoger entre la mujer que amas y un hijo, es para un hombre la más difícil situación. Su indecisión, lo hizo dejarle al azar lo que ocurriría, entró a la oficina de Yaruto, pero de inmediato fue controlado por los guardaespaldas del Jefe y obligado a presenciar el peor de sus recuerdos, ver como Yaruto obligaba a Aurora a ser suya a cambio de la libertad de Michelle. La manipulación más efectiva que un mafioso puede usar en contra de sus enemigos y de sus propios socios, es la de amenazarlo con la muerte de la persona cuyos afectos sean incontrolables. Yaruto obligó a Aurora a estar con él y ser suya delante del propio Michelle a cambio de no asesinarlo y a Michelle, lo obligó aa permanecer en la organización a cambio de dejar con vida a Aurora. Michelle presenció aquella dantesca escena, y aunque aceptó quedarse en la Yoshi-koi, el despiadado Yaruto, tomó su Katana y decapitó a Aurora segundos después que Michelle decidió firmar el acuerdo. El hecho de Yaruto no haber cumplido con su trato provocó una revuelta entre sus consejeros y capitanes. Algunos aprobaron argumentando que esa era una muestra de lo que podría ocurrirle a aquellos que desearan salirse de la organización y otros, de que aquello era una acción deshonrosa para un Capo. El enfrentamiento entre los capitanes que defendían y quienes adversaban la decidió de Yaruto, permitió que Michelle logrará salí de la organización Yosho-koi y se encargará de criar a Dante. Siempre repetiría esa frase a cada momento de su vida, y Dante nunca la olvidaría por el resto de la suya. Luego de cinco años, Michelle se convirtió en el Capo de la zona napolitana. Y con su muerte, Dante ocupó su lugar veinte años más tarde. *** Angelo al ver el rechazo de Camile, la toma por la cintura con fuerza, aunque ella intenta zafarse, él la besa a la fuerza. Basta para Dante presenciar aquel evento y dispararse en él, el recuerdo de su padre y la historia que Michelle le contó antes de ser asesinado. Se levanta del sofá y va hasta donde está Angelo Cavafy, saca su pistola y sin dudarlo, sin el más mínimo resentimiento, dispara en la cabeza del CEO, quien se desvanece ante los ojos de Camile. Para Dante, la mirada de Camile es por primera vez, la red de la cual no desea escapar. —Accompagnarmi alla mia tavola? (Me acompañas a mi mesa?) —Con grande piacere! (Con todo gusto) Aquella comienza a ser la batalla más fácilmente librada para ella. Su inteligencia había provocado el caos en un lapso de tiempo bastante corto. Un hombre muerto y uno ansioso por morir entre sus piernas, era una victoria digna de celebrarse al estilo de la gran pantalla holliwodense. Para Camile, Dante sería la catapulta que la llevaría a ser La Reina de la Mafia, y para Dante, ella sería el pasaje directo al Infierno. Cuando entraron a la habitación, Camile se quitó el antifaz, aunque Dante no quería poseerla por el simple hecho de haberla liberado de aquel bastardo, ella necesitaba demostrarle su artillería más pesada. —No tienes que hacer nada que realmente no desees —increpa Dante, mientras bebe el trago de licor. —¿Que te hace pensar que no lo deseo? —se acerca y le susurra al oido— Hace tiempo que deseo caer en tu infierno. Desabrocha el vestido y lo deja caer al suelo. —No deberías jugar con fuego —levanta su trago, lo inclina y lo deja discurrir por el estrecho tramo de piel que separa sus senos. —Ahora deberás lamerlo. —le ordena al Capo de la Mafia napolitana. —¿Me das órdenes? —la sujeta con fuerza acicalando su cuerpo al de él. —No, te lo concedo. Aquellas palabras surten el efecto deseado, desesperadamente Dante la besa hambriento de sus labios; saciado de su boca, decide cumplir el deseo de su doncella, abandona sus labios y se concentra en su pecho. Su lengua y labios sorben el licor que toma un sabor diferente y exquisito, el de su piel y su sexo.
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