CAPÍTULO XXIII––¿Pero por qué tenía que invitar a Fanny, la señora Grant? –– preguntábase lady Bertram––. ¿Cómo se le ocurrió invitar a Fanny? Fanny nunca come allí, bien lo sabéis, en ese plan. Yo no puedo prescindir de ella, y estoy segura de que ni ella misma desea ir... Fanny, tú no quieres ir, ¿verdad? ––Si se lo preguntas así ––protestó Edmund, impidiendo que hablara su prima––, Fanny va a decir que no, en el acto; pero yo estoy seguro, querida madre, de que a ella le gustaría ir; y no veo razón alguna que la obligue a rehusar. ––No puedo explicarme cómo pudo ocurrírsele a la señora Grant invitar a Fanny. Nunca había hecho tal cosa. Solía invitar a tus hermanas de vez en cuando, pero nunca a Fanny. ––Si no puede usted prescindir de mí... ––dijo Fanny con abnegación. –– Pero si mi